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Redacción E3
Vanessa López, directora ejecutiva de la Fundación Quiero Trabajo
Vanessa López, directora ejecutiva de la Fundación Quiero Trabajo explica que su enfoque profesional se centra en «liderar iniciativas innovadoras y sostenibles que fomenten la inclusión sociolaboral de mujeres en situación de riesgo».
Experta en marketing, comunicación, liderazgo, innovación social y coaching, aporta una perspectiva holística y empática al liderazgo de equipos y proyectos. «En Fundación Quiero Trabajo no solo nos enfocamos en mejorar la empleabilidad de las mujeres que atendemos, sino también en asegurar que cada intervención contribuya a su empoderamiento y autosuficiencia a largo plazo», matiza.
Su principal misión, «que aquellas mujeres que están viviendo momentos difíciles, redescubran su verdadero potencial y transformen su vida con fuerza y confianza», enfatiza.
– ¿Qué retos detectasteis en el acceso al empleo femenino que os llevaron a crear la Fundación Quiero Trabajo?
Fundación Quiero Trabajo nace en 2016 con la convicción de que existe un punto crítico en el proceso de inserción laboral que se estaba dejando de lado: el momento previo a la entrevista de trabajo. Detectamos que muchas mujeres llegaban a esa fase sin recursos emocionales ni prácticos para afrontarla con éxito, pese a haber hecho grandes esfuerzos formativos o personales.
Desde entonces, trabajamos con mujeres que provienen de situaciones de vulnerabilidad (violencia de género, migración, paro de larga duración, monoparentalidad, etc.) para nivelar el punto de partida y brindarles la oportunidad de presentarse con seguridad, preparación y dignidad. Es un modelo probado ya hace 25 años en Reino Unido y Estados Unidos.

– Vuestra intervención se sitúa justo en el momento clave: la entrevista laboral, tal y como has comentado. ¿Por qué decidisteis enfocaros en ese punto del proceso en concreto?
La entrevista de trabajo es mucho más que un trámite: es un momento emocionalmente decisivo. Es donde una mujer se enfrenta cara a cara con la oportunidad de cambiar su vida y muchas veces lo hace cargando con inseguridades, miedos y estigmas.
Nos enfocamos en ese momento porque entendemos que el talento no siempre se muestra si no se siente acompañado y valorado. Preparar una entrevista, trabajar la imagen, el discurso, la autoestima y la narrativa personal puede marcar la diferencia entre ser descartada o contratada. Ese es nuestro propósito: devolver la confianza y ayudar a brillar en el momento justo.
– ¿Cómo impacta emocional y profesionalmente en las mujeres participantes el acompañamiento que reciben desde la Fundación?
El impacto es profundo. Muchas de las mujeres llegan con la autoestima muy dañada, sintiendo que no merecen un lugar en el mercado laboral. Tras su paso por la Fundación, no solo mejoran sus posibilidades de conseguir un empleo, sino que recuperan algo aún más valioso: la confianza en sí mismas.
Se sienten escuchadas, respetadas y acompañadas. El 82% de quienes atendemos consiguen empleo, pero incluso más allá del dato, nos cuentan que han vuelto a reconocerse frente al espejo, a sentirse capaces y útiles. Esa transformación emocional sostiene y potencia la inserción laboral.
– Una parte esencial de vuestra metodología es la red de voluntariado profesional. ¿Qué perfil tienen estos voluntarios y qué les mueve a implicarse?
Nuestra red de voluntariado profesional está formada, en su mayoría, por directivos y directivas de empresa que deciden aportar su tiempo, experiencia y conocimientos para apoyar a mujeres que atraviesan situaciones de vulnerabilidad.
Lo que les impulsa es un compromiso genuino con la transformación social: desean generar un impacto inmediato y tangible, acompañando de manera directa a cada mujer para que tenga una oportunidad real de reinsertarse en el mercado laboral.
Muchos de ellos nos comparten que esta experiencia les resulta profundamente enriquecedora, pues no solo contribuyen al cambio social desde su trayectoria profesional, sino que también se llevan una gran lección humana: sienten que reciben más de lo que dan, al vivir de primera mano la fuerza del empoderamiento y la resiliencia.
– Colaboráis con algunas de las empresas más reconocidas del país. ¿Qué tipo de alianzas establecéis con ellas y cómo contribuyen a vuestra misión?
Eso es. Colaboramos con algunas de las principales empresas del país mediante alianzas estratégicas que combinan voluntariado corporativo, programas de ESG, promoción de la empleabilidad inclusiva y financiación con propósito.
Estas compañías nos apoyan como parte de su compromiso con la equidad, la diversidad y la inclusión, involucrando a sus equipos en sesiones de mentoría, formación y coaching dirigidas a mujeres en situación de vulnerabilidad.
No se trata de colaboraciones puntuales, sino de relaciones sostenidas en el tiempo, basadas en una visión compartida: creemos firmemente en el poder de la acción colectiva para transformar realidades y generar un impacto social duradero.
– ¿Qué beneficios extraen las empresas que colaboran con vosotros a través de programas de RSC o voluntariado corporativo?
La dimensión social de los criterios ESG (Environmental, Social & Governance) se centra en cómo las organizaciones impactan en las personas y en la sociedad. Incluye aspectos como la diversidad, la igualdad de oportunidades, la inclusión laboral, la calidad del empleo, el respeto a los derechos humanos y la contribución al bienestar de las comunidades donde operan.
En este marco, nuestra labor con las empresas contribuye directamente a la «S» de ESG, ayudándolas a desarrollar programas de voluntariado, empleabilidad inclusiva y RSC con impacto real, mientras fortalecen su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En particular, nuestras acciones se alinean con la igualdad de género (ODS 5) fomentando la autonomía económica de mujeres en situación de vulnerabilidad, impulsando su acceso a oportunidades laborales dignas; y el trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8) mejorando la empleabilidad y facilitando la inserción laboral, generando impacto económico y social sostenible.
También nos alineamos con la reducción de desigualdades (ODS 10) contribuyendo a derribar barreras estructurales que limitan el acceso al empleo de colectivos en riesgo de exclusión. Además, establecemos alianzas para lograr los objetivos (ODS 17) promoviendo colaboraciones estratégicas entre empresas, entidades sociales y administraciones para maximizar el impacto colectivo.
De esta forma, las empresas no solo cumplen con sus compromisos ESG, sino que se posicionan como agentes activos de cambio social, fortaleciendo su reputación y aportando valor a largo plazo a la sociedad y a su propio equipo humano.
-¿Cómo se mide el impacto real de vuestro trabajo en términos de inserción laboral y empoderamiento personal?
Medimos nuestro impacto combinando indicadores cuantitativos y cualitativos, lo que nos permite evaluar tanto los resultados de inserción laboral, el impacto del voluntariado como el empoderamiento personal de las mujeres que participan de nuestros programas.
En el ámbito de la inserción laboral utilizamos métricas como la tasa de inserción. En 2024, el 82% de las mujeres atendidas en el servicio individual de preparación de entrevista, encontró empleo
También nos preocupamos por el incremento de la empleabilidad ya que nuestras intervenciones aumentan un 27% las posibilidades de acceder un empleo.
La estabilidad y la calidad también son algunos de nuestros objetivos con seguimientos a los tres, seis y doce meses después de su paso por nuestros itinerarios.
Por último, en el ámbito de empoderamiento trabajamos, en primer lugar, la mejora de la autoconfianza y la autoestima. De hecho, el 75% de las mujeres manifiesta que ha mejorado su autoconocimiento y autoconfianza.
Y en segundo lugar, se sienten más preparadas para afrontar un proceso de selección. El 93% indica que creen que pueden responder mejor a sus entrevistadores y ven más claras sus fortalezas.
– Más allá del acceso al empleo, trabajáis la autoestima, como has dicho, y el desarrollo de habilidades blandas. ¿Qué peso tienen estos aspectos en la empleabilidad?
Las habilidades blandas y la autoestima son el núcleo de nuestro proceso de empleabilidad. Nadie puede defender su candidatura con éxito si no cree en su valor. Por eso trabajamos el empoderamiento, la expresión, la escucha activa, la comunicación no verbal y la creación de un discurso profesional sólido.
Las habilidades blandas son, en muchos casos, lo que inclina la balanza en una entrevista. Y más aún cuando el currículum no es amplio o está interrumpido por circunstancias personales. Nuestro enfoque es humano, integral y a que cada mujer reconozca y potencie su talento, para así convertirse en la mejor embajadora de sí misma ante el mercado laboral.
¿Habéis detectado diferencias en las barreras laborales que enfrentan mujeres jóvenes, migrantes o mayores de 45 años?
Sí, sin duda. Las mujeres jóvenes suelen enfrentarse a la falta de experiencia; las migrantes, a las barreras idiomáticas, administrativas o culturales; y las mayores de 45, al edadismo. Cada perfil, sin embargo, posee también fortalezas valiosas, como la resiliencia, la experiencia o la diversidad cultural En la Fundación reconocemos la diversidad que pone en valor cada historia.
En la Fundación, nuestro enfoque es interseccional e inclusivo, porque entendemos que las desigualdades se multiplican cuando confluyen factores como la edad, el origen o la situación socioeconómica. Por ello, diseñamos itinerarios personalizados que reconocen y potencian la singularidad de cada historia.
– ¿Cuáles son vuestros principales objetivos estratégicos para los próximos años y qué papel debe jugar el sector empresarial en su cumplimiento?
Nuestro objetivo principal es escalar el impacto para llegar a más mujeres, con más herramientas y más tecnología humanizada. En 2028 queremos acompañar a 8.000 mujeres al año. Para lograrlo, la digitalización de nuestro servicio y la diversificación territorial son esenciales.
El sector empresarial tiene un papel crucial: no solo como financiador, sino como motor de inclusión, generador de oportunidades laborales reales y aliado estratégico. Cuando la empresa se compromete, el cambio es más profundo, más sostenible y más justo.
Gemma JimenoLicenciada en CC de la Información por la Universidad del País Vasco, Gemma Jimeno se incorporó a ECO3 Multimedia, S.A., en 1998 como Redactora y ha participado activamente en el desarrollo de diferentes líneas de negocio. Desde hace años desempeña las funciones de Editora de los contenidos informativos, de los diferentes productos editoriales de E3 Media.
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