Las cooperativas de facturación son sistemas mediante los cuales los trabajadores por cuenta propia que no trabajen de modo habitual pueden emitir facturas por sus compraventas o prestaciones de servicios sin necesidad de estar dado de alta en el RETA. Estos sistemas nacen a consecuencia de las elevadas cuotas que los autónomos deben de satisfacer cada mes sin tener en cuenta sus ingresos reales, una situación que cambiará el próximo año con la entrada en vigor de las nuevas cuotas de los autónomos. Sin embargo, el acuerdo al que han llegado Gobierno y las asociaciones que representan a este colectivo no acaba de convencer, pues se considera que las reducciones pactadas son insuficientes. Por este motivo, las cooperativas de facturación vuelven a estar presentes en el día a día de estos trabajadores.
¿Cómo funciona una cooperativa de facturación?
El funcionamiento de una cooperativa de facturación es muy simple, lo que hace que muchas personas que tienen la necesidad de facturar esporádicamente se planteen el uso de este sistema.
Lo único que deben hacer los interesados en usar estas cooperativas es darse de alta en ellas y aceptar el pago de una pequeña cuota en concepto de persona asociada. Luego, cuando sea necesario emitir una factura, la cooperativa dará de alta al interesado como trabajador temporal, lo que permite facturar a nombre de la cooperativa por los bienes o servicios prestados.
Las ventajas de ser socio de una cooperativa de facturación son varias y no se reducen solamente a la eliminación del pago de la cuota de autónomos. Así, aquellos que usan estos sistemas se ahorran pagos por servicios a las gestorías a la hora de hacer las declaraciones trimestrales del IVA y del IRPF, ya que estos pagos corren a cargo de la cooperativa que es quien, al final, acaba emitiendo la factura.
¿Quién puede hacer uso de los servicios de una cooperativa de facturación?
Aquellos que quieran hacer uso de los servicios de una cooperativa de facturación deberán cumplir una serie de requisitos: la facturación no debe superar el SMI, la actividad debe ser esporádica y solo se pueden llevar a cabo algunas actividades profesionales, como la creación de contenidos, la escultura y la artesanía, y los trabajos relacionados con la informática y la programación. Del mismo modo, también podrán formar parte de una cooperativa de trabajo aquellos que se dediquen a las artes gráficas, a las actividades relacionadas con el bienestar y el deporte, marketing y comunicación, mundo del espectáculo y producción audiovisual.
Usar los servicios de una cooperativa de facturación: ¿es legal el España?
Pese a que no hay una normativa que establezca la ilegalidad de estas cooperativas, su uso no es el más aconsejable, pues están en el punto de mira de Inspección de Trabajo al considerar a sus socios como falsos autónomos. De hecho, son muchas las demandas ya presentadas en contra de varias compañías por tener falsos autónomos en sus plantillas: los más conocidos, los afectados por la “Ley Rider”.
Además, la legislación española establece sanciones para aquellos que ejerzan una actividad profesional sin estar dados de alta en Seguridad Social ni en la Agencia Tributaria. Las sanciones suelen ser expedientes regulatorios en los que se satisfagan las cuotas atrasadas más los intereses por demora. Sin embargo, también se contemplan otras sanciones cuando la práctica es habitual y recurrente, o bien en el caso de las cooperativas de facturación.
En el caso de los socios de estas cooperativas, la Seguridad Social solo reclama el pago de las cuotas atrasadas con los intereses de demora. Por ello, aquellos que hayan usado estos servicios pueden acabar recibiendo un requerimiento de pago, lo que hace que los gastos de la actividad, lejos de reducirse, se acaben multiplicando: no solo se ha satisfecho la cuota de socio de la cooperativa, sino que también se deberán pagar las cuotas atrasadas con sus respectivos intereses.
Reducir costes de la actividad económica: optimizar recursos
El uso de las cooperativas de facturación está en auge en aquellos casos en los que se inicia una actividad de nuevo y se busca tener el menor gasto posible. También es una opción valorada por aquellos que no disponen de unos ingresos elevados pese a llevar tiempo desarrollando una actividad y realizándola de forma habitual. Sin embargo, antes de hacer uso de estos sistemas, hay otras maneras en las que los trabajadores por cuenta propia pueden reducir gastos y cuotas mensuales, lo que puede ser suficiente para dar un respiro a sus cuentas.
Las tareas relacionadas con la facturación son las que más recursos requieren, tanto económicos como personales. No solo se necesita tiempo para generar y gestionar las facturas, sino que también es necesario hacer un seguimiento de ellas para evitar problemas y retrasos en los pagos. Además, también es necesario disponer de un programa de facturación con el que llevar al día los libros de contabilidad y contar con la ayuda de una gestoría en determinadas ocasiones. Por ello, reducir los costes en este departamento, así como optimizar sus procedimientos, debe ser prioridad si se pretende ampliar el beneficio del negocio. Y, para ello, las herramientas de facturación en la nube son esenciales.
Herramientas de facturación electrónica: gestión eficaz de la contabilidad
Existen en el mercado una gran cantidad de soluciones de facturación en la nube con las que, no solo se gestionan más eficazmente las facturas, sino que también ofrecen la optimización de los recursos. Herramientas como Vuzoon, por ejemplo, son soluciones versátiles que se adaptan bien a todo tipo de negocios.
En este caso, Vuzoon es completamente gratuita, lo que no supone una cuota más a pagar a final de mes. Además, ofrece una mayor seguridad a la hora de compartir las facturas y otros documentos, pues sus usuarios deben validar su identidad mediante el uso de un DNI electrónico o un certificado digital. Y, lo mejor de todo es que permite anticipar el pago de las facturas sin tener que presentar documentación, lo que mejora el flujo de caja de los negocios.
Usar cooperativas de facturación y otros sistemas similares, lejos de beneficiar a los autónomos, puede acarrearles sanciones muy duras. Por ello, digitalizar los negocios con buenas herramientas es uno de los pasos fundamentales si se pretende reducir costes económicos, así como mejorar los recursos disponibles.