El sector del vino rechaza que haya sobreproducción y se decanta por la gestión del stock
«Más que sobreproducción de vino habría que decir que hay un exceso de stock en determinadas regiones», confirma José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino (FEV). «Una situación que se ha quedado cronificada en algunas zonas productoras, como es el caso de La Rioja desde la pandemia», reconoce.
Esta comunidad autónoma ha disminuido su stock en más de 80 millones de litros, “con lo que el problema va disminuyendo” corrobora.

Sindicatos agrarios españoles, que están hablando de sobreproducción de vino, plantean como solución arrancar viñas tal y como se ha llevado a cabo en Burdeos (Francia). «Nosotros no pensamos que haya que implementarla en España», ya que su desaparición «supone disminuir la producción para muchos años».
Desde la Comisión Europea se está abogando para que esta medida de arrancar viñedos se lleve a cabo con fondos estatales. De todas formas, ratifica el director general de FEV, «el Ministerio de Agricultura no es partidario y nosotros tampoco».
Arranque ‘quirúrgico’
Desde FEV, «hemos manifestado que un arranque ‘quirúrgico’ con medidas condicionantes, tal y como proponen determinados colectivos agrarios, no es una buena opción».
A su juicio, la cuantía económica para llevar a cabo este proceso «ni debe salir del sobre nacional de ayudas al vino porque significaría disminuir fondos que se están utilizando para otras medidas mucho más interesantes, ni se deben dotar fondos del Estado que se podrían destinar a formación u otras cuestiones».
Con lo cual, corrobora, «no creemos que haya sobreproducción ni tanta crisis». De hecho, la zona de Castilla la Mancha, que es el gran productor de nuestro país, «tiene el vino prácticamente vendido», asegura. Admite también que «la cosecha en Francia ha sido muy baja y eso nos ayuda».
Por ello, esa situación cronificada que puedan sufrir algunas regiones, teniendo en cuenta que el caso más particular es La Rioja, se podría abordar de otras maneras pero «no arrancando viñas», insiste.
¿Y qué arrancaríamos? «Los viñedos viejos, los menos productivos… y así no conseguiríamos solucionar el problema», contempla.
De todas formas, y en el caso de que se implementara, José Luis Benítez considera necesario establecer unos condicionantes como no arrancar determinados tipos de viña como su edad, impacto en el terreno… u otras medidas como que el viticultor no pueda acceder a nuevos fondos para replantar en un número determinado de años. «Unas medidas en las que están de acuerdo muchas comunidades autónomas y el Ministerio de Agricultura», destaca.

José Luis Benítez, director general de FEV
Premio a la jubilación
Tampoco entienden desde la FEV que el arranque de las viñas «sea un premio a la jubilación», tal y como han planteado algunos colectivos, explica Benítez.
Reitera de nuevo que si sirve para que en una zona concreta, que lo ha pedido y los fondos los pone su comunidad autónoma, alivia un problema de exceso de stock y se hace con sentido común, «allá ellos», admite.
Desde FEV, recomiendan que, antes de arrancar viñedos, «trabajar en limitar rendimientos y, si finalmente se decide arrancar, llevarlo a cabo de tal modo que no se pierda riqueza varietal para no bajar la calidad y no aumentar la producción».
De hecho, las medidas que se han implantado en La Rioja van en este sentido y las «vemos muy lógicas» señala José Luis Benítez. En concreto, han autolimitado sus rendimientos de producción y han reducido el rendimiento máximo en bodega. Todo ello, sumado a una cosecha justa, «ayudará a disminuir el estock». Estas medidas -aconseja- «habría que implementarlas en otras zonas de España».
Precio de la uva más justo
El director general de la FEV incide también en la importancia de cumplir la legislación y no compensar la producción por parcelas para solucionar el exceso de producción. Además, -asegura-, «ayudaría a generar un precio justo y real de la uva porque las sobreproducciones y las compensaciones no contribuyen a contar con precios justos porque se estandarizan los rendimientos y no se producen diferenciaciones de calidad».
A su juicio, «este es el camino que debemos seguir y no tomar medidas ‘quirúrgicas’ que conllevan la disminución de nuestra superficie de viñedo, que también es muy discutible que haya que reducirla».
El vino blanco aventaja al tinto
El director general de la FEV corrobora que el vino blanco va ganando posiciones frente al tinto. «Existe una tendencia internacional y estamos asistiendo a un consumo de vinos más jóvenes, frescos afrutados… y los blancos entran en esa categoría, al igual que los tintos jóvenes o los nuevo vinos no alcoholizados…», señala.
Esta tendencia se ha dado mucho en España y, a diferencia de otros países, Benítez puntualiza que «nuestro país era un gran consumidor de tinto». Ningún país de la Unión Europea, incluyendo a Portugal o Italia, consumía tan poco vino blanco como España. Con lo cual, «se está igualando el consumo y se está produciendo de una manera más acelerada», corrobora.
A pesar de todo, Benítez expone otro motivo «como es el precio» que se ha dado en otros países, que también han registrado un alto consumo de vinos blancos frente a los tintos. En esta posición se encontraría Estados Unidos. «Los blancos suelen tener un precio menos elevado que los tintos», admite.
En EE.UU., igual que en Europa, hemos asistido a un incremento de la inflación y de los tipos de interés. «El consumidor americano es muy sensible al precio que le ha llevado a decantarse por los blancos» identifica.
Posibles aranceles al sector
¿Qué hacer ante los posibles aranceles de Trump al sector? Benítez informa que están trabajando tanto con la Secretaría de Estado de Comercio como con el Comité Europeo de Empresas de Vino (CEEV). Revela que están en total sintonía tanto con el Ministerio de Agricultura como con la Secretaría de Comercio ya que saben que el vino es un producto muy importante para las exportaciones españolas que contribuyen, casi con un 20% al balance neto comercial agroalimentario, lo que supone más de 3.000 millones de euros. Igualmente, -matiza- «no es el sector que más exporta en cantidad, pero tampoco importa, por lo tanto, sí que contamos con su apoyo».
Por su parte, la comisaria europea ha anunciado aranceles para productos americanos que se importan a la Unión Europea como consecuencia de la situación provocada al acero y al aluminio. En este sentido, desde FEV, «pedimos no ser paganos de los problemas de otros sectores y más en uno como el vino que somos muy exportadores a Estados Unidos e importamos muy poco».
Por ello, incide en que «ponernos al vino en una lista de posibles represalias puede conllevar a que la Administración Trump definitivamente se fije en nosotros y nos ponga aranceles». Por ello, desde la FEV «estamos trabajando para no estar en esa lista. También le pedimos a la Administración española que nos apoye en esta línea» señala.
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