El precio del AOVE se dispara: ¿Cómo puede afectar a la salud de los españoles?
El precio del aceite de oliva virgen extra (AOVE), uno de los pilares indiscutibles de la dieta mediterránea e ingrediente central en la dieta de millones de hogares, se encuentra en su valor más alto de las últimas décadas. Con el litro a más de 10 euros en los lineales de los supermercados y la demanda disparada un 207 %, esta situación podría tener un impacto significativo y cambiar los hábitos de consumo en España.
Y es que la acentuada subida de precios ha generado especial preocupación entre consumidores y profesionales de la alimentación, ya que podría influir en la salud y el estilo de vida de los españoles. Las implicaciones que podría tener para una sociedad que valora profundamente su rica tradición gastronómica preocupan también a los agricultores.
La subida supone un nuevo varapalo para el bolsillo de los hogares. Más allá del aumento de precios en combustible y energía debido a factores estructurales y coyunturales, la cesta de la compra ha experimentado la mayor subida de los últimos 34 años, según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Un final de verano complicado
Septiembre ha llegado con una inflación general que alcanzó el 2,6% en agosto, según el indicador adelantado del IPC publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE); una tendencia que se ha visto determinada por el aumento de los precios de los carburantes y combustibles. Por su parte, el INE también destaca que los efectos de base en los precios de la electricidad han contribuido a moderar el avance de la inflación.
Según el coordinador nacional de olivar y aceite de oliva y portavoz de Asaja-Jaén, Luis Carlos Valero, hemos llegado a la situación actual porque «no hay aceite, ya que venimos de dos años de sequía y no hay producción. Como cada vez hay más demanda, pero menos oferta, por lo que los precios se han disparado. Esto también está afectando al agricultor, que no está ganando dinero porque no hay producción».
Durante el último año, el precio del aceite de oliva en el mercado español se ha incrementado casi un 40 % por la caída a la mitad de la producción en la presente campaña y la subida de los costes asociados. A falta de dos meses para el cierre de campaña se han puesto en el mercado 221,22 millones de litros de aceite de oliva, lo que supone un descenso del 14,05 % respecto al mismo periodo de la campaña anterior.
¿El aceite es más barato fuera?
La OCU denunció el pasado viernes que el precio del AOVE en España supera «por mucho» al de países vecinos como Italia, Francia y Portugal. Según un análisis hecho público por la organización, el precio medio de este producto de marca blanca en España es un 6 % más caro que en Italia, un 16 % más que en Francia y un 27 % más que en Portugal.
Ante esta situación, la entidad ha pedido al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) que lleve a cabo «inspecciones inmediatas» para garantizar un control de la cadena de producción del aceite de oliva «para evitar los abusos y la especulación que pudiera producirse».
Desde la asociación de agricultores rechazan que el precio del aceite sea menor en los países vecinos que en España. Valero explica que afirmar esto «no tiene ningún sentido ya que operamos en un mercado único. Si hubiese aceite a un precio menor en Portugal, por ejemplo, sólo tendríamos que comprarlo y traerlo para poder venderlo. Pero no es así. Lo que hay barato es un producto de distinta calidad o pequeños lotes que quedan a un precio sin repercutir. Esas informaciones que se están publicando son falsas, interesadas y absurdas».
«Es importante saber la calidad y la cantidad del producto del que estamos hablando. Se podría encontrar AOVE más barato en países de fuera de la Unión Europea, pero dentro del mercado común es absurdo», ha asegurado el portavoz.
¿Hasta cuándo se prolongará la situación?
Para los agricultores, la importante subida de precios se debe a dos factores fundamentales. El primero se corresponde con un gran aumento de la demanda de aceite de oliva que ha coincidido con la vuelta de las vacaciones de los consumidores. Ante el anuncio de que iba a subir el AOVE, explican desde Asaja-Jaen, la gente ha cogido más: «Si iba a coger una garrafa, ha acabado cogiendo dos. Eso ha provocado el aumento de precios».
«En segundo lugar, se espera que la cosecha del año que viene sea también corta. Eso significa que se prevé que el precio continúe subiendo, pero hay que esperar. El AOVE es un lujo sobre otras grasas, pero en un país como España, de los primeros productores mundiales de este alimento, en ningún caso acabará por suponer un producto de lujo», asegura Valero. Sin embargo, los agricultores temen que esta situación se traduzca en que los consumidores abandonen el aceite de oliva en favor de opciones más económicas.
Por el momento habrá que esperar con la vista puesta en el cielo a la espera de lluvia. Cuando la climatología mejore y la producción se regularice, aseguran los agricultores, los precios volverán a la normalidad.
¿Cómo podría afectar al consumo de los españoles?
El aceite de oliva extra virgen supone en un emblema de la dieta mediterránea, aclamada por su capacidad para promover la longevidad y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Sus antioxidantes naturales, como la vitamina E y los polifenoles, no solo protegen nuestras células del daño oxidativo, sino que también están vinculados a una disminución del riesgo de enfermedades cardíacas y cáncer.
Los beneficios que nos aporta el cocinar con aceite de oliva no se limitan al corazón. Su alto contenido en omega 3 le confiere un importante papel antiinflamatorio y sus propiedades antienvejecimiento han sido objeto de investigaciones científicas, y se ha observado que puede tener un impacto positivo en la salud del cerebro, la piel y las articulaciones.
Para Vicente Clemente, profesor de Nutrición y Entrenamiento Deportivo de la Universidad Europea, el peligro de esta situación estriba en que «ante el marcado aumento de precios, los consumidores reduzcan la calidad de aceite de oliva que consumen o los sustituyan por otros procesados que han perdido sus beneficios originales».
«Otro punto importante es, no ya reducir la calidad, sino buscar sustituirlo por aceites que tengan un menor precio; principalmente aquellos refinados o que vienen de granos, que sí tienen un potencial inflamatorio es muy alto, con una respuesta inmunitaria asociada… el efecto en la salud es muy negativo», afirma el profesor.
Alternativas saludables al AOVE
A la hora de escoger un tipo de aceite u otro para cocinar, es importante tener en cuenta factores como el aguante de estos productos a la temperatura de cocción y la facilidad de oxidación. Si buscamos escoger una alternativa más económica al AOVE, una opción saludable podría ser la mantequilla.
«La mantequilla contiene ácidos grados saturados que muchas veces no los asociamos con un producto sano para cocinar. Las últimas investigaciones nos indican, sin embargo, todo lo contrario. Siempre que hablemos de una mantequilla de buena calidad, su consumo puede aportarnos componentes fundamentales para nuestro organismo a un precio más asequible», explica Clemente.
Y añade: «El aceite de coco es una opción ideal para cocinar, con unos beneficios similares al aceite de oliva. También podemos buscar como, por ejemplo, aliñar nuestras ensaladas con productos mediterráneos como el yogurt».
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