Juan Verde, asesor de Biden: «EE.UU. ve con buen ojo a las empresas españolas»
El español Juan Verde es un reconocido estratega internacional para el sector privado y público. Como profesional, diseña soluciones innovadoras para atraer inversiones extranjeras, establecer alianzas estratégicas y se especializa en economía sostenible.
Además, pertenece al Consejo Asesor Presidencial del presidente Joe Biden, un órgano de asesoramiento a la Casa Blanca en temas relacionados con el comercio exterior y la competitividad de Estados Unidos en los mercados internacionales.
Durante la administración del presidente Obama, ocupó el puesto de Subsecretario Adjunto para Europa y Eurasia en el Departamento de Comercio del Gobierno de los Estados Unidos.
El liderazgo de la Marca España
– Desde su perspectiva internacional y su experiencia en el Consejo Presidencial para las Exportaciones, ¿cómo evalúa la percepción que desde Estados Unidos se tiene de las empresas españolas?
Desde mi perspectiva puedo decir que las empresas españolas gozan de una percepción muy favorable en Estados Unidos. Son vistas como innovadoras, resilientes y orientadas a la alta calidad, especialmente en sectores clave como las energías renovables, infraestructuras y tecnología. Esto se debe en gran medida a que España ha desarrollado un liderazgo fuerte en áreas como la transición energética y el desarrollo sostenible, temas que son altamente valorados en el mercado estadounidense.
Sin embargo, pese a esta buena reputación, las empresas españolas enfrentan desafíos significativos en Estados Unidos, principalmente debido a la fuerte competencia de empresas europeas de mayor tamaño y visibilidad. Firmas de países como Alemania y Francia cuentan con una larga trayectoria y mayor presencia local, lo que les permite consolidarse más rápidamente en este mercado tan competitivo.
Para mejorar aún más su posicionamiento, considero clave que las empresas españolas fortalezcan su presencia local, adaptando sus modelos de negocio a las especificidades del mercado estadounidense. Además, deben continuar invirtiendo en sostenibilidad e innovación, áreas que ofrecen un alto potencial de diferenciación y alineación con las prioridades del gobierno y consumidores estadounidenses.
Esta estrategia no solo ayudará a incrementar su competitividad, sino que también contribuirá a consolidar la imagen de España como un socio confiable y líder en soluciones de futuro.
La vuelta del America First
-Durante los últimos años hemos sido testigo de tensiones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE). Exportaciones españolas, como las aceitunas negras, se han visto seriamente dañadas. Donald Trump ha comenzado a dar ya los primeros pasos en política de aranceles… ¿Qué lectura hace de la situación? ¿Puede crecer la tensión comercial durante los próximos años.
La situación actual de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea es compleja y preocupante. La reelección de Donald Trump, un presidente que en el pasado ha demostrado ser un firme defensor de una política comercial proteccionista y de «América Primero», indica que es probable que estas tensiones no solo continúen, sino que incluso puedan intensificarse en los próximos años.
En administraciones anteriores, hemos visto que sectores clave de la economía europea, como el de las aceitunas negras españolas, han sido directamente afectados por aranceles impuestos por Estados Unidos. Estos aranceles, junto con otras medidas proteccionistas, responden a la estrategia de reducir el déficit comercial y proteger la industria estadounidense, pero a menudo terminan dañando a las economías aliadas y generando fricciones innecesarias.
La posición del Partido Demócrata en materia de comercio internacional refleja un enfoque más centrado en mantener una visión multilateral y de coordinación con las entidades multilaterales. Si bien han respaldado algunas medidas arancelarias proteccionistas en sectores estratégicos como la tecnología y la industria automotriz para proteger intereses nacionales específicos, también muestran un compromiso constante con el fortalecimiento de relaciones colaborativas y sostenibles con los socios internacionales, buscando un balance entre protección interna y apertura global.
No obstante, con Trump en la Casa Blanca y la posible presión política interna para proteger empleos estadounidenses, es posible que la política arancelaria siga siendo un punto de fricción entre Estados Unidos y la Unión Europea.
Desde mi perspectiva, para evitar una escalada en la tensión comercial, será crucial que ambas partes busquen un enfoque basado en el diálogo y la cooperación. Esto implica trabajar en acuerdos que puedan equilibrar los intereses de ambas regiones sin recurrir a medidas punitivas que afecten a sectores específicos, como las exportaciones agrícolas españolas.
Si Estados Unidos y la UE logran construir una agenda comercial común que incluya temas como la sostenibilidad y la innovación, será posible reducir la dependencia de políticas proteccionistas y generar beneficios mutuos. Sin embargo, esto requerirá voluntad política y, en el contexto actual, será un desafío considerable.
¿Qué hacemos con China?
-No parece haber consenso entre los socios europeos en materias cómo la imposición de aranceles a los coches eléctricos importados de China. ¿Deben los europeos seguir la estela de EE. UU. o alinearse con la opinión de socios como Alemania?
La cuestión de imponer aranceles a los coches eléctricos importados de China plantea un dilema estratégico para la Unión Europea. Por un lado, Estados Unidos ha adoptado una postura proteccionista, defendiendo la necesidad de proteger su industria automotriz nacional y reducir su dependencia de productos chinos, especialmente en sectores de alta tecnología y valor añadido, como el de los vehículos eléctricos. Esta posición responde tanto a razones económicas como a preocupaciones de seguridad nacional, dado el auge de China como competidor global en tecnología.
Sin embargo, la postura europea debe tomar en cuenta su propia realidad y la diversidad de intereses dentro del bloque. Alemania, por ejemplo, ha optado por una posición más cautelosa en cuanto a la imposición de aranceles, principalmente porque su economía depende en gran medida de las exportaciones, y China representa un mercado clave para la industria automotriz alemana. Imponer aranceles podría desencadenar represalias que afectarían gravemente a fabricantes europeos con intereses en el mercado chino.
En mi opinión, Europa debería buscar una solución equilibrada que permita proteger sus intereses estratégicos sin caer en políticas de confrontación innecesaria. Esto podría implicar adoptar medidas que fomenten la competitividad de la industria automotriz europea, invirtiendo en innovación, tecnología y sostenibilidad, en lugar de depender únicamente de los aranceles como herramienta de protección. La Unión Europea tiene la capacidad de liderar el sector de la movilidad sostenible a nivel mundial si se enfoca en fortalecer su ecosistema de producción y en políticas que impulsen la transición verde.
Por lo tanto, considero que Europa debe encontrar un punto intermedio entre la postura proteccionista de Estados Unidos y la apertura estratégica de Alemania, desarrollando políticas que fortalezcan su autonomía en sectores clave sin cerrar las puertas a colaboraciones internacionales. Esto permitirá a la Unión Europea mantener su competitividad en un mercado global cada vez más interconectado, pero también proteger sus valores e intereses a largo plazo.
Empresas Españolas, oportunidades para liderar
– Mirando al futuro, ¿qué sectores de la economía española ve con mayor potencial de crecimiento y atracción de inversión extranjera?
Veo varios sectores de la economía española con un gran potencial de crecimiento y una capacidad destacada para atraer inversión extranjera. En primer lugar, el sector de las energías renovables sigue siendo una de las áreas más prometedoras. España cuenta con recursos naturales únicos, como una alta disponibilidad de sol y viento, que le permiten posicionarse como un líder en la producción de energía solar y eólica. Con la creciente demanda global de soluciones sostenibles y la transición hacia una economía baja en carbono, las energías renovables representan una oportunidad estratégica para España, tanto en términos de inversión extranjera como de creación de empleo de calidad.
Otro sector con gran potencial es el de la tecnología y la digitalización. España ha experimentado un rápido crecimiento en el desarrollo de infraestructuras digitales y en la implementación de nuevas tecnologías en áreas como la inteligencia artificial, la ciberseguridad y la automatización. Ciudades como Barcelona y Madrid se están consolidando como hubs tecnológicos en Europa, lo cual atrae a startups e inversores de todo el mundo. La digitalización de la economía española y el impulso a la innovación tecnológica son claves para mejorar la competitividad del país y captar capital extranjero en los próximos años.
Además, el sector de la biotecnología y ciencias de la vida también se muestra muy atractivo para la inversión extranjera. España cuenta con talento altamente cualificado y centros de investigación de prestigio que permiten desarrollar avances significativos en áreas como la biomedicina, la farmacéutica y las terapias avanzadas. Con una creciente inversión en investigación y desarrollo, el país tiene el potencial de posicionarse como un referente en la biotecnología, especialmente en el ámbito europeo.
El sector del turismo sostenible sigue siendo fundamental para la economía española, pero con un enfoque renovado en sostenibilidad y experiencias personalizadas. La demanda por destinos turísticos que respeten el medio ambiente y que ofrezcan valor cultural es cada vez mayor, y España tiene una oferta diversa y de alta calidad en este sentido. La inversión en infraestructuras sostenibles y en prácticas turísticas responsables puede hacer que el sector mantenga su atractivo a nivel global.
Un hub energético
– España ha estado posicionándose como un hub tecnológico y renovable en Europa. ¿Cree que esta tendencia se mantendrá y qué más debería hacer el país para consolidarse como un centro de innovación tecnológica y energético a nivel global?
España ha logrado avances significativos en su posicionamiento como un hub tecnológico y renovable en Europa, y creo firmemente que esta tendencia tiene el potencial de mantenerse e incluso fortalecerse en los próximos años. La combinación de recursos naturales favorables para la generación de energías renovables, junto con un ecosistema emergente de innovación tecnológica, sitúa a España en una posición privilegiada. Sin embargo, para consolidarse como un centro de innovación tecnológica y energética a nivel global, el país debe implementar varias estrategias clave.
En primer lugar, es fundamental que España siga invirtiendo en infraestructuras de innovación y en el desarrollo de su capital humano. Esto incluye tanto la mejora de centros de investigación como el impulso a programas educativos que formen a los jóvenes en áreas tecnológicas y científicas avanzadas. La colaboración entre universidades, centros de investigación y el sector privado es esencial para crear un flujo constante de talento altamente cualificado.
Además, el país debe fomentar un entorno favorable para las startups y el emprendimiento tecnológico. Esto puede lograrse mediante incentivos fiscales, facilidades para acceder a financiamiento y la creación de zonas de innovación donde empresas tecnológicas y de energías renovables puedan experimentar, probar y escalar sus proyectos. Al facilitar el acceso a capital y eliminar barreras burocráticas, España puede atraer a emprendedores e inversores internacionales, consolidándose como un punto de referencia en Europa y el mundo.
Otra área crucial es la colaboración internacional. España debe fortalecer sus lazos con otros líderes en innovación y sostenibilidad, promoviendo acuerdos y alianzas estratégicas que le permitan acceder a tecnologías emergentes y mejores prácticas. La colaboración en el ámbito de la Unión Europea es especialmente importante, ya que iniciativas conjuntas pueden acelerar el desarrollo de infraestructuras digitales y de energías limpias en toda la región.
¿Qué oportunidades ofrece EE.UU.?
– ¿Cuáles son las oportunidades que el mercado estadounidense ofrece a las empresas españolas que desean internacionalizarse, y cómo pueden aprovecharlas mejor?
El mercado estadounidense representa una gran cantidad de oportunidades para las empresas españolas que buscan internacionalizarse. Estados Unidos es la economía más grande y diversificada del mundo, con un poder adquisitivo significativo y un mercado muy receptivo a productos y servicios de alta calidad e innovación. Sectores como energías renovables, infraestructura, tecnología, alimentación gourmet y moda ofrecen un alto potencial para empresas españolas, ya que los consumidores y empresas estadounidenses valoran las propuestas de valor diferenciadas y la innovación.
Uno de los factores más atractivos del mercado estadounidense es su apertura a nuevas tecnologías y a modelos de negocio disruptivos. Esto es especialmente relevante para empresas españolas en sectores como el de la tecnología y la sostenibilidad, donde la reputación de España como líder en energías limpias y soluciones tecnológicas de última generación es muy valorada. Asimismo, el compromiso de Estados Unidos con la transición hacia energías renovables ofrece oportunidades para empresas españolas especializadas en energía solar, eólica y eficiencia energética.
Para aprovechar estas oportunidades de manera efectiva, las empresas españolas deben adaptar sus estrategias al mercado local. Esto implica entender las preferencias de los consumidores estadounidenses, construir alianzas estratégicas con socios locales y, en muchos casos, establecer una presencia física en Estados Unidos para ganar credibilidad y mejorar la logística. La adaptación de productos y servicios a las normativas y estándares estadounidenses también es clave, ya que facilita la entrada y reduce los riesgos regulatorios.
Además, el mercado estadounidense es altamente competitivo, por lo que las empresas deben enfocarse en diferenciarse mediante la calidad, la innovación y un claro enfoque en la sostenibilidad. Contar con un plan de comunicación bien diseñado, que resalte la propuesta de valor y la autenticidad de la marca, también es fundamental para capturar el interés de los consumidores y clientes potenciales.
Por último, aprovechar los tratados de libre comercio y los recursos de apoyo que existen para empresas extranjeras en Estados Unidos, como las cámaras de comercio y organizaciones de promoción de exportaciones, puede ser una gran ventaja para simplificar el proceso de entrada al mercado. La inversión en redes de contactos y la participación en ferias y eventos de la industria también pueden facilitar el proceso de internacionalización y ayudar a las empresas españolas a establecerse y crecer en un mercado tan dinámico y competitivo como el estadounidense.
Desunión global
– ¿Cuáles creen que están siendo las consecuencias de la invasión de Ucrania y el creciente conflicto en Oriente Medio? ¿Hacia dónde vamos?
La invasión de Ucrania y el aumento de tensiones en Oriente Medio son síntomas claros de un mundo cada vez más fragmentado y polarizado. Estos conflictos no solo tienen un impacto directo y devastador en las regiones involucradas, sino que también están generando repercusiones globales en varios niveles: económico, geopolítico y humanitario.
Hablamos de un conflicto que ha alterado profundamente la seguridad en Europa y ha obligado a la Unión Europea y a Estados Unidos a fortalecer su alianza y sus capacidades de defensa colectiva. Esto ha llevado a una carrera armamentística en Europa y a un reforzamiento de la OTAN, pero también ha intensificado las divisiones entre el bloque occidental y países que han decidido mantenerse al margen o incluso apoyar a Rusia, como China y algunos países en desarrollo. En términos económicos, las sanciones contra Rusia y la disrupción de las cadenas de suministro han acelerado una crisis energética en Europa, aumentando los costos de vida y obligando a la UE a diversificar sus fuentes de energía, con un enfoque en las energías renovables y en alternativas a los hidrocarburos rusos.
En cuanto a Oriente Medio, el aumento de tensiones y conflictos, especialmente en países como Siria e Irán, refleja la creciente influencia de potencias externas en la región, cada una promoviendo sus propios intereses estratégicos. Esto ha creado un entorno inestable, en el que los conflictos de poder entre Estados Unidos, Rusia y China se libran en suelo ajeno, afectando gravemente a las poblaciones locales y generando crisis humanitarias de gran escala.
Estas crisis simultáneas nos están llevando hacia un mundo más multipolar, en el que las alianzas son cada vez más cambiantes y las lealtades menos claras. Sin embargo, este nuevo orden mundial también implica mayores riesgos de conflictos y menos cooperación en temas globales cruciales, como el cambio climático y la seguridad alimentaria. La falta de una gobernanza global cohesionada para enfrentar estos desafíos solo exacerba las tensiones y dificulta la solución de los problemas que afectan a todos.
A medida que avanzamos en esta dirección, creo que los países deben reflexionar sobre la necesidad de construir un sistema internacional basado en la cooperación y en un entendimiento mutuo, en lugar de en la confrontación. En este contexto, tanto Europa como Estados Unidos tienen un papel importante que desempeñar para promover el diálogo y buscar soluciones multilaterales a los conflictos. La alternativa —una división cada vez más profunda entre bloques rivales— no es sostenible a largo plazo y solo nos conducirá a una mayor inestabilidad y a una crisis global.