Entre préstamos, subvenciones y exenciones fiscales, Innóvalis gestionó el pasado año ayudas a la innovación agroalimentaria por valor de unos diez millones de euros.

Se centra en optimizar las ayudas nacionales, sobre todo las que se refieren a ventajas fiscales. Como destaca González, lo bueno de las ayudas fiscales es que no dependen de que haya más o menos fondos públicos a repartir. Las subvenciones, sin embargo, están condicionadas a los presupuestos de cada ejercicio.

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“Otra ventaja de la ayuda fiscal –recuerda González– es que está exenta de tributación, no como la subvención directa”.

Innóvalis carece de fuerza comercial. “Nuestro cliente es nuestra fuerza comercial -asegura el director general de la compañía-; los directores financieros nos recomiendan. Son nuestra mejor carta de presentación, ellos nos dan su sello de garantía”.

Otra fórmula para darse a conocer es asistir a las ferias de agroalimentación nacionales e internacionales: “Es bastante común hacer clientes nacionales en ferias internacionales”.