Mantener a los clientes es uno de los principales objetivos de las empresas españolas, las cuales han aceptado retrasos en los pagos con el fin de evitar perder clientes y tener que echar el cierre de sus negocios.
El 51 % de las empresas aceptan retrasos en los pagos
De acuerdo con el Informe de Pagos Intrum, el 51 % de las empresas han aceptado retrasos en los pagos para evitar dañar las relaciones con sus clientes, además de evitar los impagos de sus facturas. De hecho, este porcentaje se ha visto incrementado en 15 puntos, ya que durante el año 2021 fue solo del 36 %.
Las organizaciones reconocen que reclamar una factura impagada puede ocasionar costes extras que no pueden asumir, además de procesos muy largos que solamente demorarían más la entrada de líquido en sus cuentas. Así, consideran preferible recibir el abono de sus facturas más tarde, lo que daña su liquidez, antes que verse abocadas al cierre.
Retrasos en los pagos por sectores
Dentro de los sectores en los que más se ha incrementado el retraso en los pagos destaca la Administración Pública, la cual paga con 22 días de retraso de media.
En cuanto a los pagos entre negocios, lo que se conoce como B2B, el retraso de los pagos se sitúa en 16 días, período que también se ha visto incrementado en comparación con el año anterior: 12 días.
Por último, el sector que menos retrasos sufre es el de los consumidores. En este sector, la demora en los pagos se sitúa en 9 días.
Plazos de pago: Ley 03/2004, de 29 de diciembre
La demora en los plazos de las facturas ha sido un problema durante décadas, por lo que durante el 2010 se aprobó la ley en la que se establecen medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales. En dicho texto y en sus posteriores modificaciones, se recogen los plazos de pago estándares que se deben cumplir en todas las operaciones comerciales.
Así, esta ley establece que el pago de facturas con la Administración no puede ser superior a 30 días. Por otro lado, la facturas derivadas de operaciones comerciales entre empresas deben ser abonadas en un plazo no superior a los 60 días.
Además, dicha ley también introduce el derecho a percibir indemnizaciones por parte de aquellos proveedores a los que se abonen las facturas fuera de este tiempo.
¿Cómo se puede acelerar el pago de las facturas?
Acelerar el proceso de cobro de las facturas no es fácil, pues depende completamente de los receptores de dichos documentos. Sin embargo, sí hay una serie de prácticas que han demostrado ser efectivas a la hora de mejorar estos plazos.
Crear facturas a tiempo
Son muchas las empresas que demoran el envío de facturas después de haber entregado los bienes o prestado el servicio. Así, una factura debería emitirse inmediatamente después de haberse llevado a cabo transacción comercial.
Pactar plazos cortos
Las buenas relaciones entre clientes y proveedores también son una buena manera de evitar retrasos en los pagos. Acordar plazos de pago que sean convenientes para ambas partes desde un inicio implica un mayor éxito a la hora de cobrar las facturas el día indicado.
Ofrecer diferentes métodos de pago
Otra manera en la que se pueden evitar retrasos en los pagos es ofrecer a los clientes diferentes maneras en las que abonar las facturas. Así, una empresa que ofrezca solo la posibilidad de abonar una factura mediante transferencia tendrá más probabilidades de sufrir retrasos en los pagos que aquella que ofrezca este método, además del pago en efectivo, por ejemplo.
Incentivar el pronto pago
Por último, resulta fundamental incentivar a los clientes para que estos abonen sus facturas en los plazos establecidos. Así, una empresa puede ofrecer un descuento a cambio de que el pago se efectúe correctamente o, incluso, antes de que llegue la fecha de vencimiento.
¿Cómo actuar ante los impagos?
Los retrasos en los pagos no son el único problema con el que se encuentran las empresas, sino que los impagos también son de lo más recurrentes. De hecho, la tasa de morosidad durante 2022 se ha situado en el 4,2 % y no se prevé que haya ninguna estabilización ni disminución en esta cifra.
Así, cada vez son más las organizaciones que deben recurrir a los servicios de las empresas de gestión de impagados.
Agencias de recobro de impagos: Recobrarte
Una vez una organización se pone en contacto con una agencia de recuperación de impagos, se inicia el proceso legal para reclamar una factura impagada. Estas empresas se pondrán en contacto con el deudor y tratarán, en primera instancia, una mediación. En el caso de que esta no sea efectiva, se puede proceder a incluir al deudor en un listado de morosos, así como comenzar el proceso monitorio.
Dentro de todas las empresas de recobro que hay en el mercado, Recobrarte destaca por las facilidades que ofrece a sus clientes. Además, es una empresa que sigue los protocolos establecidos a efectos de reclamación de impagos y el código de buenas prácticas, por lo que nunca hace uso de coacciones en sus actuaciones. Asimismo, no requiere de ningún pago por anticipado de sus servicios, sino que sus clientes pueden abonarlos una vez se ha recuperado el importe de la factura pendiente de cobro.
Aceptar retrasos en los pagos se ha convertido en una práctica habitual en la actualidad. Con ello, se intenta evitar los impagos, el cierre de los negocios y evitar dañar las relaciones comerciales. Sin embargo, los impagos siguen en aumento y varias organizaciones del tejido empresarial animan a las empresas a hacer empleo de las agencias de recobro para recuperar las facturas pendientes de abono.