Puig: «Construimos una nueva alianza hacia la prosperidad, pero no hay atajos»
«En los últimos años se ha producido un cambio evidente en la Comunidad Valenciana», afirmó ayer Ximo Puig, President de la Generalitat. «Estamos construyendo una nueva alianza hacia la prosperidad, pero sabemos que no hay atajos en el camino si queremos hacer las cosas bien». El President realizó estas manifestaciones en el transcurso de la presentación del estudio «La economía de la Comunitat Valenciana: diagnóstico estratégico», elaborado por la consultora Analistas Financieros Internacionales (AFI), por encargo de CaixaBank Research; el servicio de estudios de La Caixa, que viene editando esta colección desde hace años. De hecho, la monografía presentada ayer es la décima de la serie.
El documento, de más de 170 densas páginas, no se limita a describir la realidad estadística de la economía valenciana, ni tampoco se queda en un análisis macro de la misma más o menos amplio. A partir de la descripción de la realidad socio-económica de la Comunidad Valenciana, desciende a un análisis sectorial, incorporando algún elemento novedoso en el mismo, y concluye con la parte más propiamente dicha de diagnóstico, realizado varios análisis DAFO de aspectos tales como infraestructuras, mercado laboral, estructura empresarial, etc., para concluir en un DAFO estratégico síntesis de los anteriores, especificando una serie de líneas de acción a seguir, que fueron descritas por José Antonio Herce, director del equipo que ha realizado la investigación, como «una aportación más, para la reflexión y debate de la sociedad valenciana».
En la intervención del President Puig y refiriéndose al contenido del estudio, coincidió con uno de los aspectos que quedan perfectamente claros en el mismo. «La única salida sostenible para la economía de nuestra Comunidad», dicho Puig, «es competir por la via de la innovación y la productividad». Y en ello tiene un papel fundamental la acción educativa. No se trata de abandonar ninguna actividad, sino por «hacer mejor lo que ya sabemos hacer bien». En este sentido, el objetivo de la acción de gobierno del Consell es «generar un espacio confortable y de confianza, para que los agentes económicos y sociales desarrollen su actividad». En este sentido, el President Puig se reivindicó como socialdemócrata «a fuer de ser liberal».
Infra-financiación e infra-inversión
Como no podía se de otra forma, y aprovechando las intervenciones previas del responsable del estudio, José Antonio Herce, en sus palabras Ximo Puig arremetió contra el injusto modelo de infra-financiación pública que sufre la Comunidad Valenciana con relación al reparto de los fondos estatales, y contra el no menos injusto reparto de las inversiones públicas estatales, «que sistemáticamente, nunca alcanzan en la Comunidad Valenciana, nuestro porcentaje de PIB ni nuestro porcentaje de población». El próximo martes 17 de enero, en la Conferencia de Presidentes autonómicos,«me van a venir muy bien estos datos que habéis puesto de manifiesto una vez más», afirmó Puig refiriéndose al hecho de que la Comunidad Valenciana está más de 11 puntos por debajo de la renta per cápita española. El objetivo último de la colección, que se presentó en Adeit, la Fundación Universidad-Empresa de la Universitat de València, es contribuir al conocimiento de la compleja realidad económico-territorial de España.
La Comunidad Valenciana se sitúa en la trayectoria del denominado Arco Mediterráneo, si bien aún no ha terminado de crear las condiciones materiales y financieras necesarias, para que dicha inserción acabe articulando el conjunto. Del análisis contenido en el volumen, basado también en la evidencia aportada por los agentes relevantes de la Comunidad, se desprende que las carencias en materia de infraestructura son paralelas a los problemas de infra-financiación de la región en el marco autonómico general de los últimos años. Estos dos soportes son determinantes del desempeño general de la región en el futuro, por lo que es prioritario un debate interno y con las instituciones estatales.
Por otra parte, en la actual fase de recuperación económica la economía valenciana está creciendo por encima de la media nacional. Así, desde el año 2013 y hasta 2015, creció un 6,0%, más de un punto porcentual por encima de la economía española en su conjunto. La favorable evolución de la renta per cápita en la Comunidad Valenciana frente a la de la media española ha permitido que el diferencial se recorte casi un punto en el periodo comprendido entre 2010 y 2015, aunque aún se mantiene una renta per cápita inferior a la media nacional.
Para seguir progresando, se debería impulsar una estructura productiva más orientada hacia actividades económicas de alto valor añadido, diseñando programas de incremento de la productividad laboral en todos los sectores. En este sentido, los esfuerzos deben concentrarse en mejorar y ampliar las capacidades de los trabajadores, mediante las adecuadas estrategias formativas antes del inicio de la actividad laboral y a lo largo de este ciclo también. Aun cuando se ha avanzado mucho en los últimos años, el abandono escolar a una edad temprana y la falta de correspondencia entre los programas de formación y el mercado laboral, siguen siendo dos de los principales retos en materia de educación.
Igualmente, el pleno aprovechamiento de las ventajas competitivas que posee la región en los sectores de la automoción, el calzado y la química (aunque también podrían sumarse el sector alimentario y de la salud), en términos de especialización productiva, nivel de internacionalización, inclusión de todos los eslabones de la cadena de valor y centros de I+D+i, puede redundar en una mejora de la renta per cápita regional.
Mercado laboral, sectores e infraestructuras
Respecto al mercado laboral, el comercio, el transporte y la hostelería han generado por sí mismos una tercera parte del total del empleo creado desde 2013 hasta 2015 en la Comunidad Valenciana. Apostar en estos sectores económicos por el esfuerzo innovador desde la Agencia Valenciana de Innovación, una entidad que emerge con un amplio apoyo de todos los sectores sociales y productivos, así como por la digitalización, especialmente del potente sector exportador, puede también contribuir a una mejora de la economía regional. Especialmente, existe margen de mejora en términos de ganancias de productividad y competitividad, si se tiene en cuenta que ambos vectores de crecimiento aún están lejos de alcanzar a los de las regiones europeas más punteras.
Estos sectores ya citados -comercio, transporte y hostelería-, están fuertemente vinculados al sector turístico, donde la Comunidad ha realizado esfuerzos en los últimos años con el fin de desarrollar una oferta más diversificada, de excelencia y calidad. La bonanza que beneficia en la actualidad al sector turístico representa una gran oportunidad para una especialización más inteligente. La región cuenta con un fuerte foco de atracción turística, basada en sus condiciones climáticas, el litoral, la diversidad de ecosistemas y paisajes, entre otros activos cruciales para el desarrollo turístico y de las actividades económicas en general.
Desde el punto de vista de las infraestructuras de transporte, los problemas de congestión, derivados también de la polarización demográfica, admiten -pero también requieren-, una solución inteligente mediante instrumentos económicos y normativos de gestión de los tráficos. A partir de Valenciaport y la red de vías norte-sur de alta capacidad, los dos elementos más valiosos de la cadena logística regional (sin olvidar las vías radiales de carreteras o ferroviarias), la región puede establecer alianzas con las restantes zonas logísticas peninsulares, relanzando el proyecto del Arco Mediterráneo con un reforzamiento de las vías de transporte ferroviario de mercancías. Además, el gran reto es potenciar el transporte interurbano. La unión de las localidades costeras favorecería la accesibilidad turística y la interconexión en transporte público, reduciendo así la presión sobre las carreteras del litoral.
Otra vía de impulso de la competitividad empresarial valenciana consiste en el mejor aprovechamiento de sus valiosos recursos humanos. Una buena parte de la fuerza laboral valenciana ocupa puestos de trabajo no acordes con su nivel de formación, algo que, por otro lado, también le ocurre al conjunto nacional. En particular, el principal problema es la sobrecualificación, lo que supone, en el mejor de los casos, un desaprovechamiento de las habilidades adquiridas por los trabajadores en su periodo formativo. Concentrar esfuerzos en conseguir un adecuado encaje entre formación del empleado y los requerimientos del puesto de trabajo redundaría en ganancias de competitividad.
En definitiva, la Comunidad Valenciana requiere aunar esfuerzos con el objetivo de intensificar el gasto en I+D, así como apostar por los sectores, muchos de ellos organizados en meta-clústeres, donde la fertilización cruzada de innovaciones sectoriales puede aportar mucho valor y para los que ya posee unas claras ventajas competitivas asentadas en los clústeres convencionales. Asimismo, es deseable destacar las buenas prácticas de la región en pos del conocimiento y la organización avanzada de la industria y los servicios. Todo ello en un territorio de singular valor ambiental.