El gobierno autonómico del Principado de Asturias admite que la negociación para la fusión entre Unicaja Banco y Liberbank «está avanzada», según declaró el consejero de Empleo, Isaac Pola, si bien precisó que «hay que ver cómo se concreta y hasta qué punto llegan».

Pola ha apuntado que a su gobierno lo que le interesa es «el arraigo y el compromiso» de Liberbank (formada por Cajastur, Caja de Extremadura, Caja Castilla La Mancha y Caja Cantabria) con Asturias, así como los niveles de actividad y de empleo en la región.

El consejero ha considerado que la implantación de Liberbank y el andaluz Unicaja Banco (entidad formada por el Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Ronda, Cádiz, Almería, Málaga, Antequera y Jaén) no «plantea aparentes solapamientos» en sus respectivos mercados geográficos.

Unicaja y Liberbank, que sumarían cerca de 11.000 empleados y más de 1.800 oficinas, confirmaron ayer a la CNMV que mantienen contactos para llevar a cabo una fusión.

Liberbank explicó que, «en el marco del estudio habitual de posibles operaciones estratégicas», existen dichos contactos con Unicaja, «con conocimiento del consejo de administración, para analizar eventuales oportunidades entre ambas entidades».

Unicaja, por su parte, aclaró que «de forma regular analiza potenciales oportunidades de inversión u operaciones corporativas que pudieran resultar de interés para todos sus accionistas».

Por otro lado, Unicaja Banco y los sindicatos han llegado a un acuerdo para evitar que la entidad financiera despida a parte de su plantilla de forma forzosa, un acuerdo que deberá ratificarse el lunes.

Este acuerdo prevé jubilaciones voluntarias y se calcula que saldrán alrededor de 900 personas para solucionar los excedentes que hay en la actualidad y se ha añadido un pacto de movilidad que afectará a 200 empleados de los 350 que pretendía la entidad. EFECOM