El FIB busca un impacto económico de 30 millones de euros en Benicàssim
El XXIV Festival Internacional de Benicàsssim (FIB) arranca esta noche su serie de conciertos que concluirán el domingo, con el objetivo de mantener y superar los 30 millones de euros de impacto económico en consumo generado por los cerca de 40.000 «fibbers» que pasarán los cuatro días de concierto por el recinto de festivales benicense.
A pesar de que este año la afluencia de espectadores esperada es menor, debido, según los expertos, a que faltan estrellas del caché de los Red Hot Chili Peppers, cuya actuación registró la venta de de 50.000 entradas, el responsable de la firma Maraworld, Melvin Benn, considera que hay buenas «expectativas» y espera colgar el cartel de no hay entradas en alguna de las jornadas de conciertos. Para ello, la empresa organizadora se ampara en la consolidación del festival y en las buenas perspectivas económicas.
El presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, que visitó ayer con la alcaldesa benicense, Susana Marqués, las instalaciones del FIB afirmó que “estamos ante un FIB, absolutamente consolidado: Es el que es el decano de los festivales en nuestra provincia y uno de los decanos de los festivales más consolidados a nivel europeo”.
“Estamos ante una edición este año con unas previsiones de llegadas de turistas que desbordan todos los récords anteriores y con una previsión de impacto sobre el entorno de Castellón simplemente espectacular. Las previsiones son muy buenas, la climatología parece que nos va a acompañar y ya se está llenando de «fibbers» todo el entorno de Benicàssim», resaltó Moliner.
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