CaixaBank cerró el primer semestre del año con unas ganancias de 2.137 millones de euros, un 35,8 % más que en el mismo período de 2022, impulsado por la mejora de los márgenes y la subida de tipos, y ha lanzado un nuevo plan de recompra de acciones por un 500 millones de euros que se pondrá en marcha antes de fin de año.

Este viernes el banco ha dado a conocer sus resultados de enero a junio, unas cuentas que incluyen unos ingresos recurrentes, derivados de la actividad bancaria, de 7.110 millones, un 31,3 % más, y con un margen de intereses de 4.624 millones de euros, un 55,2 % superior al de un año antes.

Coincidiendo con la divulgación de las cuentas, CaixaBank ha informado de esta segunda recompra de acciones en el marco de su plan estratégico hasta 2024, ya que entre mayo y diciembre de 2022 llevó a cabo un primer programa de recompra por valor de 1.800 millones de euros.

CaixaBank detalla que este programa es adicional a la política de dividendos para el año fiscal 2023, «consistente en una distribución en efectivo de entre el 50 % y el 60 % del beneficio neto consolidado».

La carga fiscal penaliza a la banca

Por otra parte, durante la rueda de prensa de resultados, celebrada en Valencia, el consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, ha aprovechado para poner de manifiesto la diferencia de carga fiscal que soporta la banca, que es de un 40 %, ha dicho, en comparación con otros sectores que tienen una tasa fiscal efectiva del 25 %, y se ha preguntado por qué se «penaliza» al sector bancario.

El directivo ha tildado de «buenos» los resultados del primer semestre, pero ha vuelto a rebatir la tesis de que la banca está registrando «altísimos beneficios».

«Los resultados son buenos porque están creciendo y lo hacen porque parten de niveles muy bajos. Los niveles no son más que razonables», ha insistido, y ha subrayado que la rentabilidad de la banca se acerca a su coste de capital, pero todavía no lo cubre.

En esta línea, preguntado por si el impuesto a la banca debe ser o no permanente y sobre los pasos que pudiera dar en esa línea el futuro Gobierno que surja de las elecciones del pasado 23 de julio, Gortázar ha dejado claro de entrada que el impuesto a la banca no es un asunto que el sector quiera «priorizar» en la agenda del próximo Gobierno, pero sí ha remarcado que aspira a un «debate sereno sobre el sector» por parte de las autoridades.

Gravamen sin sentido

«La banca debe contribuir con un 40 % mientras el resto de sectores con un 25 %. ¿Por qué queremos penalizar a las entidades bancarias? ¿Qué consecuencias tiene esto?», se ha preguntado Gortázar, que ha opinado: «No tiene sentido gravar a la banca más que a otras actividades», ha opinado.

Ha detallado que de los 1.447 millones de euros en impuestos devengados por el grupo CaixaBank en el primer semestre el año, un total de 1.018 millones corresponden al impuesto de sociedades, 373 millones al impuesto a la banca y otros 57 millones al impuestos a los depósitos.

El directivo bancario ha asegurado que entre la carga fiscal que soporta el grupo no ha incluido la aportación de 164 millones al fondo único de resolución o bien su contribución al fondo de garantía de depósitos (el año pasado fueron 407 millones), porque entendía que no debían mezclarse estos conceptos con los otros.

Gortázar ha recordado que CaixaBank ha recurrido el impuesto a la banca, al considerar que no se ajusta a derecho, y ha añadido: «Hay que pensar si queremos penalizar la banca. Si hay algún motivo de fondo económico para que esto sea una buena medida».

Confianza en la economía

Por otra parte, el directivo ha mostrado su confianza en la «fortaleza» de la economía española a pesar de la «incertidumbre» política acerca de cuándo se formará el próximo Gobierno español surgido de las elecciones generales del pasado 23 de julio.

Gortázar ha apuntado que ya en 2016 y en el 2019 hubo «procesos de incertidumbre largos» en torno a la constitución del Ejecutivo español y en ambos casos hubo «crecimientos económicos superiores a la media de la UE», en el entorno de un 2 o un 3 %, ha dicho.

Aunque el retraso y la incertidumbre «no son buenas noticias para la economía», ha dicho Gortazar, les ha quitado hierro apelando a la experiencia de años anteriores. «Hay que normalizar una situación que puede no gustar, pero confío en que la fortaleza de la economía permitirá seguir avanzando en el camino correcto a pesar de un período más largo de incertidumbre», ha comentado.

La morosidad, más baja que en 15 años

Por otra parte, las cuentas de CaixaBank de los primeros seis meses reflejan una morosidad en mínimos, que se situó en el 2,6 % hasta junio, lo que supone el mejor dato de los últimos 15 años.

Hace un año la mora era del 3,2 %, mientras que el trimestre anterior ese indicador estaba en el 2,7 %.

Las subidas de tipos llegan a su fin

Por otra parte, Gortázar ha dicho que estima que la subida de los tipos de interés «está llegando a su fin», por lo que entiende que el problema de la subida de las hipotecas va a ir «a menos, no a más».

Ha apuntado, asimismo, que la subida de tipos del BCE de ayer «puede ser la última» o que haya «una más a la vuelta del verano», pero ha concluido que «la repreciación del activo acabará pronto (…) Este proceso se está agotando», ha subrayado.