Vicente Lafuente, elegido nuevo vicepresidente de la CEOE
Redacción E3
El Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF) es una institución con más de cinco siglos de historia y más de 5.000 profesionales colegiados. Su misión trasciende la representación corporativa: el MICOF es un agente clave para garantizar que la labor farmacéutica se traduzca en un servicio sanitario de calidad, accesible y equitativo para toda la ciudadanía.
La supervisión del ejercicio profesional, la formación continua, la vigilancia del cumplimiento de la deontología y la promoción de buenas prácticas son ejes fundamentales del trabajo diario del Colegio. Gracias a ello, la población recibe una atención farmacéutica rigurosa y alineada con los valores del sistema sanitario.
Uno de los pilares que distingue al MICOF frente a otros colegios profesionales es su implicación en el servicio de urgencias farmacéuticas. Mediante su coordinación, se garantiza el acceso a medicamentos en cualquier momento del día, incluso fuera del horario habitual, reforzando la red asistencial en momentos críticos o en zonas menos accesibles.
Otro aspecto que subraya el compromiso del MICOF con la sanidad pública es su papel en la gestión de la factura farmacéutica. Cada mes, las oficinas de farmacia dispensan centenares de miles de medicamentos financiados por el sistema sanitario. El Colegio, tras recibir a mes vencido los fondos de la Generalitat Valenciana, abona esas cantidades a las farmacias. Es decir, los farmacéuticos adelantan durante semanas el gasto público en medicamentos, contribuyendo de forma directa a la sostenibilidad del sistema.
Para facilitar esta función y proteger la estabilidad financiera de las oficinas de farmacia, el MICOF ha establecido un convenio con CaixaBank que permite a los colegiados acceder a un sistema de confirming. A través de esta herramienta, los titulares de oficina de farmacia pueden recibir el importe íntegro de su facturación antes de que la Administración realice el abono, con condiciones preferentes. Este mecanismo refuerza la viabilidad económica de la red farmacéutica y, con ello, su capacidad para seguir prestando un servicio esencial al conjunto de la sociedad.
El compromiso ético también ocupa un lugar central en la acción colegial. A través de su Comisión Deontológica, el MICOF vela por la buena praxis profesional y preserva la confianza de la ciudadanía en la labor farmacéutica. Este ejercicio de autorregulación fortalece la imagen de la profesión y garantiza una actuación responsable, humana y rigurosa.
En definitiva, el MICOF es mucho más que una entidad representativa: es un aliado estratégico del sistema sanitario. Su labor diaria permite que los ciudadanos accedan a una atención farmacéutica cercana, de calidad y segura, y que los profesionales puedan ejercer su labor con solvencia, ética y vocación de servicio.
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