Cómo y dónde encontrar financiación para emprender
Lejos de los bancos, quienes siguen sin abrir el grifo, Carriazo nos comentó que existen otras alternativas para encontrar financiación, como es el colectivo de las tres efes (Fouls, Friends and Family – locos, amigos y familia) a quienes los emprendedores deberían de acudir en primer lugar.
“El entorno más cercano del emprendedor debe ser la primera vía para buscar financiación”, recomendó este experimentado inversor, que añadió que en caso de no encontrar estas puertas abiertas, el siguiente paso sería el de llamar a la de los inversores profesionales o business angels, como se les conoce en el argot del sector.
Un busines angel es sencillamente un particular que tiene un dinero disponible para invertir en proyectos empresariales en estado inicial. En este sentido, Carriazo asegura que en España hay cada vez más empresarios o familias adineradas que dedican un pequeño porcentaje a financiar este tipo de iniciativas.
Siempre hay que tener en cuenta que los business angels sólo servirán a nuestra causa en caso de que ésta no requiriese de demasiado dinero. Según Carrizo para cantidades que sobrepasen el millón de euros, las fuentes son todavía escasas.
En palabras de Carriazo, también se está desarrollando una industria de capital riesgo en España, aunque todavía sea “pequeña para cantidades pequeñas”.
Ahora, la misión del emprendedor es la de localizar a estos ángeles inversores, que pueden ser personas independientes o colectivos organizados, o a las entidades de capital riesgo para exponerles su idea.
Este investment manager nos habló también de un concepto bastante novedoso como es el crowfunding. Esta alternativa consiste en micro aportaciones económicas de particulares dirigidas a materializar algún proyecto de producto o servicio.
Esta última parte es importante, porque según Carriazo, para que el crowfunding pueda utilizarse como método de financiación, tiene que existir un producto final o un servicio concreto del que se pueda beneficiar la persona inversora. De no ser así, chocaría con la legislación española y no podría llevarse a cabo.
En resumen, “no deja de ser financiarte a través de clientes que te pagan por adelantado”, explicó Carriazo.
Una vez identificadas las posibles fuentes de financiación, el paso siguiente sería establecer hasta qué punto se necesitaría capital externo.
“Hay que ver si los proyectos pueden empezar más despacio o alterar su crecimiento, entonces no se necesitaría tanta financiación o incluso reducirla a cero”, comentó Carriazo.
Una vez que sabemos a quién tenemos que acudir para pedir dinero y cuánto tenemos que pedir, tenemos que saber cómo pedirlo. Saber qué es lo que busca un inversor y qué le puede convencer para que confíe en nuestro proyecto.
Para Carriazo, lo más importante en estos casos son las personas que forman el equipo emprendedor – siempre mejor un equipo que una persona individual -. “Tiene que ser un equipo compensado, sólido formado por personas a las que se les vea capaces de sacar una empresa adelante”, desveló Carriazo.
Asimismo, una de las cualidades más valoradas por los inversores es la perseverancia. “Estos tienen que percibir que no va a haber obstáculo, que van a ser muchísimos, que frene o desanime a los emprendedores para sacar adelante su proyecto”, comentó Carriazo.
En último lugar, nuestro entrevistado nos confesó en qué proyecto no metería nunca ni un duro: “no metería dinero jamás en un proyecto en el que el equipo emprendedor no se haya mojado metiendo el suyo propio. Si el emprendedor no arriesga su propio dinero, que no me pida el mío”, añadió, para a continuación explicar que aquella persona que “sólo” ha dedicado tiempo al proyecto, cuando las cosas le vayan mal podría tirar la toalla, sin embargo, el que ha puesto 100.000 euros de su dinero, ese no va a tirar la toalla.