Los fondos Alpinvest y JZI dejan en la estacada a sus socios locales
Alpinvest y JZI han dejado en la estacada a sus socios locales, según la información a la que ha tenido acceso nuestro medio de comunicación. Y es que, al parecer, Alpinvest pretende repercutir su mala gestión y sus inversiones fallidas a personas físicas de otras empresas participadas que nada tienen que ver con dicha inversión.
Alpinvest invirtió en la principal empresa de seguridad española, Ombuds, la cual está en concurso de acreedores desde 2019. Tres años después de la inversión, no solamente esta empresa ha quedado desamparada, sino que los Consejeros de otras empresas participadas de Alpinvest están siendo apercibidos a nivel personal por la Agencia Tributaria Española para que se hagan cargo de esas deudas.
El fondo, por su parte, no ha hecho lo más mínimo por resolver esta situación, y ha dejado que la Agencia Tributaria derive responsabilidades por decenas de millones a los consejeros, siendo estos personas físicas de otras empresas participadas.
Nula responsabilidad
Alpinvest, una división central de The Carlyle Group, es un gran inversor mundial de capital privado y precisamente en su página web hacen gala de la inversión responsable que realizan, tal y como reproducimos a continuación:
“Los asuntos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) son una parte integral de nuestro proceso de inversión, y contamos con un responsable de inversión responsable dedicado desde 2008”.
Sin embargo, a tenor de las informaciones a las que hemos tenido acceso, y dada su actuación en España, la «responsabilidad en gobernanza» no se puede decir que sea lo que más defina a Alpinvest.
Sin respuestas
Ante la pregunta de nuestro medio de comunicación a Alpinvest, con relación al motivo por el que no asumen la responsabilidad de sus inversiones fallidas, su contestación es «que son un fondo pasivo».
Alpinvest tenía como GP (General Partner) a JZI. Dicho fondo tampoco resolvió esta situación de derivación de responsabilidades a personas físicas que son consejeros de otras empresas participadas y que nada tienen que ver con la mala gestión ocurrida en Ombuds. Actualmente el nuevo GP (General Partner) es Álvarez & Marsal, quien parece ser que tampoco está poniendo solución a este tema.
La pregunta que se hará cualquier empresa, que actualmente esté estudiando la posibilidad de que un fondo de inversión entre en su accionariado, es si es esta la forma de operar adecuada de un fondo de inversión. También se preguntarán si es normal el trasladar los errores a los socios minoritarios de otras inversiones.
Y, sobre todo, si cualquier empresa en la que un fondo invierta puede verse perjudicada por las malas inversiones que el fondo realice en otras empresas.
La ética empresarial debería imperar desde la pyme hasta los grandes fondos de inversión.
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