La escasez de chips y la cadena de suministro están ejerciendo una alta presión en la industria tecnológica. La temporada navideña se acerca y con ella el aumento de compras relacionadas cada vez más con productos tecnológicos. Según los expertos, esta incertidumbre podría extenderse más allá de la temporada y afectar a todo el año 2022.
Un problema que, al parecer, ya venía de lejos. Según explican fuentes de la empresa de tecnobelleza Foreo, incluso antes de la pandemia de coronavirus, la industria de los chips estaba sometida a una gran presión por el aumento de la demanda impulsada por el 5G. A esto se suma la aceleración de la transformación digital en la que la industria tecnológica está sometida a una inmensa presión para seguir el ritmo de los pedidos acumulados. «Las grandes corporaciones se encuentran a merced de los proveedores de chips, que no pueden seguir el ritmo de los pedidos por sí mismos«, afirman.
¿Qué son los chips y por qué hay escasez?
Los chips, también llamados semiconductores, albergan miles de millones de transistores. Se podría decir que son como el cerebro de la electrónica. Aunque se podría pensar que los chips solo se utilizan en ordenadores, tablets y teléfonos inteligentes, en realidad alimentan a la mayoría de nuestros aparatos electrónicos. Por ejemplo, lavadoras, frigoríficos e incluso coches. Con la escasez de estas piezas vitales, «muchas empresas se quedan con productos inacabados que ponen la economía mundial al límite«.
Está claro que la pandemia ha tenido buena parte de culpa en esta situación. No obstante, no es la única causa de interrupción en la cadena de suministro de estos componentes. Según indica la compañía sueca, a principios de este año, uno de los principales proveedores de Japón sufrió un incendio. Mientras que una helada invernal cerró el proveedor de Intel en Texas. Otro proveedor clave de Taiwán vio interrumpida su actividad debido a la sequía. Esto puso a la industria tecnológica en una crisis de suministro global.
Otros retos son la escasez de mano de obra y un sistema de distribución caro. Las investigaciones muestran que el 80 % de los fabricantes de chips tienen dificultades para encontrar trabajadores cualificados. Además, el coste de los envíos nunca había sido tan alto. El precio de enviar un contenedor de 40 pies desde Asia a Europa se multiplicó por diez. Pasando de 2.000 dólares en 2020 a 20.000 dólares en agosto de 2021, alcanzando un máximo histórico.
Asia, líder indiscutible en producción de chips
En 1990, hasta el 37 % de las fábricas de chips estaban situadas en Estados Unidos. Mientras que hoy en día esta cifra se ha reducido a un escaso 12 %. Lo que convierte a los países asiáticos en líderes absolutos en la producción de chips. Sin embargo, el país norteamericano ha reconocido la importancia estratégica de los semiconductores en la economía y la seguridad nacional. Además, ha aprobado en el Senado la ley ‘The Chips for America Act’, que ahora espera la aprobación de la Cámara de Representantes. La ley garantizará la financiación de la industria de los chips con la cifra de 52 billones de dólares a lo largo de cinco años.
«La industria tecnológica está en un punto de ruptura y la tecnobelleza no es una excepción. Aunque es un reto, no lo vemos necesariamente como algo negativo. Sino como un paso natural en la evolución tecnológica. Estamos en medio de un boom tecnológico y como el mundo está pasando por una acelerada transformación digital, los microchips se están convirtiendo en el petróleo del siglo XXI«, añade Boris Trupcevic, director general de Foreo.
Una Navidad incierta
«En Foreo estamos haciendo todo lo posible para asegurar todos los componentes de nuestros productos de alta tecnología de vanguardia. Sin embargo, con la presión añadida de la temporada de regalos, el destino de la Navidad sigue siendo incierto para muchos consumidores y la mayoría de los fabricantes«, concluye Trupcevic.
Según explican, dado que se prevé que la crisis de los chips se prolongue hasta el cuarto trimestre de 2022 y que hasta el 58 % de los consumidores españoles comprarán regalos de Navidad con una antelación de uno o dos meses, el Black Friday puede ser «la apuesta más segura para conseguir los productos de belleza más deseados justo a tiempo para la Navidad«.