Martes, 30 de Abril de 2024
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Elche crea tecnología punta para la industria aeronáutica

Elche crea tecnología punta para la industria aeronáutica
Manuel Fernández

Manuel Fernández

No es calzado todo lo que reluce. El Polígono Industrial de Torrellano, en Elche, constituye un ejemplo a seguir en el capítulo de los complejos industriales del siglo XXI. Moderno, bien organizado, comunicado a las mil maravillas, alberga a algunas de las firmas más potentes de la Comunidad Valenciana, y entre ellas no figuran sólo los sectores más representativos de su comarca y área de influencia. Porque la industria metalmecánica no se halla entre las más destacadas de la zona, de forma que puede considerarse al Grupo Ferrotall una isla que, sin embargo, mantiene un elevado nivel de trabajo y acumula algunos éxitos especialmente reseñables. Su última aventura: la construcción de una sofisticada y sin embargo enorme máquina diseñada por los ingenieros de la compañía para elaborar una compleja pieza de fibra de vidrio que compondrá parte de la estructura de los nuevos Airbus.
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Se trata de una estructura de 15 metros de longitud, siete de anchura y cinco de altura, de la que pende un cabezal de cinco ejes que, alimentado por un cuadro energético con tecnología de Siemens, es capaz de elaborar con toda la milimétrica precisión que exige la seguridad aeronáutica piezas de fibra de carbono para diferentes aeronaves. La construcción de la máquina se ha concluido este verano en las instalaciones que Ferrotall posee en el Polígono Industrial de Torrellano, desde donde se ha trasladado hasta Sevilla, lugar donde emprenderá la fabricación de las piezas en cuestión.

Hay que remontarse a 1982 para conocer los orígenes del Grupo Ferrotall y entender la evolución que les ha llevado a competir con eficacia en el técnicamente exigente campo de la aeronáutica. Tal como explica su director general, Manuel Fernández, Ferrotall nace ligada a la industria de la zona, como fabricante de moldes para el calzado y posteriormente para el juguete. Eran tiempos de mecanización en sectores que evolucionaba desde la confección artesanal hacia procesos más eficientes. Sin embargo, la firma ilicitana no se quedó ahí. “La evolución se produjo para que no nos pillara el toro”, explica Fernández muy gráficamente. De hecho, el año de mayor facturación del grupo fue 2000, pero en el periodo posterior el grupo fue capaz de diversificar su producción y ahora vive un buen momento. “Estamos bien”, explica el gerente, “comprendimos que el tejido industrial más cercano estaba en crisis y a partir de 2003 empezamos a correr por el mundo”. Nadie mejor para realizar esta afirmación que Manuel Fernández, que afirma  haber pasado fuera de España “más de siete meses” en el último año.

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Frente a algunas visiones fatalistas al respecto de la capacidad de nuestro país para competir en determinados sectores de alto valor añadido, Manuel Fernández sostiene la opinión contraria: “En Europa sólo hay cuatro países que pueden ensamblar el cien por cien de un avión, y España es uno de ellos”. Por eso, y por las previsiones de crecimiento del sector, está convencido, y trata de convencer a las autoridades autonómicas, de la importancia de apostar por la aeronáutica, como en España ya hacen zonas de tradición industrial como el País Vasco, Madrid o Sevilla. “Somos muy competitivos”, asegura, “una pieza que se hace en España por 1.000 euros, en Francia cuesta 1.200 y en Alemania 1.500”.

LA INDUSTRIA AERONÁUTICA, EN AUGE

Ferrotall ha creado EPMM (European Portal Milling Machine) como división dedicada a las industrias aeronáutica, eólica y ferroviaria. La compañía no fabrica piezas, construye las máquinas que lo hacen. En este campo, la fibra de carbono, es ya el material del presente, no en vano en 1970 sólo el 4% de los componentes de los aviones comerciales se fabricaban con ese material, mientras en 2010 ya se alcanzaba el 53% del total. Se trata de un material mucho más ligero que los metales y aleaciones empleados tradicionalmente en la aviación, lo cual reduce notoriamente el peso de las aeronaves y, en consecuencia, su consumo de combustible.

El interés que para empresas especializadas en maquinaria industrial tiene la industria aeronáutica queda ampliamente justificado por algunas cifras que se manejan en el sector: está previsto que en los próximos 15 años se duplique la cifra actual de aviones, por lo que recibir encargos de empresas como Boeing o Airbus puede ser garantía de trabajo estable durante un largo periodo de tiempo. Está previsto que el tráfico aéreo aumente a un ritmo anual del 4,7% y que ello genere una demanda de más de 29.000 aviones hasta 2032, con lo que la flota mundial podría pasar de los 17.740 aparatos de 2013 a unas 36.500 aeronaves en menos de veinte años.

Sin embargo, aunque EPMM represente la vanguardia tecnológica, el Grupo Ferrotall aún depende de otras “locomotoras” que empujen a una empresa ya veterana que cuenta con 60 trabajadores de alta cualificación en un gran porcentaje. Ferrotall distribuye maquinaria a sectores tan variados como la automoción, molde y matriz, bio-medicina y mecanizado en general. La firma cuenta con ocho delegaciones en la Península Ibérica, incluyendo una en Portugal.

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