El emprendimiento social es bienvenido en Chile

Los emprendedores chilenos saben que pueden mejorar la sociedad

Siempre ha sido un país históricamente muy buen valorado, gracias, sobre todo, a su libre mercado y a la facilidad que ofrece para la apertura de nuevos negocios. Ahora, que sea bien valorado en cuanto a emprendimiento social es una gran noticia para Chile, ya que esta nueva forma de emprender persigue poner en marcha buenas ideas de negocio, pero además, teniendo en cuenta que éstas ayuden también a resolver problemas sociales y ambientales, dando siempre prioridad al bienestar social.

Chile es un buen país para emprender socialmente, ya que es un país muy fértil para el emprendimiento en general, así según datos del Global Entrepreneurship Monitor la cantidad de emprendedores que está desarrollando proyectos en etapas tempranas en este país alcanza un 26,8%, situándose como una de las tasas más altas de la OCDE.

En Chile existe una potente red encargada de interconectar a las distintas figuras que intervienen en el proceso del emprendimiento. La red está formada por agencias gubernamentales, ONGs, redes de mentores, incubadoras y centros universitarios. Todos ellos suponen un apoyo inestimable para el emprendimiento social.

La sociedad chilena

La sociedad chilena es consciente actualmente de que con su trabajo, y sus ideas de negocio, puede mejorar la sociedad y el entorno en el que vive. De esta forma, el emprendimiento social resuelve cada vez más aquellos problemas sociales específicos e importantes que el propio gobierno del país no ha podido resolver de forma adecuada.

Una de las emprendedoras sociales destacadas del país, Ximena Muñoz, cree que tras esta escalada del emprendimiento social en Chile hay varios motivos, y de entre ellos destaca el hecho de que ahora existe una generación de jóvenes y adultos que ha tenido muchas oportunidades, y que ha recibido una educación muy global.

Son estas generaciones las que, en opinión de Ximena, han tomado los problemas sociales como referencia para transformarlos en modelo de negocio, cuyo impacto social es muy grande, pero que al mismo tiempo resultan ser negocios muy rentables.

Otros destacados emprendedores chilenos apuntan hacia otros factores que también han influido en que Chile destaque en emprendimiento social. Por un lado, creen que el pueblo chileno se caracteriza por su solidaridad, además de ser un pueblo que busca forjar cambios reales generando oportunidades y buscando una colaboración.

El apoyo del Estado, mediante el Ministerio de Economía y de Corfo, así como el apoyo de Sistema B, Socialab y Ashoka, también han influido a la hora de fomentar el emprendimiento social chileno. Cada vez son más los jóvenes chilenos que al graduarse persiguen obtener algo más que beneficio económico de sus proyectos laborales; ahora, se busca también crear o pertenecer a organizaciones con propósitos e impactos sociales tanto a pequeña como a mediana o gran escala.

Aunque muchos emprendedores afirman que en Chile no es necesario contar con un título o un doctorado para poder emprender, ni para hacerlo con éxito tanto económica como socialmente, son muchos los que se deciden a apostar por sus talentos o aptitudes, aunque no dispongan de una titulación oficial, para lograr generar impacto en la sociedad, buscando conseguir cambios reales y generar oportunidades.

Cambios que faltan por venir

A pesar de ser un país bien posicionado respecto al emprendimiento social, a Chile aún le queda camino por recorrer para hacer aún mejor las cosas. Entre sus tareas pendientes se encuentra mejorar las opciones de financiación. A día de hoy, la gran mayoría de sus emprendedores sociales han iniciado sus proyectos con recursos propios o de sus familiares.

Los problemas relacionados con la desigualdad social, la descentralización y, la todavía presente, falta de oportunidades, son otros de los puntos que el país debería mejorar para apoyar de forma eficaz al emprendimiento social.

Por último, muchos destacan que por muchas iniciativas sociales que estén surgiendo, todavía queda mucho trabajo por hacer para lograr vincular de una forma más directa a los futuros emprendedores con cada uno de los barrios del país y con sus problemáticas.

Chile, país de emprendimiento social

A pesar de los puntos que aún le quedan por pulir, y pese a que no existe un marco legal para emprender en el país, los ciudadanos chilenos siguen apostando por este modelo de negocio y se están haciendo un buen espacio en el ecosistema empresarial del país bajo diferentes formas societarias.

Mientras los emprendedores sociales en Chile crecen en número e importancia, el país prepara un proyecto de ley para reconocer y apoyar de la forma más adecuada a estas nuevas empresas.

*Corfo: Corporación de Fomento de la Producción. Organismo ejecutor de las políticas gubernamentales en el ámbito del emprendimiento y la innovación, creando las condiciones para lograr construir una sociedad de oportunidades.

*Sistema B: Una empresa B es un tipo de empresa que usa el poder del mercado para dar soluciones concretas a problemas sociales y ambientales. sistemab.org es una comunidad que busca construir ecosistemas favorables para fortalecer este tipo de empresas, enfocándose a una economía en la que el éxito se mida a través del bienestar de las personas, las sociedades y el medio ambiente.

*Socialab: Una comunidad que, a través de convocatorias de innovación abierta, apoya soluciones, ayudando a personas, empresas y organizaciones a construir un mundo mejor. Desde Socialab creen y apuestan por un modelo de desarrollo basado en la empatía, la colaboración y la creatividad del ser humano, resolviendo con ello los grandes problemas de la humanidad.

*Ashoka: Es la mayor red de emprendedores sociales del mundo. Global, independiente y sin ánimo de lucro, esta organización lidera la apuesta por la innovación y el emprendimiento social.

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