Santamaría (ACS) confirma que la energía será el gran cuello de botella de la IA
El consejero delegado de ACS alerta de que la digitalización exigirá inversiones inéditas y abre a España una oportunidad histórica como hub digital y energético
Juan Santamaría, consejero delegado de ACS
La digitalización se ha convertido en el motor que definirá la inversión en infraestructuras durante la próxima década. Así lo ha defendido Juan Santamaría, consejero delegado del Grupo ACS, en el Desayuno de Trabajo CEDE celebrado bajo el título «Las infraestructuras en el futuro». Según el directivo, la transformación tecnológica que se está acelerando en el mundo -impulsada por la inteligencia artificial, la nube y la expansión de los centros de datos- exigirá un volumen de inversión «sin precedentes» y abrirá una oportunidad histórica para España si es capaz de consolidarse como hub digital y energético.
El encuentro ha sido presentado por Inmaculada Riera, directora general de la Cámara de España, quien destacó cuatro rasgos que definen la trayectoria de Santamaría: su profundo conocimiento del sector, su visión global y anticipatoria, su liderazgo y su compromiso con la colaboración público-privada. El coloquio estuvo moderado por Pau Herrera, secretario del Patronato de CEDE.
La digitalización: la primera de las cuatro grandes fuerzas que redefinirán el sector
Santamaría ha estructurado su análisis en torno a las llamadas cuatro ‘D’ que marcarán la agenda global como son la digitalización, la demanda energética, la demografía y la defensa. Pero fue la digitalización la que centró gran parte de la intervención, respaldada por cifras que evidencian un cambio de ciclo.
«Actualmente, -ha corroborado- solo el 20% de los datos mundiales está alojado en la nube. En 2030 será el 70%. Este salto implica multiplicar por cinco la capacidad instalada de centros de datos, que hoy ronda los 60 gigavatios. La magnitud de esta expansión se traduce en una inversión estimada superior a tres trillones de dólares en apenas seis años, teniendo en cuenta que cada megavatio requiere alrededor de 13 millones de dólares de inversión».
A este escenario se suma la inversión necesaria para la fabricación de semiconductores, auténtico cuello de botella de la economía digital. Santamaría ha expresado que se necesitarán entre 300 y 400 billones de dólares solo para atender la demanda vinculada a los centros de datos y a las nuevas necesidades del ámbito de defensa.
«Estamos al principio de la carrera de la IA»
La digitalización genera un efecto inmediato sobre el consumo energético mundial, segundo gran elemento identificado por Santamaría. «Actualmente, -ha manifestado- los centros de datos consumen cerca de 420 teravatios hora y se espera que esta cifra se duplique antes de 2030″.
El desarrollo de sistemas de inteligencia artificial generativa ilustra esta tendencia: el entrenamiento de GPT-3 requirió 1.300 megavatios hora -equivalentes al consumo anual de 130 hogares estadounidenses- y GPT-4 multiplicó esa cifra por cincuenta. «A pesar de estas magnitudes, -ha advertido- estamos al principio de la carrera de la inteligencia artificial».
Estados Unidos será el país donde más se sentirá el impacto energético. Su demanda podría duplicarse en solo cinco años, debido a la implantación de fábricas de baterías, plantas de hidrógeno, centros de datos y factorías de semiconductores. Europa, aunque cuenta con una red más robusta, también necesitará inversiones masivas en generación, distribución y almacenamiento. «Mi deseo para 2026 es que el debate energético converja, porque la energía es la clave de todo», ha constatado.
España, una ventana de oportunidad en la nueva geografía digital
En este contexto, Santamaría ha insistido en que España parte en una posición privilegiada ya que dispone de una red de fibra óptica líder en Europa; cuenta con una elevada capacidad energética, aunque requiere más almacenamiento; tiene conexiones estratégicas gracias a los cables submarinos; y ocupa una ubicación geográfica óptima para atraer inversiones en centros de datos.
«Nuestra posición -ha corroborado- puede convertirnos en un hub digital y energético». «ACS -ha recordado Santamaría-, es ya el primer contratista de centros de datos en Estados Unidos y aspira a convertirse en el primer desarrollador global. La compañía trabaja actualmente en dos centros de dos gigavatios en Luisiana».
Demografía y defensa: dos ejes que también tensionarán la inversión
El envejecimiento de la población -tercer vector estructural- obligará a reforzar infraestructuras vinculadas a la movilidad, como ferrocarriles, drones y nuevas soluciones de transporte.
Y la cuarta D es la defensa, que se ha convertido en un acelerador esencial de inversión en infraestructuras estratégicas. ACS participa ya en proyectos como la base militar de Pearl Harbor y nuevas instalaciones en Australia.
«Estamos ante una confluencia de necesidades históricas que se suman a la renovación natural de infraestructuras tradicionales como carreteras, puentes o redes hidráulicas», ha informado Santamaría.
ACS: liderazgo global y evolución hacia una empresa tecnológica
Santamaría ha repasado también el posicionamiento del grupo. El 63% de los ingresos procede de Estados Unidos, donde ACS alcanzará los 35.000 millones de dólares de facturación. La clave del éxito, según el consejero delegado, reside en la presencia global y la capacidad de replicar proyectos en distintos mercados.
La compañía ha llevado a cabo un proceso de transición desde una empresa de ingeniería e infraestructuras hacia una organización tecnológica integrada, con cadenas de suministro centralizadas y operaciones coordinadas bajo una única marca. «Toda la empresa debe funcionar como un solo equipo y con operaciones excelentes. Cada vez es más complejo, pero es imprescindible», ha reconocido.
Este proceso también exige reforzar la gestión del riesgo y mantener una estricta disciplina en inversiones de capital. ACS está desarrollando proyectos en materiales críticos como litio en Brasil o Canadá, entre otros países.
Talento, un pilar esencial
Juan Santamaría ha destacado que el talento es uno de los pilares esenciales de la competitividad del grupo. Por ello, ACS ha puesto en marcha la Universidad ACS, bajo su paraguas se ha puesto en marcha un programa corporativo desarrollado junto a la Universidad Politécnica de Madrid que se replicará en todos los países donde opera la compañía. «Necesitamos directores de proyecto multidisciplinares; el talento es el principal reto», ha confirmado.
Por su parte, a los jóvenes, les ha recomendado adquirir experiencia internacional y regresar después a España para contribuir al desarrollo del país.
Pago por uso, mercado de capitales y más inversión privada
En el plano regulatorio, el consejero delegado de ACS ha defendido la implantación del pago por uso en las infraestructuras españolas. Considera que es «el modelo más justo», especialmente en un contexto presupuestario en el que sanidad, pensiones y deuda pública concentran más del 55% del gasto.
Ha abogado también por impulsar un mercado de capitales europeo potente que sea capaz de competir con Asia-Pacífico y facilitar la financiación de grandes proyectos estratégicos.
La IA y el talento
Sobre la implantación de la inteligencia artificial en ACS, Juan Santamaría ha señalado que la tecnología transformará puestos, pero no supondrá un reemplazo masivo de empleo, a diferencia de lo que puede ocurrir en otros sectores. En cualquier caso, ha subrayado que la inversión en ciberseguridad será «crítica», hasta el punto de que las empresas que no refuercen este ámbito «quedarán fuera del mercado».
Llegó el vértigo
Santamaría ha puesto sobre la mesa un mensaje que resume la magnitud del momento: «Estamos ante un tren que empieza a coger velocidad. La inversión y el talento que va a necesitar el mundo son enormes. La oportunidad es histórica, pero también vertiginosa».
España -ha insistido- tiene la posibilidad de situarse en el centro de la nueva geografía digital si sabe aprovechar a tiempo la ola de digitalización que ya redefine la economía global.
Gemma JimenoLicenciada en CC de la Información por la Universidad del País Vasco, Gemma Jimeno se incorporó a ECO3 Multimedia, S.A., en 1998 como Redactora y ha participado activamente en el desarrollo de diferentes líneas de negocio. Desde hace años desempeña las funciones de Editora de los contenidos informativos, de los diferentes productos editoriales de E3 Media.








