Fotogalería: La consultoría, un sector esencial en tiempos de cambio constante
Los ingresos de las empresas de consultoría alcanzaron los 21.575 millones de euros en 2023, un 9,7% más que el año anterior, según la Asociación Española de Empresas de Consultoría. Los crecientes desafíos económicos, sociales y geopolíticos que deben afrontar las empresas han provocado un importante crecimiento en este sector en los últimos años. Ejemplos de ello son la pandemia de la COVID-19 o las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania, retos para los cuales muchas compañías y organizaciones no estaban preparadas para afrontar en solitario.
En este punto entran en juego los partners, empresas de consultoría o asesoría, que pueden aportar su know-how en determinadas áreas de las compañías. Con el objetivo de analizar este sector y la importancia de contar con un buen socio estratégico, Economía 3 ha organizado este lunes una nueva mesa de debate con expertos del sector de la consultoría en el Club Deportivo Empresarial Alcatí.
La mesa de debate ha estado moderada por la coordinadora editorial de Economía 3, Sara Martí, y ha contado con la participación de la CEO de Intelema, Carmen Sánchez; la directora de Consultoría de RRHH en Access, María Montesinos; el director general de Grupo Ifedes, Tomás Guillén; el socio de las áreas Fiscal & Compliance en Swan Partners, José Oltra; el socio en One to One Corporate Finance, Francisco Duato; el jefe de servicio de programas europeos del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), José Vilar; y la socia de Consultoría en Kreston Iberaudit, Mila Pedraza.
En la mesa de debate se han tratado temas como los retos empresariales del próximo año y la situación actual del sector de la consultoría, girando en torno a una cuestión central: ¿qué valor aportan las consultoras o socios externos a una empresa?
La pandemia, un punto de inflexión
Todos los participantes han coincidido en que el sector atraviesa un buen momento, especialmente desde la pandemia de la COVID-19, que supuso un antes y un después en la percepción de los empresarios sobre estos servicios. «No existe una demanda consciente de nuestro producto, pero cuando las empresas ven que nuestro trabajo está directamente vinculado a los resultados financieros, comienzan a valorarlo», ha asegurado la CEO de Intelema, Carmen Sánchez.
En la misma línea, la socia de Consultoría en Kreston Iberaudit, Mila Pedraza, ha considerado que la pandemia fue un punto de inflexión para el sector. «Las pymes que lograron superar esa situación vieron en nosotros un valor con el que seguir, porque han experimentado un retorno directo», ha señalado.
Para el jefe de servicio de programas europeos en el Ivace, José Vilar, la pandemia también supuso un cambio de mentalidad en las empresas. De hecho, desde la COVID-19, los servicios del Ivace han experimentado un aumento de demanda. «Las empresas empezaron a estar más preocupadas por la innovación para ser más resilientes», ha asegurado.
La «hiperregulación» normativa
La incorporación de nuevas generaciones a las empresas es otro factor que está impulsando los servicios de asesoría y consultoría, ya que los jóvenes «comienzan a verlos con mayor naturalidad», explica el socio en One to One Corporate Finance, Francisco Duato.
Por su parte, el director general de Grupo Ifedes, Tomás Guillén, ha opinado que la «complejidad» del mundo actual es lo que lleva a las organizaciones a buscar el apoyo de un socio estratégico. En los últimos años, acontecimientos como la pandemia o la guerra en Ucrania han obligado a las empresas a «liderar muchos frentes y a buscar apoyo externo para adoptar nuevos modelos de gestión», ha añadido.
Por otro lado, la «hiperregulación» normativa ha provocado que el sector de la consultoría sea «absolutamente necesario», según el socio de Fiscal & Compliance en Swan Partners, José Oltra. «La hiperregulación ha hecho que lleguemos a un punto de saturación normativa a todos los niveles. Eso genera una necesidad en el empresario, que ahora es más exigente y sabe ver la complejidad de estos asuntos», apuntó.
Según Oltra, los clientes «saben lo que quieren, pero en su casa no les da la vida». De ahí, que el sector de la consultoría «esté en auge» y sea «absolutamente necesario».
El salto generacional
Los participantes han resaltado que el cambio generacional es uno de los principales desafíos que tienen muchas compañías por delante. Los jóvenes que ingresan en el mercado laboral cuentan con mayor formación académica, lo que contribuye a la profesionalización dentro las empresas. No obstante, según los expertos, este salto generacional puede ser una fuente de conflicto en las empresas, especialmente en las familiares en las que se produce una transición de una generación a otra.
Carmen Sánchez ha considerado que las consultoras tienen «una labor importante: integrar lo viejo y lo nuevo». «A veces hay conflictos profundos entre generaciones y estos trabajos requieren de un proceso en el que hay que poner mucho cariño», ha añadido.
«Las siguientes generaciones son más internacionales, abiertas y tecnológicas, ahí se da un cambio muy grande. En las empresas tradicionales, la evolución se nota mucho», ha explicado Tomás Guillén, quien añade que los perfiles más jóvenes «profesionalizan las empresas familiares».
«Las nuevas generaciones vienen de haber trabajado en otros sitios, por lo que no se incorporan a las compañías para hacer lo que se ha hecho siempre. Vienen tras haber visto otras formas de trabajar y de hacer, y eso genera conflictos», ha destacado Francisco Duato.
La retención de talento, el gran reto de las empresas
Otro de los retos, según los expertos, es la elevada rotación de personal a la que tienen que hacer frente las organizaciones, puesto que cada vez resulta más difícil atraer y retener talento.
María Montesinos ha asegurado que la ratio de permanencia en las empresas es de cuatro años: «Los jóvenes ya no ven positivo estar mucho tiempo en una empresa». Por ello, ha insistido en la necesidad de ofrecer planes retributivos que vayan más allá de la parte salarial, es decir, disponer de beneficios que atraigan a las nuevas generaciones. «Hay maneras de retribuir a los empleados que no cuestan dinero. Las nuevas generaciones dan por hecho que tienen unos derechos», ha señalado.
Carmen Sánchez ha subrayado que, en el ámbito laboral, «la gente ya no busca únicamente el dinero», sino que existen otras motivaciones. Por su parte, Tomás Guillén ha coincidido con esta idea y ha añadido que los jóvenes tienen una visión «muy cortoplacista». «No tienen visión a largo plazo», ha afirmado. Según el director general de Grupo Ifedes, esto representa un problema para las empresas: «Desarrollamos proyectos estratégicos a cuatro años, sabiendo que la mitad del equipo no estará para entonces». En su opinión, la clave está en que las empresas sean «menos vulnerables» ante esta rotación de talento, que hoy en día «es inevitable».
José Oltra también ha opinado que atraer a los jóvenes recién graduados es uno de los principales retos de las compañías. «Cuesta mucho retener este talento porque las nuevas generaciones son muy proclives al cambios. Antes, cambiar de trabajo en un año o año y medio estaba mal visto», ha agregado.
Para afrontar este contexto, Mila Pedraza ha propuesto que las empresas expliquen claramente su dirección y objetivos, de modo que «todos los empleados comprendan cómo contribuyen al plan estratégico». Esto, según Pedraza, fomenta un sentido de pertenencia y una mayor fidelización por parte de los empleados, al dar significado a su trabajo.
Finanzas y legal, áreas estratégicas
En cuanto a las áreas estratégicas que pueden necesitar expertos externos, los participantes han destacado las áreas financiera, legal, internacional o recursos humanos.
La socia de Consultoría en Kreston Iberaudit ha apuntado que el asesoramiento en materia financiera es fundamental dentro de todas las compañías. A pesar de que «todas las pymes tienen un plan y conocen su objetivo financiero a tres o cuatro años vista, el pequeño empresario necesita apoyo» en este ámbito. Del mismo modo, la CEO de Intelema ha asegurado que siempre recomienda a las empresas «rodearse de expertos en este campo» y ha resaltado que «la consultoría es indispensable» en temas de finanzas.
La gestión del personal y la digitalización son áreas estratégicas para cualquier empresa y «todas tienen su impacto legal», ha subrayado el socio de las áreas Fiscal & Compliance en Swan Partners. Según José Oltra, «todo tiene su impacto regulatorio», lo que resalta la importancia de que las compañías cuenten con apoyo externo en este ámbito.
Por su parte, el socio de One to One Corporate Finance ha señalado que un socio estratégico puede ser fundamental en empresas familiares, especialmente en temas de sucesión, donde en ocasiones se generan «desencuentros entre familias». Asimismo, ha destacado el papel de las consultoras en los procesos de fusiones y adquisiciones, un área que registró un notable crecimiento durante la pandemia de COVID-19.
La internalización, un ámbito que requiere de expertos
Por otro lado, el jefe de servicio de proyectos europeos en el Ivace ha recalcado la importancia de la consultoría especializada para la innovación y la internacionalización. «Cuando apostamos por una empresa para que vaya a otro país, nosotros contactamos con un experto de dicho país para que haga un análisis de necesidades para ver si ese producto se puede llevar allí y cómo», ha indicado.
Otro ámbito en el que resulta recomendable contar con un buen socio es la captación de fondos europeos. Según Vilar, recurrir a entidades regionales como el Ivace puede facilitar este proceso. «Para lidiar la complejidad, se necesitan partners estratégicos», ha subrayado.
«La empresa se tiene que apoyar en profesionales porque hay mucho ruido con el tema de los fondos europeos», ha asegurado Mila Pedraza, quien considera que todas las compañías que tengan un enfoque internacional necesitan de la interacción de firmas internacionales.
Tras finalizar la mesa de debate, los expertos han disfrutado de un espacio de networking con un almuerzo en el Club Deportivo Empresarial Alcatí.
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