El exjugador de la NBA y empresario catalán, Marc Gasol, daba el pistoletazo de salida del Investors’ Day, de Angels Capital, con una ponencia en la que ha explicado su experiencia al frente del Bàsquet Girona, club que puso en marcha en 2014 y que la pasada temporada ascendió a la Liga ACB.
El proyecto deportivo de los Gasol va viento en popa y el club, que ha experimentado un crecimiento gradual, apunta ya a convertirse en una Sociedad Anónima Deportiva (SAD). El exjugador ha remarcado el creciente peso de la industria del deporte en el PIB de los países, lo que ha llevado a la «profesionalización» de muchos clubes.
Además de fundador y presidente, el pequeño de los Gasol ha tenido que sudar incluso la camiseta del Bàsquet Girona. Las celebraciones cuando se es máximo responsable, explica el catalán, se viven de forma muy diferente.
«Como jugador del equipo, hace diez años, después de una victoria lo primero en lo que pensaba era en el tamaño de la cerveza que me iba a tomar después de ganar. Como presidente del club lo que tenía en la cabeza tras ganar es cómo lo íbamos a gestionar», afirma Gasol.
Adaptarse a las tendencias del mercado
En nuestro país, el mundo del deporte mueve en la actualidad en torno al 3,3% del Producto Interior Bruto (PIB). La tendencia del sector ya no se centra en la experiencia del fan de toda la vida, sino que consiste en atraer un nuevo público al que quizá no gusta tanto el deporte, pero que busca vivir una experiencia y no le importa tanto si su equipo gana o pierde.
«Es importante la experiencia de ese fan y el contenido que le damos desde el club, ya sea un gran fan o más casual. Generamos contenido los 365 días del año, ya sea en Girona o en cualquier parte del mundo en que se quiera disfrutar del club», afirma el exjugador.
En la actualidad, explica Marc Gasol, existen muchos más fondos de inversión interesados en invertir en clubes. Esta tendencia se da sobre todo en el mundo del fútbol, pero también en el baloncesto.
Para el empresario, que cree que los deportistas están cada vez más interesados en invertir en proyectos interesantes, «esto se debe a la organización que se está haciendo en la estructura de los clubes, que se están profesionalizando y dejando atrás la estructura familiar. Eso da seguridad a los inversores».
Los comienzos son difíciles
El proyecto del Bàsquet Girona comenzó en 2014 con dificultad, porque el club deportivo buscaba nacer en una ciudad que ya cuenta con varios equipos de baloncesto muy asentados. Tienes que convencer a mucha gente, explica Gasol, de que tu proyecto va a mejorar el ecosistema y que va a agregar valor a sus clubes.
«Al principio costó que fuese así. Pese a que entendían que yo tenía mucho cariño a Girona, que había jugado allí, y que quería un poco devolver ese cariño con un proyecto de baloncesto, la respuesta era «vale, pero ayúdanos a nosotros y no montes tú el tuyo». Nosotros fuimos muy firmes en este aspecto. Decidimos empezar nuestro propio proyecto, con una entidad muy propia y unos valores determinados, y eso nos ha llevado a crecer», afirma Marc.
Una de las claves de todo el trabajo que los hermanos Gasol realizan, tanto a través del Bàsquet Girona como la Gasol Fundation, pasa por comunicarlo bien. Por ello, asegura el exjugador, se esfuerzan en poner las herramientas para que el gran público pueda entender los pasos que van dando. Eso les motivó a crear una aplicación propia del club para que la familia pueda estar al día. De igual forma, también generan contenido propio para redes.
Formar parte de la comunidad
Una de las patas principales del proyecto de Marc Gasol era entender que el club debía tener un impacto social positivo e integrarse en la comunidad a la que pertenecía. Para el catalán, el club no sólo debía ser una empresa, sino que tenía suponer una herramienta a la hora de integrar a la gente, visibilizar, normalizar y promover hábitos de vida saludables.
«Es muy importante que el club entienda dónde está, en qué comunidad. A nosotros, como club de baloncesto, nos interesa mucho formar a los niños, ya que eso les da mucha confianza y tiene un impacto muy grande en sus vidas. Es cierto que muy pocos llegarán a ser jugadores de baloncesto profesionales, pero esas herramientas del sacrificio y el compañerismo, que son los valores del deporte, les servirán a lo largo de sus vidas», explica Gasol.
En la actualidad, el club cuenta con más de 4.000 abonados. Gracias a los éxitos deportivos, este año ya han logrado colgar el cartel de «soldout», con un 15% de los asientos reservados para compra en taquilla. De igual forma han aumentado el volumen de trabajadores, que han pasado de ser 10 personas en una oficina, a componer una plantilla de más de 100 personas y 40 equipos.