Las empresas exponen sus posiciones sobre los alimentos funcionales, orgánicos, transgénicos…
Tomás Vázquez Lépinette (Tomarial): ¿qué opinan sobre los nuevos alimentos funcionales, orgánicos, transgénicos…?
Claudia Castellano (Ceylan): Muchos productos ya son trasngénicos y no lo podemos evitar, se han modificado con el tiempo y ha sido un proceso natural. En el caso de la soja, se exige que no esté modificada genéticamente.
Tomás Vázquez Lépinette (Tomarial): Existe un movimiento científico a favor de dichos productos. De hecho, cien premios Nobeles han reconocido en una carta que parar su desarrollo podría considerarse como un crimen contra la humanidad.
Javier Pérez (Fritoper): Los alimentos transgénicos han venido para quedarse pero deben estar bien controlados y regulados y esta es la esperanza. Por mucha opinión negativa que haya, si la población mundial sigue creciendo, la única vía que hay para alimentarla son los productos transgénicos y las mejoras productivas.
José María Ferrer (Ainia): Coincido con Javier en la necesidad de una buena regulación de los productos transgénicos y de su cumplimiento. Pero el dato que me sigue faltando para solventar este debate social y científico es que existan evidencias científicas, después de décadas de consumo, de que los alimentos transgénicos son o no perjudiciales para la salud.
Juan Manuel Pérez (Coev): A mi juicio, es una oportunidad para diferenciar productos que son transgénicos de los que no lo son y por esa vía tener una oportunidad de mercado. En cuanto a la autorregulación, el propio sector ira generando sus propias normas y pondrá frente al consumidor esos productos que no provienen de procesos transgénicos y que se diferencien y tengan un cierto poder de mercado.
Gerardo Rodríguez (Dominio de la Vega): Coincido con la opinión general en que haya un control y una norma clara sobre los alimentos transgénicos y que el consumidor esté informado para que decida libremente si le preocupa esta cuestión o no.
José Manuel Fernández (Fedis): A mí me gustaría hablar también de los alimentos ecológicos que sí que afectan al sector ya que la sostenibilidad y la salud son áreas de influencia básica para el futuro. De hecho, hay muchos consumidores que se decantan por estos productos, aunque sean más caros, ya que existe una tendencia global a cuidar la salud, una línea está cambiando la hostelería y la restauración en todo el mundo. No se puede decir que es una moda.
En cuanto a los transgénicos, coincido con ustedes en que tiene que haber un marco regulador controlado, garantizado y serio que se salvaguarde del poder económico.
Claudia Castellano (Ceylan): Pienso que esta tendencia a consumir alimentos funcionales, productos orgánicos, etc., se deriva de la falta de conocimiento e información por parte del consumidor. Muchos de ellos deciden no consumir aquellos productos en cuyas etiquetas aparecen números E (aditivos, colorantes, conservantes, antioxidantes…) y que llevan prácticamente todos los alimentos que se venden en los supermercados. Sin embargo, debería ser al contrario, deberíamos estar tranquilos a la hora de consumir aquellos alimentos que llevan número E, ya que están regulados y controlados por la Unión Europea.
José María Ferrer (Ainia): Toda esta cuestión que comenta Claudia está vinculada a las llamadas “etiquetas limpias” que buscan la ausencia de números E o de aditivos. Todos ellos tienen un estricto régimen de autoevaluación, en el caso de la Unión Europea a través de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (Efsa), con lo que debemos estar tranquilos con alimentos que consumimos. La clave está en informar y formar al consumidor medio.
Filiberto Vicent (Vibemar): Los aditivos en nuestro sector son palabras mayores ya que el pescado tiene poca vida útil y debe llegar en buenas condiciones al mercado, no solo apto para el consumo sino que también debe reportar tranquilidad al vendedor. A pesar de todo, intento que esos aditivos que utilizamos no sean solo los legales sino los adecuados y así lo certifica Sanidad en sus revisiones periódicas.