La Torre de la Lonja recupera su pavimento original del siglo XV
La Torre de la Lonja de la Seda ha recuperado su pavimento, tras la intervención de la que ha sido objeto por encargo del Ayuntamiento. Se trata de un pavimento cerámico del siglo XV, del que solo se conservaban unas pocas piezas en condiciones, que son las que han permitido conocer las características y diseño originales.
La Lonja de la Seda, declarada Patrimonio de la Humanidad desde 1996, presentaba un deficiente estado de conservación del pavimento de la torre, con pérdidas de esmalte en la mayoría de las piezas, además de muchas baldosas rotas e incluso desaparecidas. Además, parte del suelo se había hundido. Una situación que se deriva de una falta de mantenimiento y un uso inadecuado del espacio.
En estes entido, la concejala de Patrimonio y Recursos Culturales, Gloria Tello, ha declarado durante su visita que «estamos en el proceso de contratar técnicos que puedan hacer estas visitas, dado que es un espacio que tiene cierta peligrosidad. En poco tiempo esperamos poder abrir a la ciudadanía y seguir concienciando de la importancia del patrimonio que tenemos en nuestra ciudad. Disponemos de un patrimonio que ha de ser protegido, restaurado y cuidado y, por eso, en esta legislatura pondremos en marcha el Plan de Recuperación del Patrimonio, con el que hemos llevado a término diferentes actuaciones como esta en la Lonja».
Las obras en la Torre de la Lonja han corrido a cargo de la empresas Restauradores Pro Art y han tenido un presupuesto de 43.460 euros.
La intervención ha consistido en la restauración del pavimento de la primera planta de la torre, una superficie total de 47,03 metros cuadrados. Se ha restaurado la totalidad de las piezas originales y recubrerto posteriormente con un PVC transparente sobre el que se ha imprimido una plantilla con dibujo de los azulejos en la disposición original de las piezas.
En segundo lugar se ha actuado donde no había pavimento con mortero de cal, de color y textura seleccionado según pruebas efectuadas: dichos colores y texturas permiten diferenciar las piezas originales del relleno, sin crear un excesivo contraste, con lo que se ofrece una unidad visual en una misma gama de color. Además, en estas zonas se señalizan las juntas como recuerdo del despiece original. Y, las piezas que estaban incompletas, se han completado con mortero para reproducir la geometría cuadrada que disponían las originales.
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