Teniendo en cuenta a toda la población, las cifras se pueden traducir en que los españoles toman al año 495.000.000 de litros de helado lo que serían 8.906 millones de bolas y su gasto en helado ascendería a 1938 millones de euros. Esto supone un 3,93% del gasto mundial en helados según ha desprendido el estudio de Constanza Business & Protocol School durante 2016.
España entre los mayores consumidores
Si nos paramos a pensar la densidad demográfica que tiene España y los países que más gastan helados de todo el mundo, solo estaríamos por detrás de nuestros vecinos italianos y alemanes e incluso estaríamos por delante de los australianos. Los italianos se dejan 67, 47 € al año por persona en helados, los alemanes se gastan 46,15 € anuales en este tipo de producto. En nuestro país la media está en 41,78 € mientras que en Australia estaría en 34,81 €. Los países que consumen una mayor cantidad de helado son los australianos, los italianos, los estadounidenses, españoles y canadienses con un consumo por habitante de 278, 219, 213, y 192 y 170 litros respectivamente.
En el sentido contrario los países donde se comen menos helados son Bélgica, Holanda, Brasil, México y Sudáfrica los mercados tradicionales continúan siendo los más relevantes en cuanto a consumo y gasto en helados del mundo, por lo que Estados Unidos, Italia y Alemania son los mercados de mayor relevancia aunque está previsto que China sea el mercado más importante para 2019 con una estimación de gasto en helados que podría llegar a ser de 10529 billones de euros lo que sería casi el 18% del mercado mundial.
En nuestro país el análisis de la escuela ha revelado que donde más se consume en España es en Andalucía, Cataluña, Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana. Las zonas en las que se gasta más en helado son precisamente donde más población hay. Independientemente de las comunidades y países, el informe ha revelado que los helados que más se consumen en el mundo son los individuales listos para tomar los cuales suponen un 39% del consumo mundial.
Mientras, los helados artesanales suponen el 37%, los helados para su consumo en el hogar un 20%, y el 4% restante se consume en forma de yogur helado, cuya categoría sigue atravesando un momento especialmente dulce después de vivir un auténtico período de boom hace al menos siete años.