La cara B de la economía española: luces y sombras de un crecimiento "fuera de lo común"
A pesar del sólido crecimiento del PIB y los elogios de organismos internacionales, muchos ciudadanos perciben que su poder adquisitivo se reduce, los salarios no acompañan y el coste de la vida sigue subiendo
España atraviesa un buen momento económico, respaldado por los datos macroeconómicos y destacado por organismos internacionales y agencias de calificación. Sin embargo, muchos ciudadanos perciben la situación de manera distinta y sienten que están peor que antes de la pandemia de covid-19. La pérdida de poder adquisitivo, el elevado coste de la vida y la precariedad laboral muestran que los beneficios de este crecimiento económico no se distribuyen de manera uniforme. Todo ello evidencia que un buen desempeño macroeconómico no siempre se traduce en bienestar general.
La economía española va bien, o al menos así lo confirman la mayoría de los organismos internacionales. Nuestro Producto Interior Bruto (PIB) crece, aumenta el número de afiliados a la Seguridad Social y recibimos más turistas que nunca. Sin embargo, este panorama esconde una paradoja: el coste de la vida sigue aumentando, muchas familias no pueden acceder a una vivienda digna y los jóvenes reciben salarios por debajo de la media europea. ¿Estamos realmente tan bien como se afirma?
Es cierto que, tras superar la recesión provocada por la pandemia y el shock inflacionario, la economía española ha mostrado una recuperación más rápida de lo esperado, con un crecimiento que pocos habrían anticipado hace apenas unos años. Esta mejora ha situado a nuestro país en una posición destacada dentro de la eurozona, especialmente en comparación con economías tradicionalmente más fuertes como Alemania o Francia.
España, un caso fuera de lo común
No es extraño, por tanto, que los organismos internacionales alaben con frecuencia el buen comportamiento económico del país. El Fondo Monetario Internacional (FMI), entre otros, ha subrayado la fortaleza económica de España en sus últimos informes. Más recientemente, el prestigioso diario Financial Times describió a España como un «caso fuera de lo común» entre las economías europeas. Paralelamente, agencias de calificación de riesgo como S&P, Moody’s y Fitch han elevado la nota a España, apoyándose en un desempeño mejor de lo esperado que ha reforzado la capacidad del país para resistir turbulencias externas.
Muchas cifras respaldan esta imagen positiva, y el Gobierno no duda en aprovecharlos para sacar pecho de su labor. «La economía española va como un cohete», afirmó el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en 2024. El crecimiento del PIB y la mejora en los niveles de empleo parecen confirmar que España atraviesa un momento económico favorable y robusto. A pesar de ello, los ciudadanos no parecen percibirlo igual. Una encuesta del centro de análisis Funcas revela que el 55% de la población española considera que la situación económica es peor que antes de la pandemia. Además, el 90% opina que los salarios están perdiendo poder adquisitivo y el 70% siente que paga más impuestos que en años anteriores.
Esta paradoja se comprende al observar la otra cara de la economía, que resulta menos alentadora. Aunque es necesario reconocer los avances en los principales indicadores macroeconómicos –como el crecimiento del PIB–, los beneficios de esta recuperación no se distribuyen de manera equitativa entre los ciudadanos. Como dice el refrán, «no todo lo que brilla es oro», y la economía española no es la excepción.

Fuente: INE
El crecimiento del PIB
Tras el shock de la pandemia, la economía española ha mantenido un crecimiento sostenido. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el PIB aumentó un 3,5% en 2024 y un 2,5% en 2023. Estas cifras sorprenden sobre todo si se comparan con las de otros de los principales socios de la Unión Europea: en Alemania, el PIB cayó un 0,2% en 2024, mientras que en Italia y Francia el crecimiento fue del 0,7% y del 1,2%, respectivamente. De cara a 2025, las previsiones apuntan a que España volverá a situarse por encima del crecimiento medio proyectado para la UE, estimado en torno al 1,4 %, mientras que para la economía española se espera un avance del 2,9%.

Fuente: Secretaría de Estado de la Seguridad Social y Pensiones
Un mercado laboral más fuerte
Uno de los datos de los que más presume el Gobierno es el crecimiento del empleo. Según los datos del pasado julio, la afiliación a la Seguridad Social se sitúa en los niveles más altos de la historia. Ajustando por estacionalidad y efecto calendario, el mercado laboral sumó 475.623 afiliados más que hace un año, alcanzando un total de 21.642.413 cotizantes.
La ocupación indefinida continúa creciendo, mientras que los contratos temporales disminuyen. La creación de puestos de trabajo se impulsa tanto en el sector servicios como en el público, aunque el crecimiento se concentra principalmente en el sector privado.

Fuente: Exceltur e INE
El ‘boom’ turístico
El crecimiento económico de la España pospandemia no se entendería sin el turismo. El impulso de esta industria ha generado un efecto tractor en toda la economía, beneficiando a infraestructuras, transporte y servicios.
Aunque el sector ha experimentado una ligera desaceleración durante este verano, entre 2021 y 2024 el turismo fue responsable del 52,6 % del aumento del valor añadido real en el país.
En 2024, la actividad turística aportó 207.763 millones de euros a la economía española, un crecimiento del 26,1 % respecto al año anterior, y generó 72.310 nuevos afiliados al mercado laboral.

Fuente: BCE
Fuerte demanda interna
La buena evolución del consumo y la inversión privada se han consolidado como pilares clave de la sostenibilidad económica de España, especialmente en un contexto en el que los principales riesgos proceden del entorno internacional.
Según las previsiones del Gobierno, la demanda interna –impulsada por el consumo y la inversión– seguirá siendo el principal motor del crecimiento económico hasta 2028, con un papel destacado del consumo de los hogares.
En concreto, se estima que el consumo privado aumentará un 3,1% en 2025 y un 2,4% en 2026, lo que refleja la fortaleza de la demanda interna y la confianza de los consumidores.

Fuente: Eurostat y Real Instituto Elcano
El PIB per cápita no avanza
Si bien el PIB global es una buena medida para entender cómo avanza la economía, el PIB per cápita permite evaluar si ese crecimiento económico se traduce realmente en una mejora del bienestar de la población. Y la realidad es que el PIB per cápita ha crecido mucho menos.
Según datos de Eurostat, el PIB per cápita de España en el año 2024 fue de 32.630 euros, lo que la sitúa casi 10.000 euros por debajo de la media de la Unión Europea, que alcanzó los 43.310 euros. Asimismo, mientras el PIB per cápita de Italia, a finales de 2023, se encontraba un 4,7% por encima del nivel previo a la pandemia, en España apenas superaba ese nivel en un 0,1%.

Fuente: INE e Idealista
El problema de la vivienda
Los precios de la vivienda aumentaron un 12,7% en el segundo trimestre de 2025 respecto al mismo periodo del año anterior, según el INE. El precio medio por metro cuadrado en España se sitúa ya en 2.094 €/m2.
El Banco de España estima que solo este año se generará un déficit de más de 100.000 viviendas, que se sumará a la escasez acumulada de 400.000 inmuebles entre 2022 y 2024.
La escasa oferta, unida a una demanda cada vez más elevada, está provocando un fuerte incremento de los precios, especialmente en el alquiler. Esta situación está haciendo que la vivienda sea cada vez más inaccesible para gran parte de la población.

Fuente: Atlas de la Riqueza – EsadeEcPol
La brecha regional
España se encuentra entre los países más desiguales de Europa en términos de renta, según datos de Eurostat basados en la Encuesta de Condiciones de Vida.
El patrimonio medio por hogar varía significativamente entre comunidades: Madrid encabeza la lista con 687.000€, casi el doble de la media nacional, seguida de Baleares, Cataluña y Cantabria.
En el extremo opuesto se sitúan Canarias, Andalucía y, especialmente, Extremadura, con un patrimonio medio por hogar de 229.000€, el más bajo del país.
Cabe destacar que Madrid acumula casi un 35 % del total de la riqueza, según datos recopilados por EsadeEcPol.

Fuente: Adecco
Los salarios crecen lentamente
La vida se ha encarecido en los últimos años. La inflación ha impactado de lleno en los bolsillos de los españoles, mientras que los salarios no han crecido al mismo ritmo que el coste de la vida. En 2024, el salario medio en la Unión Europea se situó en 2.464 euros mensuales, frente a los 2.048 euros de media en España.
Esto significa que la remuneración media en la UE fue un 20,4 % superior a la española. En términos absolutos, la diferencia equivale a 417 euros al mes o, lo que es lo mismo, 5.002 euros al año. Además, esta brecha salarial entre España y el conjunto de la UE continúa ampliándose con el paso del tiempo.
Laura SanfélixGraduada en Periodismo por la Universitat de València, con un máster en Periodismo Político Internacional y otro en Comunicación y Marketing Político. He desarrollado mi trayectoria profesional en medios como Europa Press, así como en el ámbito de las agencias de comunicación. En la actualidad, escribo sobre información económica y empresarial en la web y la revista de Economía 3.
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