Javier Moliner: “Nuestro objetivo es acercar personas, mejorar la calidad de vida y fomentar el empleo local”
Llegar a donde no llegan los ayuntamientos, sobre todo los más pequeños, optimizar los recursos, reducir la deuda o mejorar las infraestructuras para crear oportunidades de generar riqueza han sido algunos de los hitos alcanzados por la Diputación de Castellón en los últimos cuatro años. Para el futuro, el objetivo es fomentar el empleo y recuperar el liderazgo económico de la provincia.
¿Qué destacaría como hitos principales alcanzados por la Diputación de Castellón en estos últimos cuatro años en infraestructuras y cooperación municipal?
– La eficiencia en la gestión durante los primeros años de legislatura nos permite contar hoy con la mayor inversión en infraestructuras y cooperación municipal. Por poner un ejemplo, en 2015 invertiremos 30 millones de euros en mejora y mantenimiento de carreteras provinciales y en obras de cooperación.
Eso supone que hoy mismo haya 450 obras en marcha por toda la provincia bajo tres criterios: acercar personas, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y fomentar el empleo local. Porque no olvidemos que las infraestructuras por sí solas no generan riqueza, generan oportunidades.
También estamos especialmente satisfechos del hito histórico logrado al reconocernos, por parte del Ministerio de Medio Ambiente, el derecho del agua del Ebro para resolver nuestras carencias hídricas.
– La cultura de la sostenibilidad se ha ido imponiendo paulatinamente, ¿qué labor ha desarrollado la Diputación en este sentido?
– El papel de este gobierno para el desarrollo de una provincia sostenible es fundamental, porque la Diputación llega donde no llegan los ayuntamientos, sobre todo, los más pequeños.
Hemos conseguido que Castellón sea, por primera vez, autosuficiente en el tratamiento de residuos y pionera en reciclaje a través de los ecoparques y, además, estamos trabajando para que pronto no quede ningún municipio sin tratar sus aguas residuales, resolver el abastecimiento de agua en todos los rincones de la provincia y optimizar al máximo los recursos a través de las actuaciones en eficiencia energética e hídrica.
Hemos conseguido ahorros de 14 millones de euros al año y, lo que es más importante, dejar una tierra mejor a nuestros hijos de la que heredamos.
– ¿Cómo ha aprovechado la Diputación de Castellón el proceso de digitalización, tanto en la gestión como en la promoción de actividades económicas?
– Yo soy un firme defensor de la aplicación de las nuevas tecnologías a la Administración pública. Desde 2011 ha habido en la Diputación una revolución en la forma de comunicarnos con los ciudadanos y nuestros ayuntamientos.
Estamos utilizando plataformas digitales y redes sociales para tramitar documentos, formar a profesionales, informar mejor a todos los públicos, aplicar la participación ciudadana a la toma de decisiones, fomentar la transparencia para exigirnos ser mejores gestores y escuchar las demandas de los castellonenses para construir un proyecto que aporte soluciones.
El poder ya no está en las sedes, sino en las redes. Por eso, debemos apostar por la participación ciudadana y convertir las instituciones como la Diputación en palacios de cristal.
– Ha sido un periodo difícil en lo económico para las administraciones públicas: falta de liquidez, bajada de ingresos… ¿Cómo ha ayudado a los pequeños municipios en las dificultades que han padecido?
– Mi equipo y yo tomamos el timón de la Diputación en el peor momento de la crisis. Teníamos dos opciones: lamentarnos y esperar a que pasase o arremangarnos y empezar a trabajar. Iniciamos entonces, bajo la coordinación del vicepresidente Miguel Barrachina, una etapa tan dura como necesaria de ajustes económicos, optimizando los recursos y priorizando las inversiones que generasen rentabilidad económica o social para nuestros pueblos.
Hoy contamos con 100 trabajadores menos en la Diputación y sin embargo hemos aumentado un 30% los servicios que prestamos. Hemos reducido la deuda a la mitad y pagamos un 80% menos en intereses. Y el gasto corriente ha caído otro 30%.
Hemos tenido la oportunidad de reinventarnos como administración y aumentar las inversiones hacia la provincia en un 44,2%, con discriminación positiva para los pueblos que más nos necesitan.
– Las pequeñas empresas han sufrido en primera persona el problema de los pagos de las administraciones públicas, ¿se han podido afrontar todas las deudas? ¿Cómo va a ayudar la obligatoriedad de la factura electrónica?
– No solo hemos afrontado todas las deudas a proveedores, sino que yo mismo sometí el cobro de mi nómina al pago de proveedores.
Hoy estamos pagando dos veces más rápido que la media de administraciones locales, concretamente cuatro días antes de que comience a computar el plazo medio de pago estipulado por el Gobierno de 30 días.
Respecto a la factura electrónica, ya hemos solicitado al Ministerio de Hacienda la adhesión a la plataforma FACE para tramitar todas las facturas que superen los 5.000 euros. Este sistema nos permitirá agilizar el proceso de pago y establecer un mayor control en las cuentas públicas.
– De los objetivos planteados al inicio de la legislatura, ¿qué ha quedado por hacer?
– Uno es inconformista por naturaleza y siempre me gustaría poder hacer un poco más. Pero, con total humildad, creo que hemos cumplido objetivos, vamos por el buen camino y en la siguiente legislatura, si los alcaldes me reiteran su apoyo, trazaremos un nuevo proyecto de provincia que se ajuste al milímetro a las demandas de esta tierra y solucionar los problemas reales de nuestra gente, porque no queremos que nadie se quede atrás en Castellón.
– ¿Qué programa de actuaciones prioritarias se plantea para los próximos cuatro años?
– La prioridad seguirá siendo la generación de facilidades y oportunidades para que nuestras empresas sigan creando puestos de trabajo en la provincia. Somos conscientes que los esfuerzos que hemos realizado en formación, fomento del emprendedurismo y promoción económica no son suficientes, y por eso nos hemos marcado un ambicioso reto para que los años venideros sean los del empleo en Castellón.
Para cumplirlo, hemos articulado el más ambicioso programa de políticas activas de empleo de la historia de la Diputación, como la iniciativa de empleo y turismo social ‘Castellón Senior’, el programa FP Dual, el Plan de Empleo Conjunto y el Plan de Formación e Intermediación Laboral.
Con esta hoja de ruta, mi compromiso para los próximos cuatro años seguirá estando al servicio de una provincia que quiere, puede y necesita volver a la posición de liderazgo económico de la que nunca debió salir.