En esta ocasión nos visita y participa de la sección de Economía Social, Francisco Cobacho, presidente y fundador de Fundación Novaterra, una entidad que lleva 30 años generando respuesta a los problemas de inclusión social a través del empleo.
– ¿Cuál es vuestra misión?
El core de Novaterra es la inclusión social a través del empleo porque pensamos que es la acción más emancipadora para que las personas puedan tomar el timón de sus vidas. Nacimos en el barrio de La Coma (Valencia) trabajando con jóvenes, pero pronto vimos que las personas con necesidades de inclusión social no solo viven en barrios de acción preferente. Ahora actuamos en toda Valencia, Alzira y Alcoi.
– ¿Cómo lo hacéis?
Trabajamos persona a persona, con gente que muchas veces nos viene derivada de los servicios sociales, de parroquias u otras entidades. Con ellas hacemos es un itinerario de empleabilidad, pues muchas no reúnen todas las cualidades para incorporarse directamente al mercado laboral.
Queremos serle de utilidad a las empresas, facilitándoles personas formadas y capacitadas para desempeñar un empleo. Pero previamente realizamos todo un itinerario que llamamos ‘Viaje a la dignidad’, no porque no la tengan, sino porque a veces vienen tan desestructuradas y con tantas dificultades que no la reconocen.
– ¿Cómo empezáis a trabajar?
Desde el principio nos dimos cuenta que, para afianzar un empleo, las personas no solo necesitaban un entrenamiento en lo laboral, sino en otros hábitos, que son los que configuran la cultura del trabajo, que o bien no tienen o bien han perdido: puntualidad, responsabilidad, trabajo en equipo, gestión de conflictos… ¿Cómo podíamos entrenar y consolidar esos hábitos? En la empresa.
Es así como apoyamos el nacimiento de algunas empresas que cumplían esa función de inclusión social. Las personas pasan un tiempo contratadas en estas empresas que hemos promovido y cuando están preparadas pasan a una empresa ordinaria.
Un modelo social con la persona en el centro
– Así es como nacieron Novaterra Social Logistics o Novaterra Catering & Events…
Sí, el planteamiento no es solo que esas empresas formen parte de Novaterra, nosotros fletamos empresas para que sean capaces por ellas mismas de competir en el mercado, desde un modelo social que pone en el centro a la persona. Pero, por supuesto, tienen que ser rentables porque de lo contario se morirían. Siempre buscamos su autonomía y estas empresas son un caso de éxito indudable del que mantenemos una pequeña participación accionarial.
– Su valor es indiscutible…
Sí, primero poque tuvieron su origen en una entidad social con un objetivo muy claro de inclusión social; y, segundo, al demostrar que puede haber otro modelo de empresa rentable, pero que no deja de cumplir una función social importante, ayudando a que muchas personas puedan salir adelante.
– ¿Apoyáis también el emprendimiento individual?
Sí, a través de Caixa Popular estamos apoyando a mujeres excluidas del crédito que tienen un proyecto empresarial factible. Les facilitamos un crédito asequible y todo un proceso de mentorización.
Novaterra, 30 años y más de 8.000 personas acompañadas
– ¿Cuál ha sido la contribución de Novaterra en estos 30 años?
Más de 8.000 personas acompañadas y más del 60 % con un empleo que les ha permitido iniciar una nueva vida. Detrás de cada persona hay una familia.
Pero, no solo queremos contribuir a que personas concretas realicen su itinerario y acaben su proceso de inserción; queremos modelar e influir en la sociedad porque podemos correr el riesgo de dulcificar las aristas de una estructura social que no nos gusta, hay cosas que hay que cambiar porque, de lo contrario, la desigualdad crece.
En mi juventud, el trabajo era el ascensor social. Hoy hay quien tiene trabajo y no cubre sus necesidades. Algo está funcionando mal, no solo son los salarios, también es la vivienda –es muy difícil que una persona sin techo pueda asumir una oferta de empleo–.
Es importante vincular a Novaterra a personas y entidades decididas a cambiar aquellas cosas que no son justas, tenemos una responsabilidad ineludible individual y colectivamente para vertebrar la sociedad en orden a objetivos de solidaridad.
La empresa, un aliado
-¿Qué papel juega la empresa?
Nosotros nunca hemos demonizado a la empresa. El mundo empresarial no solo son ‘nuestros clientes’, sino que, además, sabemos que hay muchas empresas que hacen las cosas bien y las quieren seguir haciendo mejor.
De esas empresas queremos estar muy cerca, de hecho, tenemos una orla de empresas socias y colaboradoras muy importante que recurren a nosotros para cubrir vacantes y para implicarse de distintos modos. Por ejemplo, poniendo a disposición ‘viviendas lanzadera’ para apoyar ese itinerario.
-¿Se plantea el relevo?
Es importante saber dar un paso al lado, sobre todo en aquellas obras que han tenido en su nacimiento un peso específico de una persona, y hacerlo antes de que la neurona falle. Ya hay un banquillo importante para ese relevo.