Desde la consultora BeFranquicia han querido analizar el magnífico momento por el que pasa la actividad en la franquicia inmobiliaria. Los años duros que hemos vivido de crisis económica afectaron de forma producto al sector, asistiendo a un nuevo boom inmobiliario que ha crecido de forma controlada y con unos cimientos sólidos.

Parece, según Carlos Blanco de Córdova, fundador y socio director de Be Franquicia, que la sacudida de la crisis y el estallido de la burbuja hicieron tambalearse fuertemente al sector, pero esto afortunadamente ya ha pasado. El saneamiento que se ha realizado tiene como consecuencia que las franquicias inmobiliarias se han reinventado y ello ha provocado nuevas estrategias a la hora de expansionarse.

Actualmente estamos en un negocio con posibilidades de expansión

Esta realidad podemos verla, tanto en los estudios privados de su propia elaboración como en las estadísticas oficiales de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), donde los datos del sector son indicadores de esta recuperación. A finales del 2011 la actividad pasó a tocar fondo, con solo 19 redes operativas, 1127 establecimientos y facturaban 198,5 millones de euros. Al cierre de 2016, operaban 34 cadenas, 1287 locales y se facturó 287,7 millones de euros.

Carlos Blanco de Córdova además expresa que nada hace indicar que vaya a generarse otra burbuja inmobiliaria, pues en esta nueva etapa las marcas han aprendido la lección y el crecimiento se está produciendo con sentido común y una serie de expansiones controladas. Podemos decir que va más allá, puesto que es un buen momento para invertir y poner en marcha una franquicia inmobiliaria.

Podemos decir que el mercado inmobiliario ahora sí que comienza a emerger después de un largo periodo de penurias. En total, ya se han producido tres años seguidos con cifras positivas. Según el INE (Instituto Nacional de Estadística), la compraventa de vivienda pasó a dispararse en un 13,6% en 2016, lo que dejó bien claro que el sector está repuntando y especialmente si hablamos del sistema de franquicias, en donde cada vez existen más interesados por abrir una inmobiliaria que, por otra parte, necesita de inversiones asequibles para que pueda funcionar.

Estamos pues, ante una magnífica oportunidad para todos los que quieran invertir en un sector que vive un periodo de bonanza, algo que quien más quien menos lo habrá notado al ver las nuevas aperturas de establecimientos a lo largo y ancho de nuestra geografía, pero parece que con más mesura, los fatídicos efectos de la burbuja parece que esta vez sí, actúan de freno.