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Barómetro de la recuperación: 4 meses después, unas nuevas prioridades

Publicado a 26/02/2025 18:23 | Actualizado a 04/03/2025 15:41

A punto de cumplirse cuatro meses desde la DANA que devastó la provincia de Valencia, y tras la publicación de siete barómetros para analizar la situación de los parques empresariales más afectados, Economía 3 inaugura una nueva serie de indicadores con nuestro Barómetro DANA. El tiempo pasa y las necesidades cambian, por lo que los nuevos indicadores se centrarán en la reconstrucción de las áreas industriales, los planes establecidos para su recuperación, la evolución del empleo y la comunicación entre las zonas industriales y las Administraciones.

Los indicadores analizados en las semanas previas han abordado cuestiones como los accesos, los suministros y las ayudas; problemas que, en su mayoría, han sido resueltos. Sin embargo, sigue pendiente tanto la valoración de los daños como el cobro de las indemnizaciones por parte del Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), una situación que se ha convertido en un clamor generalizado y en el principal cuello de botella. De hecho, muchas empresas aún esperan conocer la cuantía de sus compensaciones para poder reanudar su actividad.

Barómetro de la recuperación: 4 meses después, unas nuevas prioridades

Ahora, la atención se centra en la reconstrucción y en la prevención de futuras catástrofes similares. Todo ello bajo la incertidumbre de qué sucederá con el empleo una vez decaigan los ERTEs y si muchas empresas optarán por abandonar las zonas afectadas.

Las respuestas de las fuentes consultadas a los nuevos parámetros analizados se dividirán en «sí», «no» o «insuficiente». Aunque sujetos a cambios en función de las necesidades que nos transmitan las empresas, estos nuevos parámetros son los siguientes:

Zona industrial de Paiporta

Tras cuatro meses lidiando con el desastre, la conclusión que extra Verónica Bosch, gerente de la Asociación de Polígonos Industriales de Paiporta (APIP), es que gracias al asociacionismo han conseguido ser mucho más visibles y resolutivos a la hora de enfrentar todos los problemas que surgieron con la DANA. Tanto es así que dicen haber aumentado su número de asociados «cuando la gente ha visto que les ofrecíamos un valor y éramos un interlocutor válido para todas las Administraciones». Desde APIP han comprobado el valor de estar asociado y afirman que seguirán trabajando por todos los empresarios de la zona.

«Desde las empresas echamos mucho en falta la colaboración con el Ayuntamiento de Paiporta, que hasta la fecha ha sido bastante limitada. Nos escuchan, responden cuando les preguntamos, pero no nos cogen el teléfono cada día. Creo que lo normal sería que existiese una colaboración más fluida, como ocurre en otros municipios afectados. «La comunicación no es suficiente y no vemos resultados. Creo que no han estado a la altura de la emergencia», asegura Bosch.

La falta de información es otro de los grandes frentes para las empresas afectadas por la DANA. «Pocas veces nos llega información de primera mano, siempre ha de ser a demanda. Muchas veces no nos transmiten lo que están llevando a cabo y desconocemos los avances», explica la gerente.

El desempleo que genere la catástrofe es otra de las preocupaciones fundamentales en la mente de las asociaciones. Bosch es pesimista, «hay muchas empresas que no saben si van a volver. De las que parece que están activas, muchas no están produciendo realmente, ya que los trabajadores se dedican realmente a reparar y limpiar la maquinaria. Hoy creo que se han perdido más de la mitad de los empleos con los que contaba el polígono, lo veo cada vez peor».

Zona industrial de Catarroja

«De estos cuatro meses de lucha me quiero quedar con que hemos comprobado que los problemas de esta envergadura son muy difíciles de gestionar de manera individual; pero que, si las empresas nos unimos, podemos salir de los desastres y mejorar. Esto nos tiene que servir para darnos cuenta de que el asociacionismo es vital y necesario, no solo en un aspecto social, pero también desde el mundo de las empresas». Este es el mensaje con el que se queda Patricia Muñoz, presidenta de la Asociación de Empresarios de Catarroja (AECA).

Una de las principales asociaciones empresariales a las que hemos seguido durante todo este tiempo, el caso de AECA y el polígono de Catarroja es una rara avis: desde el primer momento han trabajado codo con codo con el Consistorio local. «Somos privilegiados porque el Ayuntamiento de Catarroja no solo habla con nosotros, nos escucha y nos informa; sino que nos tiene muy en cuenta a la hora de planificar cualquier cosa. No solo están pensando en el núcleo urbano, también en el polígono y se nota muchísimo en la planificación de la reconstrucción», asegura Muñoz.

En contraste con el caso de las empresas de Paiporta, en Catarroja aseguran sentirse escuchados. «Somos muy activos en el asociacionismo, estamos en contacto con el Gobierno local, pero también con el autonómico y el estatal. Es una comunicación en muchos casos bidireccional. Esto es básico, las Administraciones deben hablar con las empresas y las áreas industriales para saber qué necesitan. En el barómetro lo habéis constatado, las necesidades van cambiando y no son las mismas ahora que dentro de un mes. No vale tener una conversación hoy y no volver a preguntar hasta dentro de dos meses. La recuperación no será fácil ni rápida».

El miedo a que la catástrofe haya calado hondo en las zona, en especial entre aquellas empresas que tienen la capacidad para deslocalizarse, es palpable. «En muchas ocasiones las empresas no son propietarias de las naves o tienen vínculo. Teniendo en cuenta que la zona está tocada, el personal es complicado, todo ello hace que, a priori, no parezca interesante continuar allí. Si a eso añades que tienes cerca otras áreas industriales que no corren el riesgo que tú, hay muchas empresas a las que no les importa estar en Catarroja o a 50 kilómetros. Sabemos de empresas que, por ejemplo, se están yendo a Picassent, que es el mismo área geográfica, pero mucho más sencillo».

Zona industrial de Picanya

DANA-Picanya-mapa

En la zona industrial de Picanya se respira «cierta normalidad», asegura el presidente de la Asociación Empresarial del municipio, Ricardo Rubio. Como balance tras cuatro meses de la DANA, el representante empresarial considera que «aún hay carencias, pero que se van solventando». «Los proveedores van llegando, las rutinas de las empresas se van recuperando y con los suministros ya no hay tantos problemas. Hay ya mucho coche y mucho movimiento», indica.

Además, destaca que la colaboración con el Ayuntamiento de Picanya ha sido constante desde el principio y se mantiene en la actualidad. «Desde el inicio y hasta ahora, todo lo que hemos solicitado se nos ha concedido. Existen carencias, por supuesto. Por ejemplo, en el pueblo y en el polígono todavía no hay contenedores de basura», señala.

La Asociación Empresarial de Picanya no recibe información «oficial y directa» por parte de la Administración, sino que son las federaciones y asociaciones a las que pertenece quienes les mantienen informados en todo momento.

En cuanto a la existencia de planes concretos y presupuestos para la reconstrucción, Rubio asegura que sí se están elaborando y que ya se han puesto en marcha algunas actuaciones, como la reconstrucción de los puentes.

Respecto a la posible marcha de empresas, una de las mayores preocupaciones en este momento, subraya que no se ha producido esta situación en Picanya. «Sabemos de una empresa que ha abandonado el polígono, pero desconocemos si ha sido únicamente a causa de la DANA», añade. Sobre la pérdida de empleo, el presidente de la Asociación afirma que no tiene constancia «de primera mano» de ningún caso de despido.

Zona industrial de Sedaví

barometro-DANA-Sedavi

El balance del presidente de la Asociación de Comercios y Empresas de Sedaví (Acese), Germán García, cuatro meses después de la tragedia, es menos optimista. Asegura que «queda mucho camino por recorrer», ya que «el impulso inicial tras la DANA nos llevó a volcarnos, pero ahora ha habido un bajón en todos los aspectos».

Aunque la mayoría de las instalaciones están operativas, quedan problemas importantes por resolver. «Falta mucha información, lo que está generando una gran inseguridad en las empresas, además de los retrasos del Consorcio de Seguros», señala.

En este sentido, García critica que la información oficial «no es buena», aunque reconoce que ha habido una buena colaboración y «un trato fluido» con el Ayuntamiento de Sedaví.

Sobre los planes y presupuestos para la reconstrucción, el presidente de Acese no menciona medidas concretas, pero destaca que existen «ayudas del Estado». No obstante, considera que más allá de la reconstrucción, es fundamental centrarse en la readecuación y la prevención.

Asimismo, lamenta que algunas empresas ya se han trasladado a otras ubicaciones y se muestra convencido de que habrá pérdidas de empleo. «Si no las ha habido ya, las va a haber», concluye.

Zona industrial de Chiva

Chiva-DANA

«Estamos planos. Los problemas con el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) continúan con retrasos y sin abonar», confirma Rodrigo Tarín, presidente de la Entidad Urbanística de Conservación La Pahilla (Chiva).

Tarín informa con pesar que «la predisposición de la Administración en teoría es mucha, pero, a la hora de la realidad poca». Durante las primeras etapas se avanzó mucho pero, -asegura- ahora que es necesario acometer actuaciones de mayor alcance «estamos planos. Parece que esté todo solucionado».

De hecho, puntualiza que lo único que ha acometido la Administración ha sido el baldeo de calles la semana pasada.

Después de la moción de censura que se produjo en Chiva, a finales de diciembre, asumió el cargo Ernesto Navarro, que «se ha puesto a nuestra disposición», ha asegurado.

Desde el Ayuntamiento están estudiando un plan de actuaciones y de inversiones para el área industrial que se acercará a los dos millones de euros y que «deberían ejecutarse en el corto y medio plazo», añade Tarín. Esta cifra se destinaría a mejorar infraestructuras.

Desde la Conselleria de Industria «hay muchas actuaciones pero son para la galería» reconoce Tarín.

Rodrigo Tarín informa que cuentan con buena comunicación oficial con todos los estamentos públicos. «El Ayuntamiento está predispuesto a escucharnos. Somos conscientes de que el municipio se ha visto muy afectado por aquella zona por donde pasaba el barranco y se están produciendo derribos de viviendas», informa Tarín.

Sobre la posible pérdida de empresas en su zona, Tarín admite que «no creemos que las empresas se trasladen a otra zona por la catástrofe ocurrida».

En cuanto al empleo, Tarín asegura que se han llevado a cabo ERTE en dos empresas de mayor tamaño, que ha afectado al 25 o 30% de la plantilla pero «pensamos que es algo temporal hasta que alcancen la normalidad en el proceso productivo» indica.

En cuanto a la colaboración entre las diferentes asociaciones que representan a la empresa. A su juicio, «todavía falta que todas esas iniciativas se conviertan en acciones concretas e inmediatas», admite con cierta pena.

Zona industrial de Riba-roja de Túria

Riba-roja-DANA-mapa

Carlos Peinado, gerente de la Asociación de Empresarios La Reva (Asocreva) confirma que los accesos, ayudas y la actividad ya se ha recuperado prácticamente al 100%.

Califica de «buena» la comunicación que mantienen con el Ayuntamiento, incluso antes de la DANA. «Mantenemos reuniones periódicas con ellos para ir evaluando la situación», corrobora. En cuanto a la relación con consellerias y Gobierno central «lo hacemos a través de Fepeval».

La información oficial por parte de todos los estamentos llega con fluidez porque «la Federación de Parques Empresariales está haciendo una gran labor y nos mantiene permanentemente informados», reconoce Peinado.

El gerente de La Reva explica que Tragsa ha valorado daños en la zona por cerca 12 millones de euros los daños en infraestructuras y ya están preparando los planes. «Esta cifra se ha reclamado a la Administración central y deben estar a punto de recibirla por parte del Ayuntamiento», explica. Ya nos han confirmado que hay que reponer 500 farolas solo en el polígono, además de los daños en las depuradoras, la limpieza…

En cuanto a posibles movimientos de empresas, Peinado afirma que «afortunadamente no estamos notándolo. Al revés, aquellas empresas que tenían previsto instalarse en nuestra zona antes de la DANA no han suspendido sus proyectos y continúan construyendo sus naves».

Sobre el empleo, Labora publicó que en Riba-roja había a finales de enero 2.000 personas en ERTE, pero «confío en que en el momento en que la empresa abra recuperarán el empleo», asegura.

Zona industrial de Quart de Poblet

En Quart de Poblet se percibe una sensación de «estancamiento». La gerente de la Asociación Empresarial de Quart de Poblet, María Ángeles Hidalgo, lamenta que, en cuatro meses, «tampoco se ha avanzado demasiado». «Al principio hubo un gran esfuerzo por solucionarlo todo, pero ahora todo está parado de nuevo. Ya no sabemos a qué organismo recurrir para que sigan actuando, porque las montañas de barro siguen ahí», critica.

Hidalgo explica que muchas empresas han tenido que destinar sus propios recursos para la limpieza, «lo que les impide asumir más gastos». Y añade: «Nos hemos acostumbrado a respirar aire con polvo».

Sobre la colaboración con el Ayuntamiento, detalla que están a la espera de recibir un informe con todas las actuaciones realizadas y previstas. En términos generales, considera que ha habido una buena cooperación, aunque con algunas excepciones.

En cuanto a la información oficial, opina que ha sido insuficiente, aunque valora positivamente la «muy buena comunicación» que mantuvieron con la Conselleria en un inicio, cuando se realizaban videoconferencias semanales. «Ahora ha habido un parón», señala.

Por el momento, la Asociación Empresarial de Quart de Poblet desconoce si existen planes o presupuestos específicos para la recuperación. «Sabemos que el IVACE ha asignado fondos, pero no sabemos cuándo ni en qué se van a invertir», apunta.

Si bien algunas empresas se están planteando trasladarse ante el riesgo de que la situación se repita, en muchos casos la envergadura de sus instalaciones hace que la mudanza sea inviable. «Desconozco si alguna ya se ha ido, pero muchas lo tienen en mente porque la montaña de barro sigue sin moverse», concluye.

Las cuatro peticiones de Fepeval

Diego Romá, presidente ejecutivo de la Federación de Parques Empresariales de la Comunidad Valenciana (Fepeval) corrobora que continúa el cuello de botella del CCS. Para él, «lo más importante es que las empresas tengan el informe de peritaje porque la decisión de seguir adelante o no depende de él«.

En cuanto a las ayudas, Romá las califica de «insuficientes». Ve con buenos ojos los préstamos que el ICO y del IVF pero «las empresas necesitan ayudas directas», reclama, porque la DANA ha sido «una situación extraordinaria» y es necesario «una reacción extraordinaria» tanto de España como de la Unión Europea.

Desde Fepeval piden a la Unión Europea que cambie el régimen de mínimis (ayudas o subvenciones públicas a empresas por cuantías menores que se consideran no distorsionan la competencia) ya que según esta normativa, una empresa no puede recibir más de 400.000 euros en ayudas públicas a lo largo de tres años. «Pedimos a la Comisión Europea que lo suprima para las empresas afectadas por la DANA porque necesitan una reconstrucción extraordinaria», asegura.

El representante de Fepeval admite también que las infraestructuras de los propios parques «están muy dañados como alcantarillado, viales, alumbrado, alcantarillado…». «Tenemos que relanzar los parques empresariales y hacerlos nuevamente atractivos para seguir atrayendo inversiones». Por ello, desde la Federación exigen a las tres administraciones -local, autonómica y estatal- «una gran inversión para hacer los parques más atractivos y seguir atrayendo inversiones y como consecuencia de ello, creen empleo».

Por último, el presidente ejecutivo de Fepeval exige a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que acometa y rediseñe los siete proyectos «que llevan años parados» para la eliminación y mitigación de avenidas del barranco del Poyo. Ya que «lo más importante para nosotros es la seguridad de las personas que trabajan en las zonas afectadas».

En cuanto a los ERTE que se han planteado para los trabajadores, a Romá le preocupa que estos se conviertan en ERE. «No sabemos cuántas empresas no van a continuar con su actividad», concluye.

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