– ¿Cómo se está adaptando FBS a la actual situación económica?

– Hemos aplicado las mismas claves estratégicas que muchos negocios han tenido que tomar, con firmeza y con la seguridad de contar con el apoyo de nuestros patronos, empresarios de primer nivel que apuestan por una escuela de negocios en Alicante que sea referencia nacional y con proyección internacional.

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Así pues, hemos concentrado nuestro producto, mejorándolo y creando el MBA Fundesem, y al mismo tiempo se han creado las escuelas Business Education, Executive Education, Law School, Language Training; que ofrecen un amplio y completo catálogo de formación directiva para todas las necesidades del empresario.

– Desde 2008 y hasta la actualidad,  ¿Puede valorar cómo ha evolucionado la demanda de formación directiva?

– En los primeros años de la crisis los directivos que pasaban a dejar su puesto laboral, de forma pactada o forzada, estaban en un momento en el que disponían de capacidad de inversión y tiempo para reciclarse, esto generó un auténtico boom en la formación, no sólo directiva, sino en todo tipo de cursos superiores y programas largos llamados másteres.

Evidentemente, a medida que la situación de recesión se fue prolongando en el tiempo se han terminado por agotar los recursos disponibles de estos perfiles.

Por ello, la inversión en formación ha seguido una tendencia de contracción, en la que quien invertía esperaba un retorno rápido; bien en nuevos ingresos por un nuevo puesto o bien por conseguir mantener su empleo ante una inminente reestructuración en su departamento o empresa.

En estos últimos años la oferta sigue creciendo, con una clara diferenciación entre productos de calidad y formación a precio reducido. Nuevos medios de formación online, una competencia en precio y una preocupante caída en la calidad de la formación ha hecho que el cliente acabe por sentirse defraudado tras comprobar que no con todos los cursos se obtiene lo deseado ni todo lo que dice ser un máster tiene ese marchamo de calidad.

– ¿Cómo distinguiría el perfil de los alumnos actuales respecto al de antes de la crisis?

– De nuestra experiencia, sin duda, puedo afirmar que se definen por su gran interés por sacar el máximo partido a su formación y el compromiso por conseguir sus objetivos personales y empresariales.

El perfil del alumno es más variado que nunca, ya que muchos buscan reinventarse a través de la formación, cambian y revisan su plan de vida personal y profesional. Muchos por la necesidad pero otros muchos por iniciativa propia.

Estamos ante un perfil de alumno dispuesto a entregarse y con un alto nivel de exigencia. Un cliente exigente es lo mejor que le puede pasar al mundo de la formación directiva.

– En la escuela de negocios que usted representa, ¿qué habilidades /conocimientos considera que deben trasladar para introducir una nueva cultura en una organización?

– No hay que olvidar que dentro del panorama de las empresas españolas, y en concreto las de la Comunidad Valenciana, un alto porcentaje son pymes y, en su mayoría, empresas familiares. Sin duda la cultura de estas organizaciones es algo prácticamente intrínseco y no una derivada organizacional.

Nuestro deber es colaborar en la mejora de la gestión empresarial y eso no necesariamente significa cambiar la cultura de una empresa, en muchos casos se trata de reencontrarse con esa cultura que fundó, a través del esfuerzo, la honradez y las ganas de superación, la propia empresa.

– ¿Cómo abordan los aspectos éticos ligados a la práctica directiva?

– Para nosotros los valores empresariales tienen mucho que decir ante esta nueva realidad socio-económica. Huelga decir que la falta de confianza que el individuo demuestra frente a instituciones y organismos está más que justificada, tras el proceder poco honesto y la falta de rigor en las mismas. Si bien grandes y reputados analistas aún discuten las distintas vías económicas y fiscales para salir de esta recesión global, casi todos coinciden en señalar en que las causas son de origen moral.

Desde nuestra institución haríamos un flaco favor a la sociedad si nuestros alumnos no tuvieran el concepto de participación responsable en la sociedad, de ser actores con responsabilidad. Asignaturas incluidas en el MBA Fundesem como Responsabilidad Social Corporativa son algo más que un conjunto de horas lectivas.

Al mismo tiempo, actos y eventos sociales que la Fundación promueve quieren crear esas dinámicas para acercar y revertir en la sociedad los beneficios, económicos y no económicos, de una buena gestión empresarial.