La industria española del sector cerámico ve con gran preocupación cómo el alza de los precios del gas y el CO2 sigue descontrolada. Desde la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer) también se ha trasladado la intranquilidad por la falta de «una mayor sensibilidad ante esta situación desde el Gobierno de España«.
«Los consumidores intensivos en gas reclamamos al Ministerio de Transición Ecológica que adopte un paquete de medidas de forma urgente para hacer frente a los elevados precios del gas«, comentan desde la asociación. Y ponen como ejemplo la puesta en marcha de un Estatuto de Consumidores Gasintensivos similar al desarrollado para los «consumidores electrointensivos«.
Estatuto de Consumidores Gasintensivos
Según indican, la finalidad de este Estatuto sería reconocer la contribución que los consumidores gasintensivos aportan a la mejora de la gestión técnica del sistema por sus características de consumo. También, dotar a empresas industriales de un marco jurídico y económico que proporcione «seguridad y certidumbre de los costes energéticos y mejore su competitividad internacional«. Todo ello de conformidad con la normativa comunitaria, según indican.
Desde el sector solicitan una mayor interlocución de las industrias gasintensivas con el Ministerio de Transición Ecológica para tratar de buscar «soluciones urgentes y transitorias ante la escalada desmesurada de los costes energéticos«. Según explican, estos están comprometiendo la viabilidad y competitividad de infinidad de industrias españolas.
Las medidas propuestas por el sector cerámico
Algunas de las medidas propuestas son la rebaja en el tipo impositivo del IVA sobre todos los componentes de la factura de gas. También, la reducción de peajes y cargos. Así como la reducción del Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH). Garantizando así un tratamiento justo y equilibrado respecto del otorgado a la electricidad.
En paralelo, «la afectación por el auge imparable en el precio de la tonelada de CO2, cuyos costes se han incrementado más de un 100 % comparados con la media del año anterior, está teniendo efectos nefastos en las empresas«.
El precio de la tonelada de CO2 ha aumentado en los últimos 15 días más de 10 euros, pasando de los 63€/Tn a los 75€/Tn. Un incremento «del todo inasumible para las empresas incluidas en el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE UE)«.
En este sentido, Ascer reclama que se articule un sistema de compensaciones que reconozca las inversiones realizadas en materia de descarbonización por las empresas. Y que permita compensarlas con las emisiones generadas. De esta manera, «se contribuye a alcanzar los objetivos de reducción globales sin mermar la competitividad de las industrias más difíciles de descarbonizar«. Especialmente, para sectores como el cerámico que «no tienen una alternativa técnica ni económicamente viable para reducir emisiones de CO2 en el corto-medio plazo«.
Consecuencias del aumento del precio del CO2 en el sector cerámico
La escalada del precio de CO2 está originada, según comentan, por «el incremento de la ambición climática de la Comisión Europea y la especulación de fondos inversores que compran derechos de emisión«.
Y añaden: «Las administraciones deben apoyar con determinación a los sectores con mayor exposición a los costes energéticos. Compensando parcialmente los costes de CO2. Y actuando sobre la parte regulada de las tarifas de energía. Así como aplicando subvenciones temporales que suavicen el impacto de esta escalada de precios«.
Según sus estimaciones, la factura sectorial energética puede incrementarse este 2021 más de un 148 % a la vista de la evolución de los precios energéticos. Mientras que la del CO2 puede superar un crecimiento del 700 %. El gas arrancó en enero en el mercado organizado ibérico en una media de 27,08 euros/MWh y la media de noviembre se situó en torno a los 83,11 euros/MWh, lo cual supone un incremento en lo que va de año del 207 %.
La industria fabricante de baldosas cerámicas consumió en 2019 más de 14,1 TWh de gas, lo que supone cerca del 50 % del consumo de gas industrial y doméstico de la Comunitat Valenciana. Y el 7 % del consumo de gas industrial de España.