En menos de 48 horas, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han firmado un preacuerdo de gobierno de coalición para la próxima legislatura. Los líderes del PSOE y Unidas Podemos han cambiado completamente la hoja de ruta de abril y han empezado por un acuerdo de mínimos; pues ambos han coincidido en dejar para después de la investidura los detalles sobre cargos y otros temas.

Desde el Congreso, ambos mandatarios han realizado una rueda de prensa breve y cargada de simbolismos. En primer lugar, han destacado la «generosidad» del otro. En segundo, se han acompañado por un grupo reducido de compañeros, donde no estaban los secretarios generales ni los grandes nombres de la anterior negociación salvo Irene Montero y Adriana Lastra.

Documento del preacuerdo.

Pablo Iglesias ha hablado de la combinación entre la «experiencia del PSOE y la valentía de Unidas Podemos» y de ser una «vacuna contra la extrema derecha». También ha subrayado la necesidad de «dejar atrás cualquier reproche» y sobre todo, se ha mostrado agradecido con Pedro Sánchez. Respecto a su papel en el gobierno, Iglesias no ha personalizado en ningún momento, sino que se ha limitado a indicar que «Pedro Sánchez sabe que puede contar con la lealtad de Unidas Podemos». «Los detalles del programa y de la estructura se verán después de la investidura».

En esta línea, el líder socialista sí ha incorporado importantes matices. Por un lado, que se trata de un preacuerdo para toda la legislatura. Por otro, que el gobierno estará basado en la «cohesión, lealtad, solidaridad gubernamental y en perfiles idóneos», aspecto final que fue especialmente clave en el desencadenante de la ruptura de negociaciones y otros graves capítulos que todos recordamos en el Congreso de los Diputados.

Apertura a otras formaciones

La comparecencia también ha dejado claro que el documento firmado es un punto de arranque para buscar el apoyo de otras formaciones -PSOE y Unidas Podemos sólo cuentan con 155. El acuerdo recoge las «líneas fundamentales del nuevo gobierno que sí será un gobierno rotundamente progresista», ha matizado Pedro Sánchez. «Porque va a trabajar por el progreso. Lo único que no cabrá será el odio y la confrontación«.