Lunes, 18 de Noviembre de 2024
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¿Qué es y cómo calcular el EBITDA?

Las organizaciones, independientemente del sector de la actividad al que se orienten, tienen como propósito general y principal ser rentables a lo largo del tiempo, por lo que los análisis en materia económica tienden a hacerse de forma regular, apoyados mediante indicadores financieros que reflejarán el estatus de la organización en determinado momento.

Los indicadores financieros guiarán, a los inversionistas e involucrados, sobre el rumbo que deberá seguir o tomar la organización en cuestión para garantizar que se obtengan las ganancias estimadas o planificadas. Uno de los indicadores financieros más importante y mayormente utilizado como “guía” para un análisis primordial es el caso del indicador EBITDA, siendo este uno de los más conocidos en el área financiera.

¿Qué es y cómo calcular el EBITDA?

¿Qué es Ebitda?

EBITDA, es un acrónimo cuyo significado (en inglés) es Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization (EBITDA) y significa ganancia/beneficio antes de intereses, impuestos, depreciación (provisiones) y amortización, es decir, analiza de forma numérica (cuantitativa) la capacidad que tiene una organización o empresa de generar beneficios.

El EBITDA es un indicador que hace referencia al beneficio bruto de explotación calculado antes de la deducibilidad de los gastos financieros o fiscales (los excluye), pudiendo resultar este valor positivo o negativo. A pesar de que no forma parte de los resultados contables, el Banco de España reconoce que este indicador se suele utilizar para valorar empresas y que es uno de los más mencionados entre las empresas no financieras.

¿Cómo calcular el Ebitda?

Ahora que ya sabes qué es Ebitda, veamos cómo calcularlo. Suele hacerse mediante la siguiente fórmula:

EBITDA = Resultado de la explotación (EBIT) + Depreciaciones (provisiones) + Amortizaciones

EBITDA = (Ingresos – costes fijos – gastos de administración y ventas) + Depreciaciones (provisiones) + Amortizaciones

En cuanto a los costes fijos y los gastos de administración ventas, estos hacen referencia a costes de personal, publicidad, alquiler, servicios: agua, luz, teléfono, internet; renovación de equipos, etc. En el caso de las amortizaciones, estas incluyen la amortización de bienes tangibles y la amortización de bienes intangibles, y en el caso de la depreciación, esta incluye el deterioro de valor de activos, incluyendo inventarios.

Es importante recordar que el valor es un resultado muy puro, que no tiene en cuenta determinadas circunstancias, por lo que este indicador no refleja la situación financiera real, sino que viene a reflejar una interpretación de la probabilidad de que un proyecto pueda generar liquidez o no. Puede darse el caso de una organización o empresa con un EBITDA muy elevado, pero a su vez con una deuda muy elevada, por lo que se recomienda (si se desea establecer la situación financiera real de una organización) compararlo con otros indicadores (como ventas y valor de la empresa, entre otros). Su uso se recomienda mayormente a nivel interno, como por ejemplo en informes de gestión.

Ejemplos

El cálculo del EBITDA, es un cálculo bastante sencillo, pero a continuación se detalla un ejemplo para una organización X. Supongamos, que esta empresa X obtuvo unos ingresos netos de 200.000 €, gastos administrativos de 50.000 €, costes de ventas de 70.000 €, 10.000 € correspondientes a amortización y 20.000 € de depreciación. Así entonces:

EBITDA = (Ingresos – costos fijos – gastos de administración y ventas) + Depreciaciones (provisiones) + Amortizaciones

EBITDA = (200.000 € – 70.000 € – 50.000 €) + 10.000 € + 20.000 €

EBITDA = 80.000 € + 10.000 € + 20.000 €

EBITDA = 120.000 €

¿Para qué sirve el Ebitda?

El indicador EBITDA suele ser utilizado principalmente para saber si un proyecto puede ser o no ser rentable, es decir, refleja los resultados de un proyecto sin incluir los ítems financieros o fiscales.  El EBITDA no debe ser usado como el flujo total de caja, sino como un indicador a nivel interno para la toma de decisiones en cuanto a rentabilidad de una idea o proyecto. Es un valor que refleja un beneficio bruto de explotación.

Es importante mencionar además que si el valor de EBITDA es favorable (positivo), es decir, refleja rentabilidad, de igual forma no será una rentabilidad absoluta contra viento y marea, ya que también dependerá de cómo lo financie la empresa u organización, de la fiscalidad que se realice, así como de la toma de decisiones que se efectúe durante la realización del proyecto.

Por otro lado, el cálculo del EBITDA permite que la empresa pueda compararse con otras del sector, ya que para este cálculo no se incluyen los normativas o impuestos de cada país. Es además un índice que puede calcularse de forma rápida y sencilla.

¿Qué aplicación tiene este indicador en bolsa?

El EBITDA es uno de los índices más utilizados por los inversores, sobre todo para aquellos que apuestan por la bolsa, ya que este les permite intuir cuán atractivas son las acciones de una compañía. El EBITDA da una idea a los inversores sobre cuánto dinero podría generar una empresa para así decidir si invertir en ella antes de entregar el pago a los acreedores.

¿Qué diferencias hay entre Ebitda y Ebit?

El EBIT (acrónimo para Earnings Before Interest and Taxes) también es un indicador financiero, pero a diferencia de EBITDA, este solo tiene en cuenta las ganancias o los beneficios antes de los intereses y los impuestos, sin considerar la depreciación y la amortización.

El EBIT además forma parte del cálculo del EBITDA, tal como se muestra en la siguiente fórmula:

EBITDA = Resultado de la explotación (EBIT) + Depreciaciones (provisiones) + Amortizaciones

¿Qué diferencias hay entre DFN y Ebit?

El DFN indica la capacidad que tiene el emisor de adquirir una deuda adicional y refinanciar la deuda que está por vencer, por lo que a diferencia del EBIT, el DFN es más significativo para evaluar el apalancamiento de los emisores de deudas. Es un término bastante utilizado dentro de Europa (con los datos cerrados a final año), ya que refleja la relación entre la deuda neta y los fondos (ingresos) de los accionistas.

¿Qué significa un Ebitda negativo?

Un valor de EBITDA negativo refleja que determinado proyecto no es viable, por lo que muchas empresas lo utilizan como motivo o justificación suficiente para saber que dicho proyecto no generará los beneficios o ganancias esperadas.

¿Cuándo se considera óptimo?

El nivel óptimo de EBITDA va de la mano con el sector económico al que pertenezca dicho proyecto (ya que por ejemplo el sector tecnológico generalmente tendrá una mayor deuda que el sector agroalimentario), así como el nivel de apalancamiento que se tenga, por lo que no siempre una deuda es sinónimo de un panorama negativo, ya que si se poseen los recursos para pagarla entonces no será un factor negativo. En base a ello, se puede concluir que el mejor EBITDA es aquel que sea positivo y que en caso de tener una deuda, se tengan los recursos para pagarla progresivamente.

Si quieres conocer los EBITDA de las empresas españolas, puedes consultar siempre que quieras los rankings por EBITDA de empresas españolas por sector y provincia.

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