Cuando se realizan ciertas diligencias legales, se adquiere algún tipo de bien, se recibe una herencia, se firma un contrato, etc. Se debe registrar ante un notario que dé fe de la veracidad y legalidad del trámite. Así que, muchas veces a lo largo de nuestra vida vamos a necesitar de sus servicios. Los notarios y registradores son funcionarios que desempeñan un papel primordial en el ámbito jurídico. Y su función principal es la de dar fe, registrar e intermediar en asuntos extrajudiciales.
¿Qué es un Notario?
El notario es un profesional del derecho que avala y da fe de determinadas actuaciones legales. Su trabajo consiste en dar fe de la exactitud y legalidad de cualquier acto o asunto extrajudicial tal como, la firma de contratos, la adquisición de propiedades, etc. Esto lo hace estampando su firma y sello en los documentos correspondientes. Bien sea en los casos, cuando el carácter legal del trámite así lo exija, o simplemente cuando los intervinientes desean darle un carácter público a las escrituras.
Esto ha hecho que los notarios sean cada vez más necesarios y tengan mayor demanda en la sociedad actual. Pues su actuación y aval, dan carácter de auténticas a las escrituras y actos que requieren de fuerza probatoria y autenticidad. De esta manera, mediante su firma avalan que el contenido de estas y otras declaraciones se presuma de toda veracidad y exactitud. Por ende, los clientes acuden a un notario cuando quieren protegerse ante una posible demanda o simplemente darle validez legal a su documento.
Funciones de un notario
Son muchas las funciones que puede cumplir un notario asesorando a las partes y dando fe del carácter legal del trámite que atestigua. Entre ellas, las más comunes son posiblemente:
- La constitución y en algunos casos la liquidación de sociedades civiles y/o mercantiles.
- Otorgamiento y ejecución de testamentos, donaciones y herencias.
- Firma de contratos y autenticación de los estatutos que regirán el funcionamiento de algunas sociedades.
- Cesión de poderes entre particulares o de carácter mercantil.
- Divorcios de común acuerdo siempre que no existan hijos menores.
Un notario puede participar en todos los procedimientos que requieren del visto bueno y firma de un abogado para darle carácter legal. Una vez que los actos tienen la firma del notario, puede decirse que el documento tiene validez jurídica. De esta forma, estos profesionales se convierten en una especie de validadores de asuntos de gran importancia para las personas. No importa el tipo de documento, con su firma el notario da fe que este cumple con todos los requisitos de ley.
¿Qué es el Registrador de la Propiedad?
El registrador de la propiedad es un funcionario público dependiente del estado que se encarga como su nombre lo indica, de registrar y llevar el control de los registros de las sociedades mercantiles y las propiedades muebles o inmuebles que compran y venden los ciudadanos. Es obligación del registrador de la propiedad inscribir ante los organismos competentes el nombre del dueño del activo y los datos de la transacción que le otorga el derecho real sobre los bienes en cuestión.
Como ya hemos visto, el campo de acción de los registradores no se limita solo a bienes inmuebles, también existen los registradores de bienes muebles, que hacen lo mismo, pero con todo tipo de bienes no inmuebles. Y los registradores mercantiles cuya función principal es el registro de sociedades mercantiles. Sin embargo, en todos los casos, se encargan de registrar los títulos de propiedad correspondientes, y brindar asesoría respecto a los impuestos a pagar y los pasos que se deben cumplir ante la ley.
Funciones de un registrador
El registrador tiene la función de registrar y gestionar todo lo relacionado con activos comerciales. Por ello, pueden darnos la titularidad de una propiedad, mueble o inmueble y pueden ayudarnos con cualquier disputa que exista al respecto. Además, a la hora de fundar una empresa, el registrador tiene la potestad de anotar los administradores, capital social y mucho más. Todo esto le da un papel preponderante, ya que es una extensión del estado ante las personas naturales y jurídicas que quieren hacer negocios de forma lícita.
También es responsabilidad del registrador, el resguardo y protección de todos los archivos y registros de la oficina a su cargo. Juzgar la capacidad legal de las personas que firman los documentos que se pretenden registrar. Evaluar la legalidad de los documentos que se presentan a registrar. Dar validez a las escrituras públicas. Autorizar los asientos o modificaciones que se realicen a los documentos. Brindar la información y asesoría necesaria relacionada con el trámite de registro de escrituras públicas.
Diferencias entre notarios y registradores
Los notarios y registradores tienen diferencias muy puntuales. Por su parte, los registradores son necesarios en procesos relacionados con activos como propiedades, bienes muebles y/o mercantiles. Su deber es dar fe ante la ley de la propiedad de determinado bien. Mientras que, los notarios son necesarios en actuaciones en las que es indispensable la firma de un profesional del derecho. Como por ejemplo en los procesos de herencias, divorcios, apoderamientos y todo proceso que requiera el visto bueno de un funcionario.
Sin embargo, aunque los notarios y registradores se diferencian claramente entre sí, se complementan para dar un mejor servicio a los clientes. Ambos son funcionarios que poseen estudios de derecho y que tienen la potestad de firmar documentos de carácter legal. De esta manera, se puede elegir uno u otro dependiendo del proceso en cuestión que tengamos pendiente. Si estamos ante la disputa de un bien, no hay mejor opción que un registrador, pero si es un asunto contractual, la mejor alternativa será la del notario.
¿Cuándo buscar notarios y registradores?
Son muchas las situaciones en las que debemos acudir a un notario o un registrador ya sea juntos o por separado. Por ejemplo, si vamos a abrir una nueva empresa necesitaremos de estos dos profesionales para crear los estatutos de la sociedad y el registro del documento de propiedad. De esta manera, se llenarán todos los requisitos y se cuenta con la asesoría necesaria sobre los principios y reglas que deben cumplir para que la empresa cumpla los objetivos propuestos.
Por otro lado, cuando hay herencias producto de la muerte de un familiar, el otorgamiento de un poder, o hasta un divorcio, etc. El notario puede ayudar en todo el proceso de asignación de recursos. En cambio, si se trata de la compra, venta o adquisición de alguna propiedad o bien, se requiere de la actuación de un registrador que legalice, de fe y registre la transacción que se realiza. Como podemos ver, los notarios y registradores juegan un rol indispensable para personas naturales y jurídicas.