El exvicepresidente ejecutivo de Bankia, José Luis Olivas, ha explicado este lunes ante la Audiencia Nacional que accedió a que Bancaja, entidad de la que estaba al frente, se fusionara con Caja Madrid en 2010 por la insistencia del Banco de España, cuya propuesta inicial rechazó dada la «complejidad importante» de la operación.

Olivas ha agregado que el entonces gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, le insistió alegando «razones de tipo macroeconómico» para integrarse. Argumento que aceptó porque, añadió, procedían de una autoridad.

«Le dije que si no había otro remedio, que sí», ha dicho Olivas, insistiendo en que él personalmente «no lo veía porque Bancaja era solvente» y porque, además, «la integración de siete cajas distintas, con auditores distintos, con sistemas informáticos distintos» acarreaba una «complejidad importante».

La fiscal Carmen Launa se ha reincorporado a la vista después de un mes de baja médica. No descarta añadir a la acusación de estafa a los inversores en la salida a Bolsa de otro delito de falsedad contable por los deterioros del Banco de València.

Precisamente el Banco de València ocupó buena parte del interrogatorio de la fiscal. En este sentido, Olivas insistió que las cuentas eran públicas, al ser un valor cotizado y que, además, no formaba parte del proceso de integración. Añadió que aunque habló del tema en alguna ocasión con Rodrigo Rato, fue sin entrar en detalles.

Preguntado por la razón por la cuál realizó saneamientos por importe de 9.200 millones, por encima de lo solicitado por el Banco de España, Olivas no ha dado respuesta y sólo ha señalado que «lo importante es que los saneamientos superaron lo previsto».

La Fiscalía continuará mañana el interrogatorio a Olivas, que ya ha anunciado que sólo responderá a la Abogacía del Estado en representación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), y a su propia defensa. EFECOM