Hablemos de la energía renovable y no renovable. La primera es la que obtenemos de la naturaleza, la no renovable es la que obtenemos de fuentes artificiales. Por ejemplo, un aerogenerador aprovecha la energía cinética del viento para generar electricidad. En cambio, los combustibles fósiles como el petróleo no son renovables porque no podemos crearlos de la nada (o al menos no fácilmente). Pero, ¿cómo afecta esto a nuestra vida en el día a día? ¿Qué diferencia hay en términos de sostenibilidad? Para responder a estas preguntas, he aquí algunas diferencias clave entre estas dos fuentes de energía.

¿Qué es la energía renovable?

La energía renovable es una fuente de energía que se repone de forma natural y que se genera a partir de recursos naturales como la luz solar, el viento, el agua, las plantas y el calor geotérmico. En otras palabras, es aquella que se obtiene de fuentes naturales inagotables. A diferencia de las fuentes no renovables, como los combustibles fósiles, por ejemplo. Además, no emiten gases de efecto invernadero ni agotan los recursos naturales.

Por otro lado, al comparar las fuentes de energía renovables y no renovables, encontramos que las primeras, tienen muchas ventajas sobre las segundas. Entre ellas, la rentabilidad, la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente. Sin embargo, las energías renovables pueden requerir cierto nivel de inversión inicial para su instalación. No obstante, los costes suelen recuperarse rápidamente y se traducen en facturas energéticas más bajas.

Diferencias entre una y otra

Entre las principales diferencias entre la energía renovable y no renovable podemos citar:

Las fuentes de energía renovables son ilimitadas. Incluyen la energía solar, eólica e hidráulica. Las fuentes de energía no renovables son limitadas; por ejemplo, el carbón un combustible fósil que se ha utilizado durante muchos años para producir electricidad y/o calentar los hogares.

Otra diferencia importante es el impacto ambiental. La energía renovable tiene un impacto ambiental mucho menor que la no renovable, ya que no emite gases de efecto invernadero ni agota los recursos naturales. Además, es generalmente más limpia y segura.

La energía renovable es más predecible y estable, puesto que su disponibilidad no depende de la exploración y extracción de recursos naturales. En cambio, la producción de la no renovable puede verse afectada por factores como la escasez de recursos, el precio de los combustibles, las fluctuaciones del mercado y las crisis políticas.

Por último, el coste de generar electricidad a partir de fuentes renovables, como los paneles solares, es más elevado que el de utilizar tecnologías tradicionales como los combustibles fósiles (las centrales eléctricas de carbón, por ejemplo). Sin embargo, resulta más económico en el mediano y largo plazo.

Importancia de encontrar fuentes de energía renovable

Una vez que conocemos la diferencia entre una y otra, resulta más fácil, entender que las fuentes de energía renovables son la mejor opción para nuestro planeta. Tienen muchas ventajas que las hacen más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente en comparación con las fuentes de energía no renovables.

La energía renovable es sostenible porque es inagotable, es decir, que no se agota con el tiempo. En cambio, los recursos no renovables como el petróleo y el gas acabarán agotándose si seguimos utilizándolos al mismo ritmo que hasta ahora (o más rápido). Esto significa que, si queremos que los hijos de nuestros hijos tengan electricidad dentro de cincuenta años, debemos encontrar y desarrollar nuevas fuentes de energía renovable ya.