Un acuerdo in extremis entre demócratas y republicanos ha evitado en el último momento que se materializase el denominado «shutdown» parcial del Gobierno de los Estados Unidos -la suspensión de la prestación de todos los servicios públicos considerados no esenciales-. Pero, ¿qué podría haber supuesto para la Administración y en qué consiste el cierre? ¿Qué deja fuera el acuerdo alcanzado a última hora?
Las horas previas a la votación fueron propias de una película de Hollywood. La aprobación de la propuesta de prórroga presupuestaria presentada por el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, se logró a menos de tres horas del plazo límite; después de que un congresista demócrata, Jamaal Bowman, activase la alarma de incendios para retrasar la votación.
Rep. Alexandria Ocasio-Cortez (D-NY) talks to CNN’s @jaketapper about Rep. Jamaal Bowman (D-NY) pulling the fire alarm shortly before the House was scheduled to vote on a government funding bill. @CNNSotu #CNNSOTU pic.twitter.com/XeGWrRXfCP
— CNN (@CNN) October 1, 2023
El aplazamiento de 45 días más de financiación supone una patada hacia adelante a los principales desencuentros que dividen a la sociedad estadounidense: el mantenimiento de la ayuda a Ucrania y los problemas que están generando las sucesivas oleadas migratorias.
La ayuda a Kiev, en el aire
Con la aprobación durante el fin de semana de la prórroga del presupuesto en el Congreso, la urgencia del partido demócrata ahora es mantener la ayuda a Kiev, uno de los puntos más conflictivos en el panorama político estadounidense actual. Y es que son muchos los norteamericanos que comienzan a cuestionar las continuas remesas de dinero a Ucrania desde el comienzo del conflicto, especialmente ahora que el fin de la guerra parece cada vez más lejano.
El compromiso de la Casa Blanca y la mayoría republicana para mantener los envíos parece que comienza a agotarse, a la vez que surgen los tropiezos con el «Freedom Caucus» (la conocida como bancada de la libertad).
Este grupo, afín al expresidente Donald Trump y que mantuvo en vilo la financiación de las arcas federales hasta el último momento, es quien más ha criticado al presidente Joe Biden por otorgar fondos de emergencia para la guerra en Ucrania.
Al tiempo que los aliados y socios de Ucrania han intensificado sus compromisos económicos por «decenas de miles de millones de dólares» y trabajan en conjunto con el país eslavo para un manejo «eficaz» de esos fondos; arrecian las críticas de los republicanos opuestos a esa ayuda. Para estos último, se está entregando un «cheque en blanco» a Ucrania sin verificar el uso que se está dando a esos fondos.
Biden busca el acuerdo pese a los escollos
Joe Biden ha manifestado que todavía hay tiempo «suficiente» para llegar a acuerdos y urgió al Congreso a trabajar «de inmediato» tras firmar en las últimas horas la ley que proporciona asignaciones para el año fiscal a agencias federales hasta el 17 de noviembre.
Sin embargo, otros de los grandes escollos será el tema migratorio. Los demócratas tendrán que seguir luchando contra los límites que los republicanos quieren poner a programas de asilo y recortes a todas las partidas, excepto a la de seguridad fronteriza.
Por lo pronto, la Bancada Hispana del Congreso aplaudió que esos asuntos no fueran incluidos en la medida de emergencia aprobada ayer por ambos partidos al considerar que no pueden usar a los «inmigrantes como palanca política».
¿Qué es el cierre del Gobierno?
La Constitución de los Estados Unidos permite, en base al principio de separación de poderes, que distintas ramas del gobierno federal estén bajo el control de diversos grupos políticos. En el ámbito del presupuesto federal, el Congreso, compuesto por el Senado y la Cámara de Representantes, tiene la responsabilidad de llegar a un consenso y aprobar el presupuesto.
Posteriormente, el Presidente lo refrenda. En caso de que este vete el presupuesto, dicha propuesta regresa al Congreso, donde puede superarse el veto presidencial mediante el voto de dos tercios de ambas Cámaras.
El cierre del Gobierno tiende a producirse cuando el Presidente y una o ambas cámaras del Congreso no logran resolver sus diferencias en cuanto a las asignaciones presupuestarias antes de que finalice el ciclo presupuestario en curso, tal y como estuvo a punto de ocurrir en esta ocasión.
¿A qué entidades afecta?
Un cierre del gobierno federal resulta en la suspensión de labores para un considerable número de empleados públicos, quienes pasan a no desempeñar sus funciones ni recibir compensación alguna.
Esta situación, no obstante, no afecta a todo el personal de la Administración. Por ejemplo, los militares y los empleados considerados esenciales no se ven afectados en términos de su empleo, pero existe la posibilidad de que no reciban el salario correspondiente por las jornadas trabajadas durante el cierre.
La determinación de qué servicios estatales cesan durante el cierre depende de la cantidad de recursos presupuestarios que queden disponibles para la Administración del Estado. No obstante, cabe destacar que algunos servicios en particular han experimentado una suspensión constante en todos los cierres pasados, como es el caso de los parques nacionales y las oficinas de pasaportes.
Aquellos empleados esenciales continúan operando sin interrupción, lo que incluye al personal militar, los agentes de las agencias federales de seguridad, médicos y enfermeras en hospitales federales, así como los controladores de tráfico aéreo.
Irónicamente, los miembros del Congreso continúan recibiendo sus remuneraciones, ya que su pago solo puede ser modificado mediante una legislación ad hoc.