César Taboas (Royo Group) y Ana Company (Fundación Florida)

– Se ha planteado la necesidad de que aula y empresa interactúen para que nuestro modelo formativo esté más orientado a la empleabilidad, pero el sistema universitario español, de forma mayoritaria, es de titularidad pública y sus profesionales son funcionarios, mientras que en la empresa, salvar la Cuenta de Explotación es el norte de cada día. ¿Cómo pueden interactuar esas dos prioridades tan diferentes?

J.M. Baixauli (Grupo Gheisa).- En nuestro caso, cuando nos encontramos con una montaña delante, la bordeamos. Florida Universitària y Grupo Gheisa vamos a hacer una agencia-escuela. Vamos a crear un modelo de transición entre la formación y la experiencia práctica. La agencia de viajes puede hacer muchas más cosas de las que la gente se imagina, mucho más que distribuir folletos de destinos. La agencia puede y debe transformar, mejorar y cambiar el folleto, pero los alumnos no están entrenados para eso. Vamos a formarlos para ello, porque un buen profesional de agencia es un dinamizador del turismo, que puede llegar hasta crear producto turístico. Cuando se hizo público el acuerdo con Florida Universitària, vino alguien de la Universidad a decirme que era una buena idea, pero que él no podía hacer eso. Le contesté que Florida sí podía hacerlo.

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Ana Company (Fundación Florida).- Hace poco hemos tenido la revisión del título de Turismo y cuando hacemos las auditorías de revisión de los mismos, una de las cosas que valoran es qué se está haciendo en relación con las empresas, cómo se acercan las empresas a las aulas, cómo se tienen en cuenta las necesidades de la empresa, las experiencias internacionales, los idiomas, etc. Pero el sistema universitario está muy encorsetado y es muy difícil moverlo.

La responsabilidad de formación en las empresas simplemente pasa por encontrar fórmulas de acercamiento. Nosotros en Florida ya lo hacemos. Llevamos a cabo jornadas de desarrollo profesional dónde buscamos exalumnos nuestros con experiencia emprendedora, para que cuenten lo que han hecho, de forma que el alumnado vea esa experiencia mucho más cercana.

Cristina Serrano (Grado Leinn y Valencia LAB)

En cuanto a prácticas, se pueden desarrollar un máximo de 720 horas en toda una titulación universitaria, pero les incentivamos a que hagan el máximo de prácticas voluntarias. Trabajamos con las empresas para ayudar a las personas a tutelar a los alumnos ya que muchas veces estas no saben cómo hacerlo ya que nadie les ha enseñado. También es nuestro papel enseñar a las empresas a tutelar las prácticas.

Y hay otras formas. Por ejemplo, visitas a empresas: el alumnado está dos horas en la empresa, ven el sistema productivo, les cuentan lo que hacen y cómo se organizan. Es una formación valiosísima y una forma muy fácil de colaborar. Tenemos que ser capaces de encontrar esa interacción pisando las empresas.

Cristina Serrano (Grado Leinn – ValenciaLAB).- Siguiendo la línea de premiar el éxito, Leinn tiene un 96 % de empleabilidad. Hay una diferencia enorme con otras titulaciones. ¿Son más o menos listos que otros alumnos? No creo que sea una cuestión de inteligencia, pero estos alumnos llevan cuatro años pisando calle. Yo los he visto en Finlandia, aprendiendo a vender sus productos pese a estar a 2ºC bajo cero. Y cuando les preguntas cuál es uno de los mejores días que recuerdan, te dicen el de Finlandia.

Con las empresas reales que los alumnos crean en el grado Leinn desde primero en ValenciaLAB pasa algo parecido: cuando llegan las vacaciones ellos no paran, porque tienen una empresa y ellos deciden, como empresa, qué vacaciones tienen.

Pere Soriano (Florida Universitària).- En el año 2000, en las conferencias en las que nos juntábamos con el estamento empresarial, nos preguntábamos “¿dónde van a hacer prácticas todos los alumnos universitarios españoles que lleguen a cuarto o estén en máster, si encima están los de FP de grado medio y superior, más todos los que son de formación para el empleo?”. Pues bien, no han habido problemas. Han habido dificultades, más de planificación y de concepto que no problemas estructurales porque no haya suficientes empresas para poder ofrecer prácticas a los alumnos. En los siete años de crisis no hemos tenido especiales problemas para colocar a los 1.400 alumnos que podemos tener en prácticas anualmente. Y en estos momentos, tenemos alumnos que están haciendo prácticas de más de 300 horas.

César Taboas (Royo Group)

Hay una cuestión metodológica de lo que son las prácticas, que la Universidad debe cambiar de común acuerdo con las empresas. Las prácticas en empresas debemos modificarlas metodológica y pedagógicamente, para que tengan más sentido de aprendizaje desde la práctica; no de ir a hacer algo cuando se supone que me lo sé todo, sino de estar aprendiendo, que no es otra cosa que lo que hacemos en la Universidad: investigar.

César Taboas (Royo Group).- Quiero ser optimista y pienso que el tejido educativo acabará adaptándose sí o sí porque, en caso contrario, el sistema no podrá sostenerse. Y acciones se pueden hacer muchas. La Universidad tendrá que acercarse a la empresa y esta a la universidad.

Pere Soriano (Florida Universitària).- Las cosas están cambiando y lo que estamos haciendo ahora las universidades es ese proceso de cambio, de forma que el saber no solo lo tenemos nosotros, ni muchísimo menos; las formas de enseñar y las formas de aprender están en constante cambio y nosotros necesariamente tenemos que estar también en ese cambio.