Edurne Pasabán, la primera mujer en la historia que ha coronado los 14 picos de 8.000 o más metros de altura, respaldó con su presencia ayer al despacho valenciano Antonia Magdaleno Abogados y Economistas, en la celebración de su sexto aniversario, convocatoria a la que respondieron cerca de un centenar de personas entre amigos de los socios y profesionales de la firma, y clientes de la misma. Antonia Magdaleno, líder y fundadora del despacho, agradeció a todos su presencia en el evento. Pero el principal protagonismo, como no podía ser de otra forma, correspondió a Edurne Pasaban. 

La alpinista fue desgranando una serie de consejos y máximas sobre cómo afrontar los diferentes retos de la vida, enseñanzas adquiridas según dejó claro, de su experiencia escalando en cerca de 30 expediciones las 14 montañas de 8.000 o más metros que se conoce que existan en el planeta. Y alguno de sus mensajes resultaron poco ortodoxos. Por ejemplo, cuando aseguró de forma categórica «la ambición es buena. Sin ambición no habría cambios y no evolucionaríamos». Ante los retos que la vida nos va planteando, «o que nosotros decidimos asumir», caben dos actitudes: «la de víctima, que no conduce a otra cosa que a la autocomplacencia; y la de protagonista, que es la que nos permite superarnos». Porque, además, «superar lo difícil es lo que nos hace ganar confianza». 

El buen equipo 

Una de las partes fundamentales de la intervención de Edurne Pasabán estuvo dedicada al tema de los equipos, porque los grandes retos, los retos ambiciosos, «solo se pueden superar con un buen equipo». «Pero no olvidéis que los buenos equipos son aquellos que están formados por buenas personas, por buena gente». Un buen equipo será aquel que actúe «con pasión, ambición y compromiso», pero la ponente destacó la diferencia entre «equipo» y «grupo». Un grupo, «aunque sea de amigos, no necesariamente es un equipo. Lo que caracteriza a un equipo es que todos sus miembros comparte una misma Visión. La Visión compartida es el factor diferencial de un equipo». 

Tres ideas más merecen destacarse de la intervención de Edurne Pasabán. «Los que siempre aciertan, lo que nunca se equivocan, lo tienen más difícil para conseguir grandes objetivos», porque les será muy difícil sumar talento. «Tenemos que aprender a ser vulnerables, a equivocarnos, para estar en mejores condiciones para sumar el talento que nos rodea». Ante un error o equivocación, «hacer autocrítica, aprender de lo ocurrido y actuar en consecuencia». Perseverar en el error por no asumir que se han hecho mal las cosas, lo único que nos garantiza es el fracaso. Por el contrario, la autocrítica y el cambio «es el mejor motor para reinventarnos tantas veces como sea necesario». 

Y lo más importante de todo en opinión de la gran alpinista Edurne Pasabán. «Debemos trabajar y organizar nuestra vida con objetivos claros». Son los que nos darán la motivación y los que nos ayudarán a levantarnos y seguir adelante tantas veces como nos venza el desánimo. Un consejo final: «la motivación mas auténtica no hay que buscarla en los grandes retos, sino en las pequeñas victorias del día a día, pero todos los días».