De los 2,3 millones de posibles beneficiarios del IVA de caja, solo se
Del total, 10.385 altas corresponden a empresas y 11.184, a personas físicas, según han confirmado a Efe fuentes del Ministerio de Hacienda.
La medida, que permite retrasar el pago a Hacienda del IVA repercutido en las ventas hasta que se cobren las facturas, era una reivindicación de las propias organizaciones empresariales y de autónomos, si bien el número de altas ha resultado ser muy inferior a los 2,3 millones de potenciales beneficiarios.
El objetivo era ofrecer un elemento más de apoyo a la liquidez y necesidades de tesorería de las empresas, fundamentalmente de aquellas que contratan con la administración.
El Ministerio de Hacienda señala que la mejora del plazo medio de pago en la Administración General del Estado, que ya está pagando dentro de los 30 días que marca la ley, y el efecto del plan de pago a proveedores y del fondo de liquidez autonómico han podido influir en la baja acogida del IVA de caja.
En concreto, subraya que el plan de proveedores ha dispuesto liquidez por 41.800 millones de euros (pagados por el Estado directamente a los proveedores), de los que 30.200 millones han ido a pagar facturas de las comunidades autónomas y otros 11.600 millones, a facturas de entidades locales.
Ello ha permitido reducir la deuda comercial de las comunidades autónomas al entorno de los 8.000 millones de euros al cierre de 2013, frente a los 25.000 millones de enero de 2012.
El IVA de caja está en vigor desde enero de 2014 y cada año los interesados que cumplan los requisitos pueden solicitar voluntariamente su baja o alta en el mismo.
Las obligaciones para quienes se han acogido al IVA de caja se limitan a añadir en los libros de registro las fechas de cobro o pago y el medio utilizado.
Los clientes de las pymes y autónomos acogidos al régimen especial deben utilizar el criterio de caja también respecto a las operaciones realizadas con ellos, por lo que no pueden deducirse el IVA soportado hasta que no hayan pagado las facturas.
Esta ha sido la principal razón de que muchos autónomos no se hayan acogido al IVA de caja, según ha dicho el presidente de la Federación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, que ha explicado que el temor a perder clientes ha frenado la adscripción a este nuevo sistema.
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