Tipos de interés y tensiones geopolíticas guían a los mercados en Navidad
Iñigo Isardo Rey, Director de Gestión Cuentas Minoristas en Link Securities
Pocos podemos discutir la complicada situación económica por la que estamos pasando actualmente. La enorme cantidad de acontecimientos históricos que se están dando lugar hoy en día han afectado bastante a nuestra economía, algo que causará bastantes problemas al colectivo femenino, el cual deberá saber gestionar esta nueva problemática, así como los obstáculos a los que han debido hacer frente durante todos estos años.
Pese a que aún no contamos con una definición clara para el concepto de «independencia económica», podemos entenderla como el estado en el que cualquier individuo goza de control sobre el día a día de sus finanzas diarias y mensuales, contando con la capacidad suficiente como para absorber un shock financiero y estar en camino, al mismo tiempo, de alcanzar los objetivos financieros que se ha propuesto. Al mismo tiempo, dispone de la libertad financiera suficiente como para tomar decisiones que le permitan disfrutar de la vida.
La cuestión de la «independencia económica» se está tornando cada vez más relevante dentro del discurso de la política económica. Esto se debe a que, si se pudiera medir, conformaría una gran herramienta a la hora de valorar si los servicios bancarios ofrecidos consiguen ser «satisfactorios» para los usuarios, determinando así desde una perspectiva práctica si los gobiernos y las entidades bancarias son capaces de mejorar el bienestar de los ciudadanos.
La educación financiera conforma el conjunto de recursos educativos capaces de enseñar métodos de ahorro y valores financieros positivos, ayudándonos así a hacer un mejor uso de nuestro dinero, así como a planificar y administrar nuestras finanzas para garantizarnos un futuro sostenible en el que podamos estar tranquilos respecto a nuestros ahorros.
Pese a que todos necesitamos cierto nivel de educación financiera para gestionar adecuadamente nuestro dinero, las mujeres requieren más que nunca de estos recursos debido a los problemas que debe hacer frente este colectivo y que explicaremos en detalle a continuación:
Sin lugar a dudas, uno de los mayores problemas económicos que acecha a las mujeres. Los sueldos más bajos y las menores cotizaciones a las que tiene acceso la mujer hacen que acaben recibiendo una pensión inferior. Cabe tener en cuenta que el sistema dfe penisones se rige por el principio de proporcionalidad contributiva.
Es decir: a menor sueldo cobrado, menor cotización y, por lo tanto, menor será la pensión causada.
Otro aspecto que tiende a premiar el sistema de pensiones en España se trata de la duración de las carreras de cotización. Así, las carreras más largas y constantes son las mejor premiadas, siendo estas más frecuentes en el hombre que en la mujer debido a las interrupciones en la vida laboral que estas suelen sufrir: la crianza de los hijos, el cuidado de los padres ancianos… entre otros.
En lo que respecta a los contratos a los que tiene acceso la mujer, estos muestran claras diferencias en la edad de jubilación, siendo las mujeres las que acaban jubilándose mucho más tarde que los hombres.
En el caso de las mujeres autónomas, estas son las que tienen las pensiones de jubilación más bajas, apenas superando estas los 500 euros mensuales. Las mujeres trabajadoras por cuenta ajena, por su parte, tienen pensiones que se sitúan entre un 25 y un 38% por debajo de las que perciben los hombres.
Iñigo Isardo Rey, Director de Gestión Cuentas Minoristas en Link Securities