Esta marca comercial se crea hace dos años, empezando en sus inicios con una línea de bicicletas “Cruiser”, bicicletas playeras de estilo americano, incorporando después, una gama más amplia de bicicletas urbanas, tanto para hombre como para mujer. Hoy en día, el modelo que más rotación está teniendo es el “Foxi”, una bicicleta diseñada para la mujer.

Para poner en marcha Crazy Horse se necesitó un capital inicial de 50.000 euros. Antonio se introdujo en este negocio ya que “personalmente soy un amante de las bicicletas de toda la vida, y profesionalmente pensé que España es un país que tiene un potencial muy alto en cuanto uso de bicicleta urbana.”

Esta empresa ha crecido en sólo dos años un 10%. La estrategia que están siguiendo es asentarse en el sector y dar a conocer su marca para vender sus bicicletas al mayor número de puntos de venta posible en toda España.

Crazy Horse está formado por un equipo de entusiastas del mundo de la bicicleta que defienden la sostenibilidad, tomando el ejemplo del estilo de vida de ciudades europeas. Por ello el objetivo principal es saltar al resto del continente, “porque en Europa el uso de bicicletas es bastante más popular que en España, hay un mercado mucho más desarrollado”, comenta Antonio.

En esta empresa han apostado por una línea completamente diferente de lo que el resto de marcas están haciendo. “Pensamos que nuestros diseños clásicos de toda la vida nunca pasan de moda y nos queremos centrar en diseños de cuadros de los años 50, mejorándolos y adaptándolos a los tiempos de ahora, con colores bonitos y llamativos y unos accesorios modernos”, explica Antonio.

El éxito de esta empresa radica en que “la ventaja competitiva de nuestra línea de productos es el diseño, la exclusividad y el precio competitivo que ofrecemos”, concluye Antonio.