El primer elemento diferencial del modelo Altair cuando aborda proyectos de desarrollo de negocio es que “para nosotros, todos los proyectos son un trabajo conjunto con la empresa. Nuestro trabajo nunca se limita al despacho, sino que nos implicamos con la empresa que nos ha contratado, para hacerla mejorar. Estamos hablando, por tanto, de trabajo en equipo; nos convertimos en aliados prácticos de nuestros clientes, tanto en la definición del modelo estratégico, como en la gestión y desarrollo del día a día”.

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Un segundo elemento diferencial del modelo Altair es “nuestra flexibilidad y la capacidad adaptativa a los requerimientos del cliente. La metodología de trabajo será la que corresponda según el proyecto contratado, pero el desarrollo del mismo lo adaptamos a sus circunstancias. Además, las oportunidades de mejora que van detectándose en los procesos, se implantan desde el mismo momento en que afloran; no esperamos a la finalización del proyecto para ello, con lo que la mejora se evidencia día a día y semana a semana”.

El tercer elemento diferencial, en este caso referido a los proyectos de dinamización de ventas, “es nuestra metodología de definición e implantación de procedimientos y normativas comerciales, que da resultados tangibles en el incremento de la cifra de negocio del cliente, según nos demuestra la experiencia en todos los casos prácticos abordados”.