Inventos que se convirtieron en vitales para los negocios
Son muchos los inventos que han ido surgiendo para hacernos la vida más sencilla y cómoda. Algunos, con gran relevancia y repercusión, se instalaron entre nosotros para que ya no supiésemos vivir sin ellos como, por ejemplo, las lavadoras, los controles remotos o los microondas, que ya no pueden faltar en los hogares. Otros, cambiaron radicalmente el modo de hacer negocios.
Lo que todos ellos tienen en común es que con el paso del tiempo se han ido perfeccionando para ofrecer mejores prestaciones, ser más respetuosos con el medio ambiente o conseguir mantener comunicado al mundo entero sin importar en qué parte de él estemos. Vamos a conocer algunos inventos que en su día supusieron una revolución y que hoy son parte fundamental en los negocios.
Las baterías. Las podemos encontrar de muchas formas y tamaños, desde las celdas en miniatura que se utilizan en audífonos y relojes de pulsera, a los bancos de baterías del tamaño de las habitaciones que proporcionan energía de reserva a las centrales Telefónicas y ordenadores de centros de datos. Fue en 1800 cuando el italiano Alessandro Volta comunicó su invento a la Royal Society: la pila. Muchos se fijaron en este invento, y trataron de ir modificándolo y mejorándolo hasta llegar a la década de 1980, cuando el químico estadounidense John B. Goodenough dirigió un equipo de investigación de Sony que produciría finalmente la batería de iones de litio, recargable y más estable que las anteriores. Ya en 1996, se lanzó al mercado la batería de polímero de ion de litio. Hoy en día las baterías son imprescindibles en multitud de objetos que usamos a diario.
El lenguaje de programación de software. Los ordenadores no hablan nuestro idioma, pero no por ello dejamos de usarlos continuamente para múltiples actividades, entre ellas: los negocios. Los primeros lenguajes de programación surgieron de las ideas de Charles Babagge, profesor en la Universidad de Cambridge e inventor inglés, con el que colaboró Ada Lovedly, quien realizó programas con tarjetas perforadas para la máquina analítica que Babagge tenía en mente. Ni la máquina llegó a construirse, ni el lenguaje de Lovedly llegó a ejecutarse, pero ambos supusieron el punto de partida de la programación. Hoy en día, y tras mucha investigación y trabajo, el mundo de la programación ha avanzado muchísimo, y es uno de los sectores con más demanda de empleo.
E-mail. El correo electrónico es sin duda un invento clave en el mundo de Internet y de la comunicación, ya sea personal o de negocios. Fue inventado por Ray Tomlinson, un programador informático que a finales de 1971 envió el primer e-mail de prueba entre dos ordenadores que estaban en la misma sala. Este primer correo electrónico o e-mail viajó por la red ARPANET, la precursora de Internet. Como curiosidad, Tomlinson se hizo más conocido por introducir el signo “@” (arroba) como identificativo de los correos electrónicos, que por enviar el primero de ellos. Gracias a él hoy en día es posible enviar un mensaje a cualquier persona del mundo que tenga dirección de correo electrónico.
Las videoconferencias. Inventadas por los Laboratorios Bell. La primera videoconferencia se realizó con el Picturephone (comercializado por AT&T) en las instalaciones de la Feria Mundial en Queens (NY), en abril de 1964. No tuvo el éxito esperado, el fracaso de ventas del servicio fue tal que, 15 años después de ser lanzada al mercado, la opción de la videoconferencia dejó de comercializarse. Hoy en día ni su coste ni su uso requieren de tanta inversión, y aplicaciones como Skype o Google Hangouts son muy usadas. Pero con todo ello, las videoconferencias no alcanzan el calado de las llamadas de voz o la comunicación por mensajes. Aunque son una buena herramienta de trabajo, y una gran opción para reuniones en la distancia, cuando los implicados no se encuentren en el mismo lugar.
Artículos relacionados
À Punt emite este sábado el tercer capítulo de la serie ‘Som coop’
Castellón acoge el VI Foro de Inteligencia Competitiva para la Internacionalización
CEV y el Ministerio harán seguimiento del avance en la recuperación del sector industrial