Gravity Wave nace con la misión de lograr mares y océanos libres de plástico. Para lograr el ambicioso objetivo de retirar hasta el último kg de plástico de los océanos, han logrado implicar a diferentes agentes de la sociedad en esta solución.
Presentes en países como España, Italia y Grecia, la empresa ha conseguido el compromiso de más de 95 empresas, entre las que destacan firmas como Viña Esmeralda, Alain Afflelou o Mini.
Entrevistamos a Verónica Gutiérrez, responsable de Comunicación de Gravity Wave, la empresa que ha logrado extraer de los océanos más de 203.145kg de plásticos.
Una comunidad contra el plástico
-¿Os habéis propuesto acabar con la contaminación de mares y océanos. ¿Cómo lo estáis llevando a cabo y cuál es vuestro objeto de negocio?
A través de una comunidad de más de 5.000 pescadores por el Mediterráneo, Cantábrico y Atlántico y nuestro sistema de reciclaje de redes implementado en los puertos de España hacemos posible la limpieza y prevención de las redes de pesca que quedan inutilizadas.
Para impulsar esta labor, las empresas y entidades son fundamentales, ya que gracias a diferentes proyectos y campañas logramos financiar la recogida de residuos plásticos. Y, gracias a nuestros diferentes partners que trabajan junto a nosotros, conseguimos reciclar, transformar y revalorizar esos residuos en una nueva materia prima que toma una segunda vida en muebles y productos de valor para la sociedad.
Un equipo de éxito
– ¿Quiénes son los fundadores de la compañía?
Las personas que hay detrás de esta idea son Amaia y Julen Rodríguez, dos hermanos que decidieron emprender juntos tras la experiencia que tuvo Amaia en el sur de Asia y donde fue realmente consciente de la cantidad de plástico que colapsa los mares y los océanos del planeta.
– ¿Qué ha supuesto la incorporación de un perfil como el empresario Pablo Fernández?
La incorporación de Pablo Fernández a la Junta de Administración ha supuesto un punto de inflexión para Gravity Wave, ya que no solo ha sido clave para impulsar la reducción de la contaminación plástica de mares y océanos, sino también ha sido como contar con una guía perfecta para la toma de decisiones que llevamos a cabo día a día en esta iniciativa.
Nos ha aportado todo su conocimiento como emprendedor de éxito, ya que ha cometido errores, además de su visión estratégica y de negocios.
Más que propósito
– ¿Quiénes serían vuestros clientes, si los podemos definir así?
Todas aquellas empresas y entidades que realmente tengan la necesidad de ser parte de una solución tangible y real que tiene el propósito de cambiar la situación de los océanos.
Colaboramos con empresas que, a través de su Responsabilidad Social Corporativa (RSC), limpian el plástico del mar junto a nosotros, otras que se involucran para la revalorización en mobiliarios y productos para sus oficinas y otras que buscan generar un impacto 360º, acompañándonos en proyectos que contemplan todo el proceso de la economía circular.
Cada proyecto que abordamos tiene una parte fundamental de concienciación, ya que además de tomar acción queremos despertar la conciencia de la sociedad y para lograrlo, las empresas son un agente de cambio muy importante.
– ¿Cómo os financiáis?
Nuestro modelo de negocio es B2B, trabajamos con empresas y entidades a través de dos líneas de acción: por un lado, limpiamos residuos plásticos de mares y puertos en nombre de empresas y, por otro, revalorizamos estos residuos en productos y muebles sostenibles.
Un impacto positivo
– ¿Qué tipo de proyectos o productos habéis conseguido desarrollar gracias a los plásticos recogidos?
En Gravity Wave cada colaboración que llevamos a cabo con las empresas es diferente. Adaptamos nuestra metodología de trabajo dependiendo de las necesidades de cada empresa y/o proyecto. Por ejemplo: solemos llevar a cabo proyectos como el de Mini, gracias al cual establecimos que por cada coche que se venda nosotros limpiamos un kg de plástico de mares y puertos que después cierran el proceso de economía circular apostando por mobiliarios hechos con estas redes de pesca que la empresa donó a diferentes ciudades.
Otro ejemplo puede ser Viña Esmeralda que por cada vino que venden, limpian el equivalente a diez botellas de plástico, lo que ha supuesto la retirada de 23 toneladas de plástico de mares y costas.
Los productos más demandados son letras corporativas y mobiliario de oficina y urbano, entre otros productos.
Una red limpiando el mar
– ¿Cómo lleváis a cabo la recogida de dichos residuos? ¿Cuál es el perfil de vuestros trabajadores?
Actualmente, la recolección de residuos lo hacemos de dos maneras: por un lado, la llevamos a cabo de la mano de Enaleia, una ONG y también nuestro partner que, junto con la comunidad de pescadores por el Mediterráneo, nos ayuda a la recolectar residuos plásticos de las profundidades del mar.
Por otro lado, reciclamos las redes de pesca de los puertos y las costas, gracias a nuestro sistema de gestión de residuos que hemos implementado en varios puertos de España. Cada vez que los pescadores salen a faenar y encuentran estos residuos o bien las redes de pesca que utilizan dejan de tener vida útil, las depositan en contenedores dedicados para este fin.
– También prevenís que el plástico que se genera termine nuevamente en las aguas. ¿Cómo lo hacéis? ¿Qué proyectos lleváis a cabo?
Nuestra labor de limpiar los mares y océanos no tiene sentido si no le damos una segunda vida. Para evitar que estos residuos vuelvan a caer en las aguas, los convertimos en muebles y otros productos de valor y durabilidad tal y como he comentado.
Océanos libres de plásticos
– Como has comentado, colaboráis en proyectos junto con empresas. ¿Qué sinergias establecéis entre ambos en todos los sentidos tanto a la hora de desarrollar un proyecto o un producto como a la hora de promocionar la imagen de la compañía? ¿qué fórmulas de colaboración existen entre las empresas y vosotros?
Cada vez que colaboramos con una empresa firmamos el acuerdo Plastic Free Oceans -océanos libres de plásticos-, que refleja claramente la contribución que hará la empresa. Esta se puede decantar entre limpieza de plástico de mares y puertos, revalorización de estos residuos en productos; y/o bien todo el proceso.
También se establece el tiempo de implicación con la labor de preservar los océanos, ya sea desde la acción más directa de limpiar el plástico o desde la prevención.
Una vez se firma el acuerdo, las empresas conciencian a sus clientes sobre el problema que abordamos desarrollando campañas de concienciación tanto de forma conjunta como por separado.
Hacen falta más pasos
– ¿Creéis que tanto el RDL de envases y residuos de envases y el Impuesto al Plástico van a contribuir a mejorar el estado de nuestro planeta?
Todas las medidas que contribuyan a conseguir un planeta mejor son siempre bienvenidas. Bajo la visión, ya no sólo nuestra, sino compartida con varios expertos, consideramos que el problema principal de los plásticos es que se continúan fabricando.
Una solución sería crear materiales alternativos que puedan sustituir, sin mayores alteraciones, los productos hechos con esa materia prima. Es decir, cerrar el grifo. Sin embargo, es un buen comienzo para que la propia economía se habitúe, al igual que las empresas y los consumidores, a fabricar y vender bajo esa legislación.
La ley que se plantea es poco ambiciosa: reducir solamente en un 20 % el consumo de botellas de plástico hasta el 2030, únicamente reducirá el problema en otras áreas, como el plástico que se encuentra y se genera en los mares debido a las roturas y divisiones que se generan en el material por motivo de los vientos, las olas o la luz ultravioleta que inciden en el mismo.
Por otro lado, la ley del impuesto de plástico es positiva, ya que su fin está en conseguir reducir el consumo de plástico en los materiales de las empresas. Aunque esto es algo que tiene una mayor repercusión en pequeñas empresas, start-ups y como consecuencia en las familias que lo notarán en la cesta la compra y el incremento del IPC a final de año.
En resumen, son medidas con un buen propósito pero no son una solución a largo plazo para considerarla el desenlace final al problema.
Gravity Wave Awards
– Por último, ¿por qué decidisteis poner en marcha los premios Gravity Wave Awards?
Los Gravity Wave Awards es la forma que tenemos de reconocer a todos los agentes de cambio –pescadores, puertos y empresas–, que han decidido unirse a nuestra misión para lograr restablecer la salud de los océanos.
Valoramos y creemos que es muy positivo visibilizar acciones como las que aquí se llevan a cabo porque puede ser una vía para que en el futuro muchos otros actores que, todavía no se han contemplado ser parte de una solución medioambiental como la nuestra, quieran ser partícipes del movimiento y crear un compromiso con nuestros mares y océanos para que sea mucho más fácil conseguir unos Plastic Free Oceans, nuestro objetivo final.