El ecosistema de ‘hubs’ que sitúa a Madrid en el mapa de los ‘unicorn systems’
Sobre el distrito madrileño de Villaverde se alza un titánico edificio de hormigón cuya estructura y diseño asombran. Apodado desde los años 40 como La Catedral por sus sorprendentes dimensiones, este inmueble fue en sus inicios la sede de la fábrica de ascensores Boetticher y Navarro. Desde su rehabilitación en 2011, la edificación se conoce como La Nave, el centro de innovación del Ayuntamiento de Madrid. Se trata de un espacio multidisciplinar y ecosistema emprendedor donde se aceleran cada año 60 empresas con un porcentaje de supervivencia del 85% desde que empezaron su actividad en 2017. Más de 80.000 personas han pasado por los programas formativos de La Nave desde su creación.
Estas cifras hacen de este enclave uno de los núcleos de innovación y emprendimiento más potentes de España. Azucena Elbaile, directora de La Nave, explica que en el centro se conjugan diversos programas que abarcan todas las etapas de madurez de una startup. «Desde la divulgación y la formación para el emprendimiento desde etapas muy precoces hasta programas pensados para empresas maduras que quieren ampliar sus horizontes», apunta.
Según explica Azucena Elbaile a Economía 3, La Nave cuenta con tres áreas diferenciadas para distintas actividades. La Nave Forma, destinada a actividades formativas para personas con iniciativa emprendedora; La Nave Acelera, formada por aquellos programas con los que ayudan a las startups en su proceso de aceleración; y La Nave Conecta, la línea más conocida del centro. En ella se organizan los grandes eventos, como el South Summit, probablemente la punta del iceberg de todo el entramado. «Es lo que más visibilidad tiene, pero los eventos solo representan un 15% de toda la actividad de la Nave», señala.
Desde 2017, las empresas impulsadas en La Nave han levantado más de 60 millones de euros y han creado más de 350 nuevos puestos de trabajo. En su seno se han desarrollado startups como Sepiia, Ayúdame 3D, Greyhounders, OX Motorcycles o Marsi Bionics.
Programas específicos para startups en distintos niveles de madurez
En La Nave se cuecen todo tipo de proyectos. EmprendExprés es un programa 100% online que, lanzado en plena pandemia, recibió la friolera de 300 candidaturas de 16 países distintos. «El programa ha tenido tan buena acogida que repetimos dos veces al año, en verano y en Navidad, que es cuando la gente para, desconecta de su trabajo y tiene una buena oportunidad para aprender a emprender», ilustra Elbaile. Este programa, pensado para proyectos en fase pre-seed, es el caldo de cultivo que posteriormente da lugar a proyectos innovadores con posibilidad de crecimiento.
Al mismo tiempo, EmprendExprés fue una de las cosas que motivó la creación del programa Softlanding Europa, que ya va por su tercera edición: «Vimos que había gente de muchos países solicitando el acceso, por lo que debía haber una importante demanda extranjera y, estudiando las estadísticas, vimos que había mucha gente de Latinoamérica interesada en La Nave. Antes no podían acceder porque era presencial, pero con Softlanding pueden realizar el programa de forma online durante 6 meses para poder instalarse en España progresivamente». Actualmente ya han acogido proyectos de Chile, Colombia, Perú, Túnez o Países Bajos, entre otros países.
El centro cuenta con dos programas para proyectos en fase seed. Uno es la Escuela de Innovación, un programa presencial de divulgación y fomento de asociaciones entre emprendedores: «Juntamos a personas que tienen una idea con personas que quieren sumarse a un proyecto. Hacemos equipos, trabajamos esa unión inicial y posteriormente trabajos durante varios meses acompañándolos para que puedan pasar a incubación, luego a aceleración y, en último término, a escalado». Por otro lado, cuentan con el Programa de incubación, en el que entran startups que cuentan con un prototipo. «Son los proyectos que están más verdes», señala Elbaile, la cual detalla que trabajan seis meses con este tipo de proyectos para dotarlos con los conocimientos y mecanismos necesarios para que puedan convertirse en un proyecto sólido.
Para proyectos en fase growth stage, ofrecen un Programa de aceleración al que es necesario entrar, al menos, con un producto mínimo viable comerciable. En este caso, los proyectos acelerados pasan seis meses realizando formaciones grupales, mentorías individuales y otras acciones formativas. También está disponible el Programa Sprint, orientado a trabajar un problema concreto de una empresa en un corto espacio de tiempo. «En este caso, la empresa no presenta un proyecto general, sino un problema o una oportunidad que tiene. Evaluamos ese reto que nos presenta la empresa y trabajamos para solucionar el problema de forma ágil», explica la portavoz de la entidad.
Por último, está el Programa de escalado, pensado para empresas maduras con potencial para generar grandes ingresos y crecer de forma superior a la media. «Es para empresas más maduras que quieren lanzar nuevos productos, expandirse a nuevos mercados y crear nuevas líneas de negocio», ejemplifica Elbaile.
Un ecosistema pensado para quedarse
Tanto las empresas escaladas como las aceleradas y las incubadas disfrutan una estancia de hasta dos años en las instalaciones de La Nave, transcurridos los cuales pueden, no obstante, seguir disfrutando de la mayoría de los beneficios y servicios del hub, desde obtener seguimiento del proyecto, difusión del mismo o acceder a formaciones complementarias y conexión con las empresas que forman parte del ecosistema.
Además, tanto los proyectos incubados como los acelerados pueden disponer de los espacios y acceder a entornos de búsqueda de inversión. «Tenemos un ecosistema bastante tejido de inversores para las diferentes áreas, verticales o sectores a los que se orienta cada proyecto y en función también de los distintos niveles de madurez», afirma la directora del centro.
Acceso abierto a todo el mundo
El acceso a La Nave está abierto a toda la ciudadanía de cualquier parte del mundo. Se presentan una media de 140 empresas al año al Programa de aceleración, de las cuales seleccionan a 30. En el Programa de incubación aceptan a 10 por año, al igual que en el Programa de escalado, en Softlanding Europa y el Programa Sprint (10 en cada uno). En cambio, EmprendExprés no tiene límite de plazas. Y la aceptación en la Escuela de innovación depende del tipo de candidaturas, ya que se puede aplicar teniendo una empresa o queriendo incorporarse a un equipo, por lo que varía cada año en función del tipo de solicitudes.
Impact Hub, un espacio para el emprendimiento colaborativo
De forma paralela a La Nave, han ido floreciendo en la región madrileña una serie de hubs empresariales y de startups que están dinamizando la innovación y el crecimiento del sector tecnológico. Hablamos, por ejemplo, de Impact Hub, un centro privado de operaciones en el que las startups y las pymes disponen de todos los servicios que necesitan para llevar a cabo sus actividades con un especial enfoque en la sostenibilidad.
Impact Hub llegó desde Londres a Madrid hace 12 años cuando se abrió el primer espacio en la calle Gobernador. Y desde entonces, el hub ha ido creciendo en número de espacios, lo cual ha aumentado el atractivo del coworking para diferentes organizaciones. «Queremos crear una comunidad fuerte y ofrecer una serie de servicios y contenidos que ayuden a las startups a avanzar, destaca María Calvo, directora de Workspaces de Impact Hub, una comunidad en la que conviven principalmente emprendedores, startups y pymes.
«También hay un número importante de fundaciones y organizaciones sin ánimo de lucro que acuden a nosotros cuando quieren transformar su organización, ser más sostenibles, digitalizarse o mejorar sus modelos operativos», explica la representante de la entidad.
En su vertiente de coworking, Impact Hub se centra en ofrecer un gran flexibilidad para adaptarse a las necesidades específicas de las empresas. Entre otras cosas, el centro permite la domiciliación de las empresas en su espacio y acceder a distintas opciones de uso de las instalaciones, desde el establecimiento de puestos fijos en el coworking hasta el uso flexible del mismo por horas o días en función de la membresía contratada.
De este modo, Impact Hub plantea un concepto de coworking adaptable donde tienen cabida autónomos y freelancers, pero también empresas que cuentan con un equipo de trabajo y que requieren soluciones para el trabajo híbrido. En estos espacios, las empresas pueden llevar a cabo la mayor parte de sus funciones gracias a una disposición completa de medios, desde la conexión wifi hasta la dotación audiovisual o la tecnología necesaria para realizar videoconferencias y presentaciones en vivo.
Tenemos también una variedad de salas de eventos para encuentros de distintos tamaños, desde cuatro hasta ciento cincuenta personas. Estos espacios poseen además su propia dotación de materiales de iluminación, focos, altavoces y demás materiales audiovisuales. También tenemos una sala de podcast insonorizada con su equipo de grabación. Y luego hay muchas peticiones específicas. Algunas empresas nos piden una VPN privada porque requieren unos mayores requisitos de seguridad. Al final ofrecemos servicios bajo demanda en función de las necesidades específicas.
Colaboración digital entre empresas
Pero este centro no se limita únicamente a cubrir las necesidades físicas. En su afán de digitalizar y mejorar los servicios, han creado una oficina virtual con la que se puede acceder a la comunidad del centro y sus contenidos virtuales para estar permanentemente conectados y colaborar con empresas a distancia. «A través de esta plataforma acceden al directorio de toda la comunidad para contactar con empresas de su sector o empresas a las que pueden requerir en un momento dado», explica Calvo.
Los miembros del hub también tienen acceso a todas las actividades ds los espacios VIP: talleres, conferencias, desayunos, networkings, formaciones, webinars, acceso a contenidos formativos, vídeos, itinerarios…
Enfoque en la sostenibilidad
Pero si por algo destaca este centro de empresas es por apoyar la transición sostenible de las empresas y negocios: «Impulsamos emprendimientos que ya desde el momento inicial quieren incluir la sostenibilidad como algo central en su propuesta. También trabajamos con pymes para hacer la transición sostenible diagnosticando en qué momento están en su estrategia de sostenibilidad y trazando la una hoja de ruta para dar prioridad a las áreas más relevantes desde el punto de vista de la sostenibilidad».
Impact Hub cuenta con la certificación B-Corp, la cual garantiza que las empresas cumplen los más estrictos estándares de sostenibilidad en todas las áreas: gobernabilidad, políticas de diversidad, gestión y desarrollo de empleados, impacto en la comunidad o gestión medioambiental. «Afecta incluso a la manera en que gestionamos el espacio de manera sostenible, incluidos los suministros, los proveedores, la gestión de residuos, etcétera. Por ejemplo, organizamos nuestros eventos de manera sostenible en cuanto a los partners que seleccionamos, los proveedores, los caterings, los materiales que se utilizan o, en definitiva, el diseño mismo del evento. Los criterios y el filtro de sostenibilidad se aplican a cada una de las decisiones», recalca María Calvo. Para muestra de este compromiso ecológico, en los últimos dos años han obtenido la certificación de cero emisiones de Ecodes.
Para ayudar a las startups y las pymes en su proceso de aceleración con un enfoque sostenible, en este hub han creado dos aplicaciones: Tangram, una herramienta y metodología de aceleración para impulsar el emprendimiento incluyendo la sostenibilidad como un eje transversal. Mientras Tangram está destinada al uso del equipo interno, su otra aplicación, Actúa Sostenible Go, es una herramienta de diagnóstico disponible para el usuario que permite obtener información de todas las áreas o departamentos de una organización para saber qué es relevante desde el punto de vista de la sostenibilidad.
Creación de ecosistemas
Tal y como remarca María Calvo, a veces no basta con dar todos los recursos para que las empresas puedan avanzar, sino que que hay que «crear las conexiones necesarias para que se acelere esa transformación». Por ello, desde Impact Hub trabajan para favorecer estos ecosistemas desde diversos ámbitos como el académico, el sector privado, público o el emprendimiento: «Queremos que haya sinergias, intercambio de conocimiento. Aportar valor y crear algo entre todos«. «A veces sorprende el nivel de implicación de muchas de estas empresas. Pueden ser mentores de otras empresas que empiezan, colaborar entre ellas para llevar a cabo proyectos conjuntos o contratar dentro de la comunidad el talento que necesitan».
Dentro del ecosistema de Impact Hub se han cultivado startups como Velca, Foundspot, A heart full of games, Boopos o Apricity. También poseen nodos, como La Bolsa Social, entendidos como redes específicas de negocios dentro de la comunidad global de Impact Hub.
El potencial de Madrid como motor de innovación a nivel europeo
Para Azucena Elbaile, la ventaja clave de Madrid como núcleo de innovación reside en la acumulación de talento y su agrupación para ofrecer proyectos de calidad. La directora de La Nave destaca además «el ecosistema de financiación e inversión que se está desarrollando de forma puntera en la ciudad». «Además, Madrid es una ciudad abierta, se hacen muchos eventos y la gente viene aquí porque es donde se encuentra el grueso de las corporaciones», añade.
Por su parte, María Calvo valora muy positivamente la evolución de Madrid como motor de la innovación: «Madrid es un núcleo en el que se está creando un ecosistema muy dinámico. Se unen actores muy distintos que trabajan juntos para conseguir un mismo fin. Dentro de este núcleo de innovación se están introduciendo muchas escuelas de negocios, instituciones públicas, incubadoras y aceleradoras, tanto públicas como privadas, instituciones educativas… Todo ello está generando un polo de atracción para los inversores. Y en este contexto, los espacios de coworking se están incluyendo como un punto de encuentro importante para buscar aliados y partners, visibilizarse y acceder a servicios».
Las claves para que el sector startup en España siga creciendo
Elbaile señala como punto fundamental para el crecimiento del ecosistema startup «que exista un músculo inversor potente». «Hasta ahora, las inversiones en España no tenían un gran impacto. De repente salía un unicornio, pero solo uno cada muchos años. Y no es porque no haya talento. Somos un país pequeño respecto a otros ‘unicorns systems’, pero Madrid ya se ha posicionado en el top 10 de ‘unicorn systems’ a nivel europeo, un ranking en el hasta el año pasado no entrábamos», celebra la directora de La Nave.
Desde Impact Hub subrayan, por otro lado, que las startups tienden a presentarse a rondas cuando aún no están listas. «Normalmente en el ecosistema madrileño el capital semilla proviene de ‘friends and family’ y tras esta etapa inicia lo que llamamos el valle de la muerte, que es la brecha entre ese primer capital y el acceso a fondos donde los inversores van a ver tanto el modelo de negocio como la consolidación del equipo». «La clave está en llevar a las startups a “investment readiness” o, en otras palabras, a estar listas para recibir y pedir inversión en el menor tiempo posible para navegar el valle», indican desde el hub.