Gonzalo Boronat, director general de GB Consultores Financieros, Legales y Tributarios

– ¿Es necesario que la empresa valenciana se internacionalice? En tal caso, ¿Qué recomendaciones puede dar a las empresas que emprendan esta aventura?

– GB Consultores siempre ha abogado por la salida al exterior, no solo desde el punto de vista de la exportación, sino mediante la implantación en otros mercados. Nuestras recomendaciones son siempre, antes de  penetrar en cualquier mercado, contar con un estudio de internacionalización de la empresa, contemplando varios escenarios y con visión a medio-largo plazo. Hay que preparar a la empresa primero para iniciar ese proceso.

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Asimismo, hay que tener en cuenta que antes de emprender cualquier viaje empresarial fuera de las fronteras nacionales, la empresa debe tener una estructura consolidada y la capacidad financiera para el desarrollo del Departamento Internacional (sea interno o externo), considerar que los resultados no son inmediatos y que solo con recursos y paciencia es la única forma de seguir en el mercado.

En ese sentido, la internacionalización es importante, pero no necesaria. Internacionalizarse por el hecho de hacerlo, sin destino, objeto, programa o fines definidos, es un coste y un error. Es una necesidad estratégica, pero no todas las empresas pueden o deben internacionalizarse. Tenemos que conocer si nuestra empresa debe internacionalizarse o no, si es necesario que lo haga y, especialmente, qué recursos va a invertir en el proceso y qué pérdidas puede soportar (‘stop-loss’) de no materializarse nuestras expectativas. Además, la variable tiempo (adecuación de las inversiones a los resultados obtenidos) es muy importante.

– Aquellas empresas que por la razón que sea no puedan internacionalizarse, ¿qué otras estrategias pueden adoptar para crecer y enfrentarse a las dificultades actuales?

– Somos conscientes de que no todas las empresas podrán contar con los recursos necesarios para afrontar un proceso de internacionalización, por lo que recomendamos la constitución de consorcios, acuerdos de colaboración tipo ‘joint-venture’, UTE, etc., para abaratar el coste y estar acompañados en todo el proceso por otro socio empresarial.