Ya están aquí las vacaciones de verano y con ellas más de dos meses por delante en los que los niños se despiden del cole. Este curso ha sido muy diferente y no ha sido fácil para nadie. Las mascarillas, el gel hidroalcohólico y las reglas se han convertido en protagonistas en las aulas y los más peques se han portado más que bien. Por ello, las vacaciones de verano se hacen más necesarias que nunca. ¿Será este año diferente? ¿O seguirán teniendo que trabajar con esos interminables deberes? Deberes para no perder el hábito.
Pero yo me pregunto si después de diez meses acudiendo diariamente al colegio no han tenido suficiente. Los alumnos se pasan 25 horas semanales estudiando materias curriculares durante 174 días al año. Si en todo este tiempo no son capaces de conservar el hábito del trabajo nos deberíamos plantear que algo estamos haciendo mal, muy mal.
«Para los niños, los deberes son su trabajo y están cansados, aún más este año»
¿Verdad que nos parecería imposible que una empresa mandara tareas a los trabajadores en sus vacaciones? Estoy segura de que, si esto ocurriese, abriría los informativos de todo el mundo, nos parecería una locura. Entonces, ¿por qué no vemos así los deberes? Para los niños, los deberes son su trabajo y están cansados, aún más este año que no han podido llevar un curso con normalidad.
No hay que obligarles a hacer deberes, es mucho mejor inculcarles los hábitos de una forma menos impositiva. Jugar con ellos y que a través de esos juegos aprendan. No sabéis todo lo que se puede aprender realizando las tareas cotidianas. En la cocina se puede aprender desde matemáticas, lengua, ciencias, plástica y hasta música si nos ponemos. Tan solo hay que estar con ellos, compartir el tiempo y escucharlos. Yo les aconsejo a los padres que los niños lean en verano. Pero que lean por placer, lo que a ellos les guste, así lo sentirán como una forma de pasar el tiempo y no como trabajo.
«Dejemos a los niños ser niños y niñas, ya han vivido cosas que nosotros a su edad ni nos las hubiéramos imaginado»
Dejemos a los niños ser niños y niñas, ya han vivido cosas que nosotros a su edad ni nos las hubiéramos imaginado. Dejemos que disfruten el verano, sobre todo este más que nunca, que ya vendrán aquellos en los que tengan que trabajar.
Los deberes no son necesarios en verano. Que jueguen y se diviertan y no creemos hábitos sin sentido. Después de tantos meses de cole, el niño lo que busca es atención y pasar tiempo con su familia. Mi consejo para los padres es que preparen actividades para estos meses de verano, hay muchas cosas para hacer: leer, escribir, aprender a escuchar, andar descalzo por la hierba, jugar con globos de agua, ver las lágrimas de San Lorenzo, disfruta de la compañía…
Sobre la autora
Pilu Hernández Dopico es maestra de vocación con más de 15 años de experiencia. Experta en educación de familias y profesora de profesores, como preparadora de oposiciones y con más de 3.513 casos de éxito en El Pupitre de Pilu.
Hernández trabaja codo con codo con familias en la educación de sus hijos. Su filosofía es trabajar con personas con ganas de aprender y superarse día a día.
Además, está considerada un referente en educación en redes sociales, siendo su blog, El Pupitre de Pilu, uno de los más leídos según diferentes rankings. También colabora con Economía 3. En su último artículo, planteaba la conveniencia de repetir curso.