Cuando se habla de la palabra empeños parece que la idea que se viene a la mente es la de pasar penurias económicas. Puede que esto sea por influencia de películas en las que los protagonistas se ven obligados a dejar sus pertenencias para poder sobrevivir. Esa imagen de tristeza y melancolía inunda las pantallas. Pero lo cierto es que en los últimos años se está convirtiendo en una práctica que cada vez usan más personas para conseguir unos ingresos extra.

Cuando llega una etapa de la vida en la que se presentan necesidades económicas, las soluciones innovadoras afloran por todas partes. Una de las más longevas y que lleva mucho tiempo realizándose es la del empeño. De hecho, se dice que las primeras casas de empeño surgieron en China hace unos 3000 años. Sorprendente, ¿verdad? La historia y la humanidad han cambiado mucho desde entonces, pero este tipo de actividad sigue estando presente en la sociedad de hoy en día.

La forma más clásica de empeño es aquella en la que se deja un artículo de valor en un establecimiento comercial que, a cambio, proporciona un préstamo por una determinada cantidad de dinero. A diferencia de lo que ocurre con la venta, en esta transacción existe la opción de recuperar el objeto empeñado. Para conseguirlo, habría que devolver el dinero prestado y los intereses que se han fijado previamente.

¿Por qué empeñar un objeto de valor?

Las razones que pueden llevar a las personas a empeñar un objeto de valor pueden ser de lo más variado. Desde un gasto médico que no puede esperar, a una avería en el coche o la necesidad de disponer de liquidez de forma inmediata por cualquier circunstancia de la vida. Y si esto pilla en un momento en el que la cuenta o los ahorros están bajo mínimos, los empeños pueden alzarse como una buena opción.

Dentro de este mundo, nos encontramos con la opción de la venta recuperable. Algunas empresas como Cash Converters están optando por esta solución para ofrecer la mejor alternativa a sus clientes. El proceso es sencillo. Hasta puedes seleccionar una cita en tu tienda más cercana para ahorrarte esperas. Basta con acudir al establecimiento en la cita marcada, recibir una tasación de tus artículos y, si todo encaja, en pocos minutos recibes el dinero en tu cuenta bancaria o bien en efectivo.

Mediante la venta recuperable puedes recuperar tu objeto en un plazo de unos días pagando la cuota que has acordado con el establecimiento. Es muy importante antes de nada que entiendas todos los puntos del acuerdo que estás firmando. Pregunta siempre a la entidad todas las dudas que tengas.

Entendiendo cada tasa y cada concepto te aseguras que estás realizando una operación fiable y que te permitirá recuperar lo empeñado en un plazo razonable. Por lo tanto, puede ser una solución especialmente útil para aquellos que desean deshacerse temporalmente de un artículo para conseguir dinero sin renunciar por completo a su propiedad.