La depreciación del euro beneficia a la economía valenciana
En un año, el euro se ha depreciado un 20% respecto al dólar. Si en marzo de 2014 cotizaba a 1,39 dólares, en la actualidad está 1,107.
La ralentización del crecimiento en la eurozona, la política económica expansiva del BCE con mínimos tipos de interés y la compra de deuda soberana son algunas de las razones de esta depreciación. Hay que añadir también la incógnita que supone la deriva griega y el estancamiento económico de Alemania.
Por contra, la Reserva Federal aumenta el tipo de interés y la mejor situación empresarial impulsa la inversión en renta variable y fija en Estados Unidos.
Este hecho, sin embargo, ha resultado beneficioso para la economía valenciana que ven impulsadas sus exportaciones de bienes y servicios con un euro más barato. Las exportaciones valencianas van a ser más competitivas por precio en los mercados internacionales fuera de la zona euro –compensando en algunos países un crecimiento económico más moderado-, lo que implicará un crecimiento de las mismas a lo largo del presente año. Las empresas valencianas han de aprovechar que son más competitivas en el exterior para posicionarse en nuevos mercados y afianzarse en los que ya operan.
Otro de los sectores beneficiados será el turismo, ya que a los extranjeros les está resultando más barato visitar países del euro.
Según un estudio de la Cámara de Comercio de Valencia, otro aspecto positivo de la depreciación cambiaria afecta también positivamente al sector inmobiliario, dado que se conjugan dos factores: la caída de los precios de los inmuebles en los últimos años y la caída del precio del euro. Por tanto, se espera que se produzca un significativo incremento de las compras de inmuebles residenciales (sobre todo de segunda residencia) por parte de extranjeros, reduciendo el exceso de oferta que actualmente. De hecho, en los tres primeros trimestres de 2014, las ventas de viviendas a extranjeros se incrementó un 22% en la Comunidad Valenciana.
Por último, según el citado estudio, la economía valenciana se ha vuelto más atractiva para los inversores extranjeros en capital productivo (empresas, bonos, acciones,…), dado que al menor precio de los activos nominados en euros, se le une la recuperación de la actividad económica, de los márgenes empresariales, dentro de un marco de estabilidad salarial, social y político. Asimismo, y al margen de la cotización del euro la confianza de los inversores en la economía española es positiva (la prima de riesgo se sitúa en 95 puntos básicos).
Por el contrario, para el mercado interior y las empresas valencianas, los precios de los bienes importados nominados en dólares y otras dividas se han encarecido. Dicho aumento de los precios está siendo parcialmente compensado por el descenso de otros costes, como es el de la energía. La incidencia sobre la inflación no es especialmente negativa dado que no existe un demanda interna fuerte que presione al alza los precios y la tasa de inflación se sitúa actualmente en tasas negativas (-1,1% en febrero).