Arabia Saudita se prepara para un futuro sin petróleo
El príncipe del país, Mohammed bin Salman, que ocupa el puesto segundo en la línea de sucesión al trono ha anunciado una serie de medidas que son un plan de reformas que hará del reino una potencia en el campo de la inversión a nivel global. Una manera de ir alejándose de la dependencia del crudo que esperan tener lista en 2020.
El príncipe Mohammed es hijo del monarca saudí y también ministro de defensa, así como del consejo económico del país y en la primera entrevista que ofreció desde que entro en el cargo dejó claro en la emisora Al Arabiya, que vivir con una economía que se base especialmente en la energía hace que el país sea vulnerable a los cambios externos que puedan producirse en la economía mundial.
El príncipe habló sin reparos y expreso que para 2020, si el petróleo se detuviera, podría sobrevivir el país. Aclaró que son conscientes de que lo necesitan, pero en 4 años podrían seguir sin él. Para lograrlo hay un plan de reforma que mira más allá, se llama Visión 2030 y busca restructurar el Fondo de Inversión Pública que controla el gobierno, esto lo que haría sería ser una base para vender las acciones de la empresa estatal de petróleo saudí, Aramco.
La idea que ha confirmado es la de realizar una oferta pública de venta del 5% de la petrolera que está valorada por MarketWatch entre 2 billones y 2,5 billones de dólares. Según el príncipe, la adicción que tiene el país es peligrosa, ya que está retrasando el desarrollo en otros sectores.
El hijo del monarca es cierto que está haciéndose notar, ya ha dictado nuevas reglas y ha reducido los subsidios para la gasolina, electricidad y agua, planteando un impuesto sobre el valor añadido e impuesto sobre bebidas azucaras y bienes de lujo. Se tiene previsto que todas estas medidas lleguen a generar sobre 100.000 millones de dólares al año en ingresos extra al petróleo para 2020.
La revolución que está planteándose en lo económico también alcanza a lo social, donde reconoce que le gustaría que las mujeres tengan más derechos, ya que en su opinión Arabia Saudí es complicado que prospere con la mitad de la población limitada en derechos. Recordó que las mujeres no pueden conducir o viajar sin el permiso de un familiar de sexo masculino: “Las mujeres tienen derechos en el islam que aún tienen que conseguir, declaro el príncipe».
Se ha planteado que se implemente un sistema de “Green cards” o residencia en 5 años que pueda permitir que tanto árabes como musulmanes expatriados puedan trabajar en el reino durante periodos largos, lo que sería una reforma importante en las políticas que vienen desarrollando Arabia Saudita.
Tiempos nuevos pues, los que parecen llegar a Arabia Saudita, que parece que empieza ver las orejas al lobo. Aunque las comparaciones son odiosas, podríamos asemejarlo a las reformas que tuvo que emprender el gobierno chino para beneficiarse de lo positivo del capitalismo. Aquí las reformas no son solo de cambio de régimen, los cambios a nivel religioso y social deben ser importantes.
Pese a los años complicados que está viviendo el mundo árabe, parecen vislumbrarse economías fuertes en el futuro, caso de Irán, una vez terminado el bloqueo o la propia Arabia Saudita, que con estos cambios podría ser un acto más importante y no limitado en tan alta forma por el precio del crudo. Esperaremos acontecimientos, la voluntad de cambio los que rigen el país.
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